33_ ¿Dos semanas devuelta?

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Atenea Bianchi

  La mesa ya estaba puesta y cada uno estaba sentado en su respectivo lugar. Como era de costumbre, el abuelo hizo sonar su copa con un cuchillo y se levantó de su lugar...

—Si hay alguien que quiere informar algo ante la familia, que lo haga ahora o calle para siempre —él sonríe y me mira fijamente —Atenea.

—¿Atenea? —él tío Andrés me mira confundido.

—Si —suspiré ansiosa y me levanté de mi lugar —Hay algo que les tenemos que informar —miré a Sebas y él se levantó.

—¿Quién le dice? —él sonríe y me da la mano.

—Familia Bianchi y Familia Scott le tenemos que informar que estas dos familias ahora están unidas, mediante mi relación con Sebastian Scott —sonreí —Les presento a mi novio —le mostré el anillo y todos nos miraron sorprendidos.

—Tu hija no es ninguna boluda —él tío Andres palmea la espalda de papá.

—¿Por qué? —reí levemente.

—Te acabas de poner de novio con el hijo de mi socio y futuro socio de tu padre Atenea —sonríe orgulloso él.

—¿Qué? —Sebas y yo lo miramos sobrependidos.

—¿Alexander tenes que agregar algo? —él abuelo lo mira y papá se levanta de su asiento.

—Familia, les tengo que informar dos cosas, uno es que estoy en caminado para comprar el hospital más importante de Buenos Aires —él sonríe orgulloso y todos le aplaudimos —Y segunda noticia, como dijo mi hermano, mi familia se va a unir al clan S.B.J —él sonríe.

—Vamos a ser socios —sonríe el señor Jones.

—Si —sonríe Mateo.

—Todos nos volvemos a sentar en nuestros lugares menos el abuelo —¿Alquien más quiere informar algo?

—Mateo y yo volvimos —Emma sonríe y todos ruedan sus ojos.

—Eso ya lo sabíamos —Afro ríe levemente.

—Bueno, pero era algo para informar —sonríe Mateo.

—¿Alguien más? —él abuelo nos miró a todos y al ver que nadie se levantó o habló —Bien, buen provecho...

—¡Y a comer! —todos terminamos su frase u empezamos a comer.

  Las risas y las anécdotas no faltaron en este almuerzo. Esto era algo que siempre amaba y extrañaba del verano, ahora que la familia de Mateo y Sebas se nos unía a nuestro almuerzo, hizo que sea una experiencia inolvidable...

  Luego de almorzar, entre todos ayudamos a ordenar la mesa y limpiar las cosas, la idea de venir a la estancia era desconectarse del mundo y volver un poco a la antigua, sin tantos lujos...

—Me estoy muriendo de sueño —susurré terminando de ayudar a secar los platos.

—Si quieren ir a dormir, vayan —la tía Clara nos guiña.

—¿Segura mamá? —Emma la mira indecisa.

—Si vayan tranquilos, se que amanecieron en lo de Mateo —ella niega.

  Ambas sonreímos como niñitas y salimos corriendo a buscar a nuestros novios para poder ir a dormir...

—¿Vamos a dormir? —sonreí cuando vi a Sebas.

—Vamos —él me da su manos y lo empecé a guiar hasta mi habitación de la estancia.

   Ambos subimos las escaleras luego de agarrar nuestra valija de mano, lo guíe por el pasillo y al llegar a la puerta qué tenía mi nombre junto a dibujos e imágenes de dioses griegos, ambos entramos...

A través del tiempoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora