Atenea Bianchi
Ya otra vez era Lunes, me levante a las 6:00 me entre a bañar, me arregle un poco, me puse el uniforme, baje a desayunar, y a las 6:30 Sebas y Felipe me pasaron a buscar...
—¡Chau ma! Nos vemos —digo saliendo.
—¡Chau princesa! —dice tirándome un beso en aire.
Sonrió y salgo para luego de caminar medio tramo entrar al auto...
—Hola chicos —les sonrió mientras me siento en el asiento trasero.
—Hola enana —dice Felipe sentado en el puesto de copiloto.
—Hola Ate —dice Sebas dice al volante.
—me pongo el cinturón de seguridad y Felix me mira de reojo —¿Cómo la pásate el sábado?
—Carraspeo un poco —Amm... Bien, no estuvo nada mal la fiesta.
—Sebas me mira con una ceja levantada —¿Nada mal?
Le pegaste en el ego ¡Bien ahí!
—yo asiento —Si, nada mal. Che Felix, me conto un pajarito algo sobre un beso con alguien que conozco.
—Felipe se ruboriza y Sebas me la sigue —Si a mí también me conto otro pajarito lo mismo.
—Él suspira —Puede que si, y puede que me haya gustado.
—Yo lo miro con una ceja levantada —¿Ella o el beso?
—Ambos —admite ruborizado.
Los tres en ese auto sabíamos que no solo fue un beso, y también sabíamos que fue en el mismo lugar donde esta Sebas, manejando tranquilamente y feliz de la vida. Tan pacifico no estaba la cosa, porque ambos, sabíamos perfectamente que Felix y Maya no fueron los únicos en desconocerse fuertemente.
Al llegar los tres bajamos del auto y Sebas me agarra del brazo, así deteniéndome, en pleno estacionamiento...
—¿Qué pasa? Estoy llegando tarde Sebastian —suspiro mirándolo.
—¿Queres hacer algo más tarde?
—¿No me lo podes preguntar en el recreo pelotudo? —lo miro mal.
—No, así que responde.
—Suspiro —Tengo que cuidar a Urano y a Afro, también tengo que llevarlos a cada uno a sus prácticas y tengo practica con el equipo.
—Déjame ayudarte con eso.
—Suspiro y niego —Puedo sola.
—Deja de ser testaruda y déjame que te ayude, tengo auto Ate.
—Suspiro —Bien, a las tres en mí casa ¿ok?
—Él asiente —Okey —sonríe satisfecho.
Casi me cierran la puerta en la cara por el retraso de don Sebastian Acosador Scott...
Ahora lo llamas acosador, porque esa noche en el bar...
Estúpida consciencia.
Salí de la escuela a las doce en punto, almorzamos pasta a la carbonara por petición de Afro y papa. A las una mis viejos se fueron a su trabajo. Normalmente ni almuerzan en casa, pero intentan que dos veces a la semana almorzar con nosotros. Y a las una y media vino Marco a casa.
Es castaño, buena sonrisa, alto. Creo que mide un metro setenta y ocho. Juega en el equipo de futbol...
También como don Scott...
ESTÁS LEYENDO
A través del tiempo
عاطفيةAtenea Bianchi No, no me voy a enamorar. ¿Para qué lo haría? Ya me basta con mis hermanos y mis tareas de la secundaria, agregar otro dolor de cabeza no está en mi lista. Salir con mis primos, al bar que siempre íbamos. ¿Qué podía salir mal? Estaba...