Atenea Bianchi
Luego de cenar nuevamente asado, nos fuimos a dormir. Bueno, yo me fui a dormir sólita porque Sebas se quedó jugando al truco con los chicos.
Lamentablemente a mitad de la noche sentí como me estaba mojando lentamente y cuando abrí mis ojos, estaba durmiendo arriba de la bandera de Japón...
—Mierda —susurré entre dientes.
Estaba bañada de sangre y los cólicos no tardaron en aparecer. Desde que tenía quince años mi ginelocologa me había diagnosticado ovarios poliquisticos, era una mierda. Mis dolores menstruales eran más fuertes de lo normal y un par de veces me había desmayado del dolor. Se suponía que las pastillas anticonceptivas "reducían" el dolor, pero no se notaba mucho la diferencia; o tal vez mi vara a la resistencia al dolor era muy baja...
Me quedé en shock al ver a Sebastian, ya que el también tenía una parte de su short machado. Tranquilamente podrían decir que había matado a alguien en esa cama...
No quería levantar a Sebastian, pero lo tenía que hacer para así poder cambiar las estúpidas sábanas, que tranquilamente podría usarla como bandera de Japón...
—Sebas —toque levemente su hombro —Necesito que te levantes y no te asustes por lo que vas a ver a continuación.
Cuando me había indispuesto por primera vez, mis padres pensaron que yo exageraba mucho cuando decía que me venía mucho y dolia de más. Y luego de tres meses, me llevaron con un ginecólogo luego de verme casi arrastrándome para caminar.
El ginecólogo que me atendió esa vez, también me explicó que mi endometrio era más grande de lo normal, y eso causaba que yo sangrara mucho cuando estaba en mis días; y no porque tenía tiroides o alguna mala formación.—¿Qué paso Ate? —él se pasa la mano por la cara y me mira fijamente.
—Me bajó y manche la cama, parece que asesine a alguien aquí —susurré apenada.
—¿Estás bien? —se sienta en la cama y yo asiento —Esta bien, anda a darte una ducha y yo arreglo esto.
—¿Seguro? —juguetee con mi anillo.
—Seguro amor —se levantó y dejó un beso sobre mi cabeza.
Me encerré en la ducha, y me bañe por segunda vez en la noche. Ya que me había bañado luego de tener sexo con Sebas...
—Es muy raro que me haya bajado hoy —suspiré —Terminé de tomar la pastilla antes de ayer, según mis cálculos me tendría que haber venido mañana o pasado —miré a Sebas quien entraba al baño.
—Le pedí toallitas a Emma —me entrega el paquete —Me dijo que guardo por emergencia, para alguna de las chicas y luego guardo tus toallitas.
—Dile que la amo —suspiré y agarré las toallitas higiénicas.
—Ya cambie las sábanas —se apoyo sobre la barra del lavabo.
—Esta bien, gracias —susurré y lo miro fijamente —Me pasas mis vedetinas, una negra porfa.
—Esta bien —él salio del baño y unos minutos después entró al baño con mi ropa interior en mano.
—Gracias —sonreí sutilmente, me coloque la toalla higiénica y mi ropa interior.
—Vení —me cargó como princesa y yo sonreí —Leí que hace mal andar descalsa hace que se enfríe la panza.
—Mamá siempre me dice eso, por eso uso pantuflas cuando estoy en mis días —sonreí levemente —Perdón por manchar tu short.
ESTÁS LEYENDO
A través del tiempo
Storie d'amoreAtenea Bianchi No, no me voy a enamorar. ¿Para qué lo haría? Ya me basta con mis hermanos y mis tareas de la secundaria, agregar otro dolor de cabeza no está en mi lista. Salir con mis primos, al bar que siempre íbamos. ¿Qué podía salir mal? Estaba...