¿Amor? - Pedri, Ferran y Gavi

Lo hiciste

Llevábamos media hora aparcados con el coche de Ferran delante del apartamento de Harry.

Tenía que salir en cualquier momento.

Él iba todas las tardes con sus amigos a hacer vete tu a saber qué.

Así que ahí estábamos.

Esperando a que el maldito saliera del apartamento para entrar, recoger todas mis cosas y salir de ahí.

Ellos querían entrar aunque él estuviese, pero yo había empezado a temblar con solo acercarnos al apartamento y Ferran había negado totalmente que saliésemos del coche.

- Está ahí. -señaló Gavi a mi lado.

Me tiré hacia él.

Gavi me envolvió con su cuerpo y Ferran y Pedri se encogieron en sus asientos.

Harry pasó de largo y se metió en el suyo, arrancando lejos de ahí.

- Vamos. -Ferran fue el primero en salir.

Los tres le seguimos y subimos al apartamento.

Estaba todo igual.

No había tocado nada.

- Hay dos maletas en ese armario de ahí. -señalé y Pedri las sacó rápidamente.

Fuimos directos a nuestra habitación y Gavi se encargó de coger toda mi ropa del armario mientras Pedri y yo íbamos al baño a recoger todo lo que fuese mío.

Ferran estaba en el salón buscando documentos o cosas que llevasen mi nombre.

- Sigo sin creerme que ese tío te tuviese a su lado tanto tiempo, Jude. -habló Pedri mientras me aguantaba la bolsa en la que yo iba metiéndolo todo.

- Le quería, ¿sabes? le quise mucho tiempo, hasta que me di cuenta de que yo no me merecía nada de lo que él me hacía, pero me quedé con él, porque fue la única persona que se quedó a mi lado, que me perdonó lo que pasó, y ni siquiera mi familia lo hizo. -hablé con el corazón latiéndome a toda velocidad.

- No puedo entender como puede ser que alguien no te perdone a ti, ¿que fue eso tan malo? -preguntó.

- Yo.. -me dolía tanto decirlo que las palabras se me quedaron atascadas en la garganta.

- ¡Está subiendo! -gritó Ferran entrando a la habitación.

- No, no, no, no, tiene que haberse dejado algo. -me moví nerviosa.

- Dejadlo todo, esconde las maletas, meteos en el armario. -habló Pedri moviéndose.

Lo hicimos.

Nos metimos apiñados en el armario, con mi corazón atronando en mi pecho.

Ferran estaba a mi lado y apretó mi mano con la suya.

Harry entró en la habitación.

Y yo dejé de respirar.

Rebuscó algo en su mesita de noche y volvió a salir.

Esperamos a escuchar la puerta principal y cuando lo hicimos salimos los cuatro de ahí.

Respirando todos de nuevo.

- Vamos a seguir y nos vamos de una maldita vez. -habló Gavi.

- ¿A seguir con qué, exactamente? -una voz se sumó desde la puerta.

Harry estaba ahí.

No había salido de la casa.

Me encogí en mi sitio, lista para el desastre.

- Recogemos sus cosas y nos vamos, no hagas esto más dificil. -habló Ferran colocándose delante de mi.

Pedri estaba a mi lado, sujetándome y Gavi al lado de Ferran.

- ¿Enserio creeis que vais a estar bien con ella? -preguntó.

- Ella estará bien con nosotros y eso es lo único que importa. -contestó Gavi de inmediato.

- ¿Con cuál de los tres está? ¿o está con los tres? le suele gustar eso. -habló Harry de mala gana.

- Harry, por favor, solo quiero coger mis cosas. -murmuré yo.

- ¿Así es como me pagas lo que hice? me quedé contigo cuando toda tu familia te repudió, ¿realmente crees que en algún momento te perdoné lo que hiciste? nunca lo hice y siempre me has dado asco, Jude. -escupió y sentí como mi estómago se contraía.

- ¡Yo no hice nada! -grité exasperada.

- ¿No? ¿no te tiraste al novio de tu hermana? ¿en su boda? -preguntó.

Vi como los tres chicos me miraban a mi de repente.

- Sabes que no pasó así, yo nunca hubiese hecho eso.. -las lágrimas ya corrían por mis mejillas.

- Lo hiciste, y te pillaron, deja de hacerte la victima Jude, ya no eres más mi problema. -sonrió y salió de la habitación.

Esta vez salió de la casa.

Yo lloraba en silencio.

- Jude.

No contesté.

Ni siquiera miré a Ferran, que me estaba llamando.

- Cariño, mírame, míranos. -pidió Pedri a mi lado.

Levanté lentamente la vista, con los ojos anegados en lágrimas.

- Vamos a terminar de recoger y volvemos a casa, ya hablaremos ahí. -contestó Gavi.

Yo asentí.

Sabiendo que después de eso ninguno querría ni siquiera mirarme como lo hacían.

Terminamos de recoger todas mis cosas y las metimos en el coche de Ferran.

No volvimos a hablar más en todo el camino hasta que llegamos a su casa y dejamos las maletas en el salón.

Los tres se sentaron en el sofá y me hicieron hueco entre Ferran y Pedri para sentarme.

- ¿Qué fue lo que pasó, Jude? -fue Ferran el que hizo la pregunta.

Y por primera vez en la vida, iba a contar lo que había pasado.

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