Atenea Bianchi
El sol me pego en la cara, parpadee varias veces mirando el techo. Este no era mi cuarto...
Me senté de golpe en la cama y empecé a mirar hacia todos lados, este no era el cuarto de Maya, Emma o Max ¿Dónde carajos estaba?La puerta se abre y veo a Sebas con una bandeja sobre las manos...
-Despertaste -sonríe amablemente y se sienta para luego dejar la bandeja sobre la cama.
-¿Qué hago acá? -lo miro confundida.
-Necesito que desayunes Ate -evade mi pregunta.
-Decime ¿Qué hago acá?
-Él suspira levemente -Te drogaron Ate -me entrega una pequeña bolsita ziploc -Marco te metió clorazepam al jugo de naranja que tomaste en la fiesta.
-Miro la pequeña pastilla -¿Qué? ¿Él quería... -él asiente y yo rompo llanto.
Él me abraza y yo me aferró a él. ¿Cómo pude a ver confiado de Marco?
-Lo del rumor, él me lo dijo -susurro sobre su pecho.
-Lo sospeché -susurra acariciándome el cabello.
-Perdón y gracias -susurro.
-No pasa nada -limpia mis lagrimas -Tenes que desayunar.
-yo asiento y agarro el boul de frutas -¿Tiene canela?
-No ¿Por? -me mira confundido.
-Soy alérgica a la canela y al gengibre -sobo mi nariz y él asiente.
-Lo anotaré -sonríe -Ate, mi mamá le comunicó a tus padres lo sucedido, ya que ella además de ser diseñadora de moda estudio medicina -yo asiento -Y tus padres le pidieron a mi mamá si te podías quedar con nosotros las dos semanas que ellos no estarán acá.
-¿Qué? ¿Mi papá pidió eso? -lo miro en shock.
-Él ríe levemente por mi cara y asiente -Si, creo que encontraron confianza por la forma en que nos preocupamos por vos.
-Wow, sin palabras -sonrío levemente y me llevo a la boca un pedazo de manzana.
Él sonríe y desayuna conmigo, luego de eso vimos películas y me acompaño a casa a buscar ropa...
-¿Qué vas a llevar? -me mira mientras se acuesta sobre mi cama.
-Mis cosas de la escuela, libros y ropa -abro mi placar y saco un par de ropa.
-Lleva bikini -se levanta y va directo a mis libros -¿Todos esos te lo leíste?
-Si, desde los diez años -sonrío mientras guardo mi ropa en una valija -A los seis investigaba sobre los dioses griegos y a los ocho me regalaron el estetoscopio.
-El mirador de la casa te va a gustar -sonríe y abre el libro de Cincuenta Sombras -¿Porqué lo marcaste con rojo?
-No leas eso -me sonrojo -Tenía catorce y leer de sexo era lo más divertido que le veía a la lectura.
-Él sonríe -Quiero un Christian Grey en mi vida y su cuarto de juegos -lee en vos alta -¿Queres experimentar lo que Anastasia vivió?
-¡No! Es que... -suspiro avergonzada -Sebastian tenía catorce y literalmente con todo lo que leí eso es vainilla en el sexo ¿okey?
-¿Vainilla? -me mira confundido.
-Se le dice así cuando es dulce o suave, Anastasia misma le llama así cuando Grey vuelve con ella -le saco el libro de las manos y lo vuelvo a poner en su lugar -Eran de mi mamá y chusmeando en el ático los encontré, por si te lo preguntabas de donde los saque.
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A través del tiempo
RomanceAtenea Bianchi No, no me voy a enamorar. ¿Para qué lo haría? Ya me basta con mis hermanos y mis tareas de la secundaria, agregar otro dolor de cabeza no está en mi lista. Salir con mis primos, al bar que siempre íbamos. ¿Qué podía salir mal? Estaba...