Atenea Bianchi
Mi teléfono empezó a vibrar y confundida le di vuelta para encontrarme con la cara de Emma acaparando la pantalla, dezlice el botón verde y la voz chillona de Maya rebotó en mi habitación...
—¡En cinco pasamos por vos!
—¿Qué? ¡No! —agarré mi teléfono desesperada —Hoy no voy a ir.
—¡Atenea no seas aburrida! —grita Emma en el fondo.
Estaban en el auto, carajo.
—Es viernes y somos adolcentes —La voz Maya volvió a aparecer.
—No quiero salir, enserió —suspiré —Estoy cansada.
—El sábado pasado dijiste lo mismo y te quedaste hasta las dos de la mañana leyendo —Maya suspira —Dale Ate, por favor.
—No chicas, enserió —suspiré —Paso algo con mamá y dudo que me dejen.
—¡Ahí estamos llegando! —Emma grita y Maya corta el teléfono.
Vamos a morir...
Sabía que ellas estaban llegando, así que empecé a pensar en cuáles era la manera más factible de desaparecer de este planeta, conocía muy bien a mi progenitora; y eso me daba miedo.
Escuché como se abría la puerta de la entrada y mi ansiedad se disparó. Tenía muy pocas probabilidades de que mi padre estuviera en casa, había escuchado que se iba a una reunión medica.
Si papá estaba, me iban a dejar y no tendría un castigo al día siguiente. Pero si él no estaba, iba a ir a la fiesta, pero al otro día prácticamente tendría que desparecer de mi casa.
Ya estaba apunto de llorar, pero la puerta se abrió y me pánico se esfumó cuando papá abrió la puerta...
—Creo que te van arrastrar a una fiesta —Papá sonríe burlón.
—Les dije que no quería ir —suspiré pegando mi cabeza contra mi cuaderno.
—Tarde —salta Emma detrás de papá.
—Porque ya nos dijeron que si podes ir —sonríe Maya.
—Las dejo sola chicas —sonríe papá y se marcha.
Ambas entran a mi habitación y Emma cierra la puerta, mientras tanto yo; seguía en la misma posición.
—¿Qué haces estudiando un viernes a las nueve de la noche? —Maya me mira boquiabierta.
—Esto hacen las personas academicamente responsables —sonreí con frialdad —Deberías probarlo.
—Atenea —Emma suspira —Podes ser abanderada y salir de fiesta.
—suspiré y giré en mi silla giratoria —Hoy les dije que no tenía ganas de ir, ya saben el motivo.
—Vamos Ate por favor —Maya de arrodilla enfrente mío —Me arodille y solo hago esto con los chicos que realmente me gustan.
—Me da asco tus datos de tu vida sexual —puse los ojos en blanco.
—Ate, necesitas salir un poco —Emma sonríe levemente —Te hará bien despejarte.
—Puedo despejarme leyendo algo no saliendo —suspiré —Además va a estar ella.
—Ate... —Emma se sienta en el borde de mi cama, mientras que Maya lo hace en la alfombra —Tienes que superar lo que pasó.
—Es difícil y lo sabes —suspiré —Pasaron muchas cosas y no se como solucionarlas.
—No hay nada que solucionar —Maya suspira —Tenes que mandar todo a la mierda y ya.
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A través del tiempo
Roman d'amourAtenea Bianchi No, no me voy a enamorar. ¿Para qué lo haría? Ya me basta con mis hermanos y mis tareas de la secundaria, agregar otro dolor de cabeza no está en mi lista. Salir con mis primos, al bar que siempre íbamos. ¿Qué podía salir mal? Estaba...