Emiliano "Dibu" Martinez | El destino así lo quiso

Capítulo 20 - La decisión

🗓️ Sábado 29 de agosto, 2020

El estadio estaba vacío por las restricciones de la pandemia, pero la emoción de la final se sentía igual. Yo seguía completamente nerviosa, alentando desde las gradas detrás del banco de suplentes visitante, junto a todo el staff del club que había viajado a Londres. Mientras el Arsenal, donde jugaba mi "novio secreto", y el Liverpool, mi amado equipo y lugar de trabajo, se enfrentaban en un gran duelo. Habían llegado a los penales y la tensión se podía respirar, mientras tanto yo, en medio de ese torbellino de emociones, no podía evitar sentirme atrapada entre dos mundos.

Mi mirada se desviaba constantemente entre la figura imponente de Ali, que defendía el arco de mi club, y Emi, la persona que me tenía completamente enamorada. Era un enfrentamiento complicado, recordando la última vez que ambos se encontraron en el estadio y el cruce que terminó en una acalorada discusión un poco por mi culpa. Finalmente, el Arsenal logró derrotar a mi equipo en la tanda de penales, al ver como metían el gol de la victoria sentí una mezcla de emociones, la alegría por el triunfo de Emi se mezclaba con la derrota de mi adorado Liverpool.

Bajé al campo de juego y me crucé de frente con Ali, en medio de la celebración de los jugadores contrarios, me acerqué a saludarlo dándole un suave abrazo, nuestras miradas chocaron por un momento y cualquiera que lo viera de afuera podría haber pensado que el pasado parecía resurgir. No quería arruinar la alegría de Emi si nos veía y malinterpretaba la situación, me alejé con el corazón latiendo fuerte, volviendo mi atención a los festejos del Arsenal. Sabía que debía lidiar con esos sentimientos encontrados.

Después del partido, mientras la multitud se dispersaba y la euforia se calmaba, traté de encontrar a Emi entre toda la gente que seguía alrededor de los vestuarios, era una misión imposible lograr que nadie se diera cuenta que quería felicitarlo y tenerlo un rato a solas para mi. Iba caminando por un pasillo que conectaba ambos vestuarios con la sala de conferencia de prensa, cuando por un momento vi a Emi asomarse por detrás de una puerta haciéndome un gesto de silencio.

- Emi ¿Qué hacés acá?

- Es el único lugar que encontré. - Me dijo entre risas mientras me acercaba a él con sus manos tomando las mías, empujándome hacia adentro. Parecía una despensa en donde se guardaban pelotas, redes, conos y demás instrumentos deportivos del estadio.

- Dios, lo nerviosa que me pone esto, me vas a hacer echar.

- ¿No te estás olvidando de felicitar a alguien? ¿Qué se siente perder contra tu... - Emi dejó de hablar, yo lo miré entrecerrando los ojos con cara desafiante.

- Dale, ¿Tu qué? ¿Qué ibas a decir? - le pregunté mientras me reía.

- Tu Dibu - me respondió riéndose colorado.

- Felicitaciones Emi - Le dije mientras le daba pequeños besos en los labios y acariciaba con mis manos su nuca. Emiliano me levantó para acomodarme encima de él y empezó a besarme descontroladamente, pasó del cero al cien en un segundo. Mis gemidos iban cayendo de mi boca y mis manos se desesperaban por tocar su piel todavía transpirada.

- Gracias Co. Me haces muy feliz... - Decía separando las palabras mientras besaba lentamente mi cuello. - Cada vez que pensaba en que solo podía ser tu amigo me desesperaba la idea de no poder tener todo lo que quería que me des. - Terminó de decir mientras alejaba un poco su cabeza para mirarme a los ojos.

- Si querías algo de mi solo tenías que pedírmelo Emi. - Le dije depositando un suave beso en sus labios. - ¿No te das cuenta que daría hasta lo que no tengo por vos? ¿No era obvio?