Atenea Bianchi
Suspiré mirando la estúpida pizarra...
Último día de clases y la pelotuda de Química se pone a enseñarnos cosas...
Mi última semana de exámenes fue un desastre, la odie por completo. Sebas intentaba que me distrajera, pero era imposible. Porque él había viajado a Estados Unidos porque su abuela había fallecido...
-Pueden irse -sonríe la profesora -Felices Vacaciones.
Agarré mis cosas y me marché, estaba cansada. Había quedado hasta tarde porque tenía que ayudar con un proyecto a Urano. Era fines de Noviembre y a la profesora se le había ocurrido ponerle puntos extra a aquellos que hicieran ese proyecto para el último día de clases.
-Extraño a mi novio -suspira Maya.
-Créeme que yo también -suspira Emma.
-No es el fin del mundo -ruedo mis ojos -La semana que viene ya vienen.
Mateo había viajado como soporte de Sebas, él realmente no se veía afectado, porque según con él, nunca había tenido ningún afecto con esa señora...
-¿Quién te busca? -Emma me mira.
-Papá -sonreí levemente.
-Nos vemos -sonríe Emma.
Al ver a papá ne dirigí al auto...
-Hola princesa -sonríe papá.
-Hola papi -sonríe y lo abracé.
-¿Cómo te fue hoy? -sonríe acelerando.
-Bien, estuve media dormida todo el día por quedarme hasta tarde con Urano -sonreí poniéndome el cinturón.
-Bueno, ahora vas a poder dormir hasta tarde -sonríe levemente -Y vas a poder descansar.
-Si al fin -sonríe levemente.
El viaje a casa fue aburrido, tuvimos que parar un rato en el hospital porque papá tubo que buscar unos papeles...
-¡Ate! ¡Saque diez! -Urano corre para abrazarme -Gracias, gracias, gracias.
-No es nada Urano -sonreí y deje un pequeño beso sobre su cabeza.
-Gracias enserió -sonríe él emocionado.
-De nada Urano.
-¿Lo ayudaste? -mamá me mira seria.
-Si, alguien tenía que ayudarlo -sonreí sarcástica y subí arriba.
Al abrir la puerta vi a Sebas sentado en ni cama...
-¿Qué haces acá? -reí nerviosa mientras cerraba la puerta.
-Vine a ver los perversos secretos de mi vecina -sonrío y se levantó para abrazarme.
-Te extrañe -susurré sobre su cuello.
-Y yo, no te haces una idea -susurró acariciando mi cabello.
-¿Puedo besarte? -susurré.
-Encantado -sonrío.
Y sin más lo bese. Dios, lo había necesitado muchísimo estas tres semanas. Había sido un caos mi vida sin Sebatian, tanto así que podía admitirlo en su cara...
-¿Cómo has estado? -se tira en mi cama.
-Mi vida fue un caos -agarré mi pijama y me metí al baño.
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A través del tiempo
RomanceAtenea Bianchi No, no me voy a enamorar. ¿Para qué lo haría? Ya me basta con mis hermanos y mis tareas de la secundaria, agregar otro dolor de cabeza no está en mi lista. Salir con mis primos, al bar que siempre íbamos. ¿Qué podía salir mal? Estaba...