Capítulo 7 - La desilusión

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🗓️ Viernes 28 de febrero, 2017

- ¿Podemos hablar? - me dijo con su mejor cara de víctima.

- Después del partido, estoy trabajando. - respondí distante.

- ¿Te espero en el pasillo de salida una hora después del partido? - preguntó.

- No sé si voy a llegar a tiempo, a parte... ¿vos no tenés que irte con el equipo? No se van a quedar a esperarte. - le dije mientras alguien del staff me hacía revisar la información que se estaba subiendo a redes.

- Vine a verte a vos. - mis ojos subieron buscando los suyos, sentía como mi corazón quería salir de adentro mío para abrazarlo, mientras mi cerebro me gritaba que no haga ni una mueca que de a entender que mi enojo se estaba desvaneciendo.

- Te escribo cuando me desocupe. - dije, alejándome para el lado de los vestuarios.

Wolverhampton ganó y Liverpool quedó afuera de la copa, los ánimos no eran los mejores como para publicar demasiado en redes, así que controlé que todos hayan declarado coherentemente antes de irse y no tener que salir a apagar ningún incendio mañana. Agarré mi celular para escribirle a Emi, por un segundo dudé, habían pasado un poco más de dos horas y tal vez había decidido volver con sus compañeros que ya no estaban en el estadio. Nuestro último mensaje era de antes de año nuevo, ni siquiera nos habíamos saludado para esa fecha.

- Corina...- me llegó su voz con leve eco, ya no quedaba nadie más que yo y un par de trabajadores más entre los pasillos de Anfield.

- Perdón, se me hizo tarde, te estaba por escribir.- dije levantando la mano en la que tenía el celular como mostrando una evidencia.

- ¿Querés que vayamos a tomar algo? - preguntó Emiliano mientras me miraba casi con timidez. Si no fuera porque lo conocía demasiado bien hubiera jurado que tenía vergüenza de hablarme.

- Estoy muerta la verdad, si queres podemos ir a casa y pedir algo para comer. ¿Cuando tenés que volver vos? - le respondí.

- Vine en mi auto, no tengo horario de vuelta...

Llegamos a mi departamento y le pedí a Emi que me esperara en el living mientas iba a mi habitación para ponerme algo más cómodo. Cuando volví, lo vi sentado de espaldas a mi en una silla, algo incómodo, siempre que llegaba a casa se desparramaba en mi sillón sin pedir permiso pero de pronto parecía que éramos dos desconocidos.

- Emi...-

- Co, - Me cortó sabiendo que le iba a decir su nombre completo cosa que aparentemente no quería escuchar. - perdón...- Automáticamente bajó la cabeza y fijando su vista en el piso siguió - la verdad que no sabía si venir o no, pero me parecía mejor hablarte en persona. Sabés que no estoy pasando mi mejor momento y todo este último tiempo con los viajes y las visitas... siento que estoy muy desconcentrado. Yo valoro mucho todo lo que hiciste por mi pero no es necesario que lo sigas haciendo, me parece mejor que tomemos un poco de distancia, al menos por un tiempo, quiero centrarme en lo que realmente me importa y no perder de vista por qué vine a Inglaterra.

Me quedé congelada mirándolo durante varios minutos sin decir nada, él también permanecía en silencio, la única diferencia es que no me miraba, ni en ese momento ni cuando me dijo todo lo anterior, no había sido capaz ni siquiera de decirme todas ...

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Me quedé congelada mirándolo durante varios minutos sin decir nada, él también permanecía en silencio, la única diferencia es que no me miraba, ni en ese momento ni cuando me dijo todo lo anterior, no había sido capaz ni siquiera de decirme todas esas pavadas mirandome a los ojos.

- ¿Viajaste hasta acá para decirme esto? - Quería contenerme y encontrar las palabras justas para responderle pero de a poco empezaba a sentir como me subía un calor insoportable desde el estómago hasta mis mejillas. - ¿Vos nunca en tu vida tuviste amigos? ¿Cada vez que te tenés que concentrar te quedás solo? ¿Centrarte en lo que realmente te importa? Gracias por lo que me toca ¡eh! Me parece lo más boludo del mundo lo que me acabas de decir Emiliano, prefería que me digas mirá Cori, no te soporto más, sos insoportable. Que te des media vuelta y te vayas sin más. ¡NO, mejor, que me mandes un mensaje y me digas que no querés verme nunca más en tu vida! Pero manejaste hasta acá, esperaste que termine el partido y viniste a mi casa para escupirme todas estas idioteces en la cara. ¿Qué esperabas? Que te diga: sisi claro tenés razón... ¿QUÉ MIERDA ESPERABAS EMILIANO? - De a poco mi voz elevaba su tono y mis nervios eran casi incontrolables. - Encima ni siquiera me mirás a la cara, porque sabés que lo que estás haciendo es una pelotudez.

- Me tengo que ir Corina, quería decirte esto de frente para que me entiendas y no te enojes pero parece que es imposible con vos

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- Me tengo que ir Corina, quería decirte esto de frente para que me entiendas y no te enojes pero parece que es imposible con vos. - Por primera vez me miró a los ojos y probablemente se encontró con una mirada llena de ira y angustia.

- ¿QUE ENTIENDA QUÉ? - dije gritando

- Lo que te expliqué, te estoy pidiendo por favor que no nos veamos más, ¿tan dificil de entender es? - su voz ya era más fuerte de lo normal y sus ojos no transmitían absolutamente nada. De pronto sentí el impulso de empujarlo, de pegarle, de llorar a los gritos. Con mis manos hice fuerza en su pecho haciendo que retroceda algunos pasos y tropiece con la esquina del sillón. Me quedé mirándolo, esperando que reaccione, pero no hizo nada. Su no respuesta me dio más bronca y mientras sentía cómo las lágrimas empezaban a caer sin control sobre mis mejillas, procedí a pegarle pequeños empujones.

- Corina - lo escuché decir con la voz entrecortada.

- Andate, salí de mi casa, no vuelvas nunca. Ojalá nunca te hubiera conocido, ya sabía que en algún momento me ibas a fallar. Chau. No te quiero ver más Emiliano. - nada de lo que decía en ese momento era coherente, solo tiraba frases y palabras de odio que se me venían a la mente mientras lo movía hacia la puerta de mi departamento y lloraba.

Finalmente logré llevarlo hasta la puerta, abrir y darle un último empujón al pasillo, sin mirarlo cerré la puerta y me dejé caer con todo mi peso mientras me deslizaba hasta el piso con la espalda apoyada sobre ella.

-No te vayas - dije en un susurro tapandome la cara empapada con las dos manos. - No te vayas Emi...

Emiliano "Dibu" Martinez  | El destino así lo quisoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora