17_Ojos transparentes

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Atenea Bianchi

Cerré la puerta del auto y Sebas sonrio levemente...

-¿Qué paso pervertida? -me miró de soslayo.

-¡Esperenos! -Maya entró al auto rápidamente.

Sebas sonríe levemente y yo asiento. Al volver de casa cada uno se encerró en su habitación, osea, yo me fui con Sebas a la suya...

-No puedo creer que escondiste ropa mía de esas dos semanas -lo miro molesta mientras agarro una de sus remeras.

-Es que sabía que volverías -me guiña el ojo y se quita su ropa quedando así solo de ropa interior.

-Mucha confianza -susurré por lo bajo e intenté salir del vestidor pero el me agarró de la mano.

-¿No te gusta lo que ves? -me mira confundido.

-Si, pero me siento incomoda cambiandome enfrente tuyo -susurré apenada.

-Él besa mi sien -Bien, anda cambiarte en el baño entonces.

Me fui al baño y me cambié tranquila. Al salir vi a Sebas sentado sobre la cama con un libro en manos...

-¿Qué lees? -dejé mi ropa estirada sobre la silla del escritorio y me senté a su lado.

-Rojo Blanco y Sangre Azul -sonríe levemente -Me habías hablado bastante de este libro y me interesó.

-¿Qué? -susurré atónita.

-Me diste una buena reseña del libro así que quise leerlo -sonríe -Estoy en la parte donde Alex sale afuera y el príncipe británico lo sigue ¿O es al revés? No se, me mareo bastante -sonríe.

-Es al revés -sonreí sutilmente.

-Marca la página y deja sobre la mesa de luz su libro -¿Tenes hambre?

-No, alguien me obligó a comer un pote entero de frutas en el primer recreo y en el segundo me hizo clavarme dos medialunas con jugo -sonreí sutilmente.

-Atenea, eso fue a las diez de la mañana y ya son casi las una -se levanta y me mira -Vamos a comer.

-No -me cruzo de brazos.

-Me importa un carajo vamos a ir a comer -y sin más me levanto y me puso sobre sus hombros como saco de papa.

-¡Sebastian! -me intenté safar de su agarre.

-Vas a comer, la comida no se discute -y marcha hacia el comedor.

Me tuve que dejar llevar, porque no quería morir en las escaleras. Al llegar a la planta baja se escuchar una risa femenina...

-¿Sebastian que le estas haciendo a la pobre?

-Sebas me baja -Tiene que comer mamá.

-Hola tía -sonrío -Pero no quiero comer -me cruzo de brazos y miro a Sebas.

-Me importa un pepino -sonríe Sebas.

-Ate, hoy cocinamos lo que te gusta -sonríe la madre de Sebas.

-¿Qué cosa? -la mire interesada.

A través del tiempoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora