Capítulo 3 - Los stalkers

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🗓️ Sábado 26 de septiembre, 2015

Estaba saliendo de Anfield, Liverpool había ganado 3 a 2 el partido por Premier contra el Aston Villa, me crucé a James Milner y lo felicité por su gol, ya que estaba y como el sabía todo de todos los equipos ingleses le pregunté si había visto jugar a Emiliano, que en ese momento competía con su equipo en la segunda división del fútbol inglés. Me comentó que sabía que su pase pertenecía al Arsenal pero que no había podido sumar minutos, pero no tenía mucha más información. Amaba a James, era uno de mis mejores amigos en Liverpool, como había jugado en el Manchester City con compañeros que hablaban español (como el Kun) se puso a estudiar nuestro idioma para entenderlos y poder comunicarse mejor, cuando lo conocí ya sabía bastante asi que cada vez que hablaba conmigo trataba de hacerlo en castellano para seguir practicando.

No era casualidad que le haya preguntado por Emiliano, el día anterior me había empezado a seguir en Instagram, seguro había visto la foto que subió Juan de los tres en la que yo estaba etiquetada. Obviamente lo stalkee a morir. Llegando a casa me saqué una foto en el auto y la subí, un poco porque es lo que hacía siempre después de cada partido y otro poco porque me intrigaba ver si Emiliano respondía algo, quería medir sus intenciones, tal vez solo me seguía porque sí... porque era una argentina en Inglaterra como él.

 porque era una argentina en Inglaterra como él

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💬 Emiliano ha respondido a tu historia.

Objetivo cumplido, pensé.

- Muy linda, lastima que seas del Liverpool 😞 - escribió

- No sé si agradecerte o enojarme... - le respondí

- Es para que me recuerdes con el apodo que me pusiste.

- Jaja. Te gusta que te digan pelotudo? - escribí mientras sonreía.

- Me gustaría acostumbrarme a que me digas así, eso significaría que hablamos muy seguido.

No podía dejar de pensar lo idiotas que me parecían los futbolistas, a pesar de tener amigos y compañeros de trabajo que se dedicaban a eso. En realidad no los pensaba así como personas, sino en el ámbito del chamuyo y las relaciones, me parecían cancheros, soberbios, infieles... no podía sacarme ese estereotipo de la cabeza. No le respondí por algunos minutos porque estaba bañandome, cuando salí de la ducha vi un nuevo mensaje:

- Podríamos juntarnos a tomar algo, más tranqui que la otra noche igual, te invito a merendar - me dio ternura que usara ese término, en Inglaterra es costumbre el five o'clock tea, como su nombre lo indica, reunirse a tomar té y comer algunas cosas dulces a las cinco de la tarde. Pero Emiliano me estaba haciendo una invitación más argentina y logró que le responda:

- Un five o'clock mate? Podría acomodarme los horarios, siempre y cuando puedas venir para Liverpool - no iba a manejar dos horas para tomar mates con un desconocido.

- Listo, en estos días te confirmo cuando tengo libre y organizamos.


🗓️ Miércoles 30 de septiembre, 2015

El Wolves había ganado el día anterior su partido de Championship contra el Fulham con Emiliano como titular, por eso tenía los dos días siguientes libres, me escribió para avisarme que estaba llegando a Liverpool, al parque en donde quedamos en encontrarnos. Cuando lo vi bajar de su auto me quedé varios minutos siguiendo cada uno de sus movimientos, las venas de su brazo al empujar la puerta del vehículo, su mano derecha recorriendo su pelo suavemente mientras se peinaba, la forma en la que se movían sus piernas al caminar acercándose a mi ubicación. Cuando quise darme cuenta ya lo tenía en frente mío, mirándome a los ojos con la misma sonrisa canchera con la que lo había visto la primera vez en aquel bar.

- Corina - me dijo poniendo su voz más grave de lo normal, me dio risa y mordí mis labios haciendo una mueca de incredulidad y poniendo los ojos en blanco.

- Disculpe, - respondí - yo me estoy por encontrar ahora con Emiliano Martinez, no con el locutor del noticiero de la BBC - Emiliano se rió con una carcajada seca y fuerte.

- Sos graciosa, bien... - soltó.

- Bien, qué? - le pregunté mientras avanzábamos caminando a un sillón del parque cerca nuestro.

- Que me gusta que seas graciosa... me divierte... me cae simpático, entendés? No malinterpretes - dijo mientras iba corrigiendo sus palabras como queriendo ocultar algún error que se escapó de su boca.

La tarde se pasó rapidísimo, charlamos por horas mientras paseábamos tomando mate por el parque y calles típicas de la ciudad que se había vuelto mi casa. Le conté historias que había escuchado de Liverpool durante todos estos años, pasamos por The Cavern Club y le saqué varias fotos a pedido - Para mandarle a mis viejos... - me dijo. Emi me contó en detalle como llegó al país, qué había hecho hasta ahora y lo noté un poco bajón, claramente las cosas no estaban saliendo como las había planeado antes de aterrizar en Inglaterra.

- Es un mundo duro pero tenés que ser positivo, se nota que te apasiona lo que hacés y tenés muchísimas ganas, estás todo el día entrenando y dispuesto a jugar siempre que puedas, eso es muy importante.

- Lo sé, a veces pienso en irme a la mierda, sabés? Pero después me acuerdo de lo que me costó llegar hasta acá y no quiero tirar todo a la basura... - Me enternecía este Emiliano, era un joven maduro, con muchísimos sentimientos a flor de piel pero con los pies bien puestos sobre la tierra.

La charla continuaba sin que tuviéramos tiempo para aburrirnos, todo fluía tan bien, parecía que nos conocíamos de toda una vida.

- Como tengo que decirte? Cori? Corinita? Que nombre raro... - dijo Emiliano mientras nos acomodábamos en la mesa de un restaurant. Se había hecho tarde, el frío y el hambre empezaban a molestarnos bastante.

- Cori... Co. No sé, como vos quieras, mis amigos me van inventando apodos todo el tiempo... - contesté

- Tus amigos... - escuché que repetía él por lo bajo.

- Yo a vos como tengo que decirte? - dije devolviéndole la pregunta.

- Emi, Dibu...

- Dibu? Como Dibu y Buji? - pregunté con cara de intriga mientras Emiliano se reía.

- Si, como ellos, me dicen así desde chico... me parezco un poco no? - dijo posando y mostrando sus paletas de forma graciosa.

- Sos un Dibu versión gigante, yo puedo ser Buji entonces - me reí.

- Pero Buji era la hermanita...

- Bueno... soy tu hermanita de Liverpool - le sonreí y miré para el costado al mozo que estaba llegando a nuestra mesa para preguntarnos el pedido. Sentí la mirada de Emi clavada en mi por varios segundos, no sé por qué pero percibí cierta desilusión fugaz en su mirada, hasta que el mozo le preguntó que iba a ordenar y Emiliano volvió a la tierra para responderle.

Emiliano "Dibu" Martinez  | El destino así lo quisoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora