10_Dos semanas

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Atenea Bianchi

El sol me pego en la cara, parpadee varias veces mirando el techo. Este no era mi cuarto...

Me senté de golpe en la cama y empecé a mirar hacia todos lados, este no era el cuarto de Maya, Emma o Max ¿Dónde carajos estaba?

La puerta se abre y veo a Sebas con una bandeja sobre las manos...

-Despertaste -sonríe amablemente y se sienta para luego dejar la bandeja sobre la cama.

-¿Qué hago acá? -lo miro confundida.

-Necesito que desayunes Ate -evade mi pregunta.

-Decime ¿Qué hago acá?

-Él suspira levemente -Te drogaron Ate -me entrega una pequeña bolsita ziploc -Marco te metió clorazepam al jugo de naranja que tomaste en la fiesta.

-Miro la pequeña pastilla -¿Qué? ¿Él quería... -él asiente y yo rompo llanto.

Él me abraza y yo me aferró a él. ¿Cómo pude a ver confiado de Marco?

-Lo del rumor, él me lo dijo -susurro sobre su pecho.

-Lo sospeché -susurra acariciándome el cabello.

-Perdón y gracias -susurro.

-No pasa nada -limpia mis lagrimas -Tenes que desayunar.

-yo asiento y agarro el boul de frutas -¿Tiene canela?

-No ¿Por? -me mira confundido.

-Soy alérgica a la canela y al gengibre -sobo mi nariz y él asiente.

-Lo anotaré -sonríe -Ate, mi mamá le comunicó a tus padres lo sucedido, ya que ella además de ser diseñadora de moda estudio medicina -yo asiento -Y tus padres le pidieron a mi mamá si te podías quedar con nosotros las dos semanas que ellos no estarán acá.

-¿Qué? ¿Mi papá pidió eso? -lo miro en shock.

-Él ríe levemente por mi cara y asiente -Si, creo que encontraron confianza por la forma en que nos preocupamos por vos.

-Wow, sin palabras -sonrío levemente y me llevo a la boca un pedazo de manzana.

Él sonríe y desayuna conmigo, luego de eso vimos películas y me acompaño a casa a buscar ropa...

-¿Qué vas a llevar? -me mira mientras se acuesta sobre mi cama.

-Mis cosas de la escuela, libros y ropa -abro mi placar y saco un par de ropa.

-Lleva bikini -se levanta y va directo a mis libros -¿Todos esos te lo leíste?

-Si, desde los diez años -sonrío mientras guardo mi ropa en una valija -A los seis investigaba sobre los dioses griegos y a los ocho me regalaron el estetoscopio.

-El mirador de la casa te va a gustar -sonríe y abre el libro de Cincuenta Sombras -¿Porqué lo marcaste con rojo?

-No leas eso -me sonrojo -Tenía catorce y leer de sexo era lo más divertido que le veía a la lectura.

-Él sonríe -Quiero un Christian Grey en mi vida y su cuarto de juegos -lee en vos alta -¿Queres experimentar lo que Anastasia vivió?

-¡No! Es que... -suspiro avergonzada -Sebastian tenía catorce y literalmente con todo lo que leí eso es vainilla en el sexo ¿okey?

-¿Vainilla? -me mira confundido.

-Se le dice así cuando es dulce o suave, Anastasia misma le llama así cuando Grey vuelve con ella -le saco el libro de las manos y lo vuelvo a poner en su lugar -Eran de mi mamá y chusmeando en el ático los encontré, por si te lo preguntabas de donde los saque.

A través del tiempoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora