Capítulo 12 - Las reconciliaciones

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🗓️ Martes 15 de enero, 2019

- No entiendo por qué, si me cuentas todo, deixou de fora essa parte. Era o mais importante, não te parece? - Alisson estaba como asustado, ni siquiera era enojo lo que transmitía.

- Perdón Ali, no me pareció que fuera a cambiar algo que te lo contara...

- Si cambia, porque quando te conheci pensei que você estava enamorada de uma ilusão de él, que eu poderia te dar algo real, mas agora descubro que no era solo sua imaginação - cuando se ponía nervioso no podía pensar tan rápido las palabras correctas en español.

- Ali - me acerqué a él para mirarlo de cerca - lo que tenemos nosotros es real, ningún beso o una foto va a cambiar eso... - Alisson me abrazo fuerte contra su pecho al escuchar mis palabras.

- Perdón, meu amor, estou nervoso e nada disso é tu culpa.

Lo que él no sabía era que yo si moría de culpa, porque ver esa foto y recordar ese beso me había sacudido el corazón entero.

🗓️ Lunes 4 de febrero, 2019

El partido entre West Ham y Liverpool terminó 1 a 1, yo había viajado en mi auto, y no con el staff del club, porque Paloma me había convencido de pasar los dos días que tenía libres después del partido en Londres. "Daaale, nunca vamos a Londres, no me podes dejar plantada!" Ese fue su último mensaje antes de ganarse mi si por tanto insistir.

Este último tiempo había estado trabajando mucho más de lo normal, un poco porque tenía mucho para hacer y otro porque, según Palo, no quería pasar tanto tiempo con Alisson desde nuestra última discusión por la foto del beso

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Este último tiempo había estado trabajando mucho más de lo normal, un poco porque tenía mucho para hacer y otro porque, según Palo, no quería pasar tanto tiempo con Alisson desde nuestra última discusión por la foto del beso.

- ¿A dónde vamos Palo? ¿Por qué no me pasaste nada de data de lo que vamos a hacer? Me pone nerviosa no saber nada.

- Ayy Co, siempre organizo todo y sale excelente, no te pongas pesada.

Caminábamos por las calles de Londres bajo una llovizna muy finita y molesta, el frío empezaba a molestar más de lo normal. Llegamos a un bar que nos había recomendado Juan pero Palo no parecía muy convencida de haber entrado al lugar correcto, examinaba todo como buscando algo que se lo confirme. Se detuvo por varios segundos mirando unas mesas en el fondo del lugar, cuando quise enfocar mi vista hacia donde apuntaba la de ella, me señaló la barra y me dijo:

- Esperame acá, porfa, voy al baño y vuelvo. - Le hice ok con mi dedo pulgar mientras sonreía con los labios apretados, me senté a esperarla y me pedí una cerveza.

- ¿Está ocupado? - Por un momento pensé que estaba imaginando esa voz en mi mente, miré de reojo para la banqueta que estaba a mi derecha y vi una mano que la cubría casi por completo y la arrastraba un poco hacia atrás. Recorrí con mis ojos el camino que hacia su brazo tensionado sobre el asiento hasta llegar a su cara.

- Emi... - alcancé a decir con lo que llegaba a tomar de aire. Me sonrió de costado, como dudando si hacerlo o no.

- ¿Cómo estás Cori? Tanto tiempo... - dijo mientras acomodaba su gran cuerpo sobre la banqueta más incómoda que existía - Qué cagada estas cosas. ¿No querés que nos sentemos en una mesa normal?

- Estoy esperando a Palo, vine con ella...

- Si, ya sé. - hizo una mueca que alcanzó para que me de cuenta.

- ¡Ella planeó esto! Era obvio... no da puntada sin hilo, - le sonreí - igual mejor porque quería verte, no me dijiste nada que volvías.

- Si, perdón, pensé que iba a ser un poco incómodo después de mis últimos mensajes de mierda y cuando te llamé para contarte la posibilidad estabas con... bueno... por ahí a tu novio tampoco le cae muy bien que te esté avisando cuando vengo, más ahora con lo de la foto.

- Emi... me podés escribir siempre que quieras para contarme todo, yo decido con quién hablo, no Alisson - Quería abrazarlo, quería saltar sobre él en ese instante, pero era consciente de lo que eso podía generar teniendo en cuenta lo que una foto vieja había causado. A pesar de toda mi confusión con respecto a nosotros, yo tenía una certeza, y era que Alisson había estado conmigo en uno de mis peores momentos y lo quería, no podría hacerle daño nunca.

- Alisson Becker... - dijo como analizando su nombre - un arquero je... se ve que son tu debilidad - le di un golpe suave en el hombro mientras me reía avergonzada.

- Y vos... ¿Qué? ¿Estás saliendo con alguien? - me moría de la intriga.

- No hablo de mi vida privada. - dijo en chiste, pero en mi cabeza ya existían mil formas de celos imaginarios por diferentes mujeres.

Hablamos sin parar, me contó todo lo que vivió en España y lo puse al día con las novedades inglesas. En todo ese tiempo en el bar me olvidé de lo que estaba pasando a mi alrededor, de pronto las horas se habían detenido y en lo único que estaba cien por cien enfocada era Emiliano. Su cara, sus gestos, su voz rasposa, sus historias, sus labios, podría enumerar sin repetir ni trabarme cada uno de los detalles que lo hacían perfecto.

- Te llevo, está diluviando, no podés irte sola... no vas a conseguir ni un taxi. - Paloma se había ido derecho al hotel cuando me dijo que iba al baño, asique tenía que volver sola y ni siquiera sabía muy bien para qué lado quedaba.

- No te voy a decir que no porque, sinceramente, estoy bastante perdida. - me reí.

- Lo sospeché... - Emi agarró mi mano y mi cuerpo se entumeció por completo - ¡Dale Co! - me gritó mientras me sacaba corriendo de abajo del techo que nos protegía de la lluvia hasta su auto estacionado a media cuadra. Entramos rápido y empezamos a secarnos un poco la cara con nuestras manos. Emi arrancó sin decir nada, el clima ahí adentro se había puesto tenso, el silencio era incómodo y mis dedos casi cobraban vida propia golpeando insistentemente mi rodilla.

- ¿Estás nerviosa?

- No... ¿Por?

- No sé, a lo mejor estar encerrada en un lugar tan chico conmigo te pone nerviosa. - Emi sabía lo que estaba haciendo y, aunque nunca se lo había dicho, presentía que él era mi debilidad.

- Para nada... - le dije respirando un poco más fuerte de lo normal.

Puso su mano sobre la mía y me respondió:

- Entonces deja de hacer eso que a mi si me ponés nervioso.

- ¿Yo te pongo nervioso? - retruqué.

- Vos me encantás, Cori - justo habíamos llegado a un semáforo en rojo y Emi giro su rostro para mirarme, sentía como mis pupilas se dilataban al encontrar sus ojos clavados en los míos. Una notificación sonó en mi celular y la pantalla que estaba sobre mi otra pierna se encendió. Se leía perfectamente "Mensaje nuevo de Alisson". Emi miró mi teléfono, soltó mi mano y volvió al semáforo que estaba cambiando a verde en ese momento.

 Emi miró mi teléfono, soltó mi mano y volvió al semáforo     que estaba cambiando a verde en ese momento

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Emiliano "Dibu" Martinez  | El destino así lo quisoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora