¿Amor? - Pedri, Ferran y Gavi

Quédate +18

Nuestras bocas eran una sola mientras sus manos subían mi camiseta.

Nos separamos para que me la quitase por completo, dejándola caer por ahí cerca.

No dudó en deshacerse de los sujetadores también, dejándome desnuda por completo.

Su boca dejó la mía, bajando por mi cuello y encontrando mis pezones completamente duros por su maldita culpa.

Los lamió y los chupó como quiso.

Yo intentaba no gemir y me retorcía encima de él.

- Quiero escucharte, Jude. -murmuró encima de mi pezón.

Solté un gritito ahogado.

- Los vamos a despertar. -murmuré sin aliento.

- Que se unan si quieren. -gruñó atrapando mi pezón de nuevo.

Esta vez gemí.

¿Que se unan? Joder.

Lo quería, no era tonta.

Los quería a los tres para mi.

No iba a esconderlo.

Pero era demasiado.

Pedri se separó de mi pezón y me levantó de encima suya, dejándome de pie delante de él.

Me bajó los pantalones junto a mi ropa interior y hizo lo mismo con los suyos después de sacar un condón de su bolsillo.

Se lo colocó.

- Ferran ya se ha encargado antes de los preliminares, me toca a mi terminarlo. -murmuró con una sonrisita.

Yo me puse roja.

Sus manos volaron a mis caderas, levantándome de nuevo y sentándome en su regazo otra vez.

Esta vez su miembro apretaba para entrar en mi.

Bajé la mano entre los dos y lo coloqué bien en mi entrada.

- Joder. -gruñó.

Y bajé.

Dejé que entrase en mi interior.

Los dos gemimos con fuerza cuando nuestros cuerpos se unieron por completo.

Era grande y me quedé unos segundos quieta para adaptarme a él.

Él besó mi hombro cuando empecé a moverme.

El ruido de nuestros cuerpos al cochar era una maravilla.

Sus manos me movían al ritmo, pegadas a mi cadera.

Yo me aferraba al respaldo del sofá y su boca se encargaba de torturarme lamiendo mis pezones.

Esto era..

Joder.

Me movía a un ritmo rápido.

La luz del televisor era lo único que iluminaba un poco nuestros cuerpos enredados.

Pasé mis manos por su cuerpo, sintiendo el calor que emanaba de él.

- Cariño, eres increíble. -murmuró.

Aumentó el ritmo y yo sentí que gritaba, no lo sé, sentí que perdía el control por completo y él era quien lo controlaba todo.

A mi.

Me dejé llevar y sentí como él se apretaba más contra mi cuando se dejó llevar en mi interior.

Mordió mi hombro y yo suspiré.

Me apoyé en su pecho.

Los dos respirábamos de forma rápida y entrecortada.

- Deja a Harry, por favor Jude. -murmuró contra mi pelo.

- Lo haré, recogeré mis cosas y le dejaré. -aseguré.

Iba a hacerlo.

Lo había decidido.

- Nosotros podemos tratarte mejor. -aseguró.

- ¿Los tres? -pregunté casi en un susurro.

- Yo, Gavi, Ferran, me da igual, pero quédate con nosotros, conmigo, deja que te hagamos feliz. -murmuró tranquilo.

Dejé un pequeño beso en su cuello y sentí como mis ojos empezaban a pesar.

Me moví y él salió de mi interior, fue a deshacerse del condón y volvió.

Yo me había vestido e nuevo, solo me había puesto la camiseta y la ropa interior.

Se tumbó a mi lado y tiró de mi para que me acurrucara contra él.

Vimos la tele un rato, hasta que no aguanté más el peso de mis ojos y los cerré por completo.

Me quedé dormida encima de él.

En algún momento sentí que me movían unos brazos fuertes y dejaba mi cuerpo en una superfície blandita.

Me acurruqué ahí.

Y escuché una puerta.

Pero estaba sumida en el sueño y mis ojos no se abrieron.

Dormí todo lo que quedaba de noche sin despertarme ni una sola vez.

Enredada en una sábana azul claro.

No empecé a despertarme hasta que unos besos por mi hombro y cuello me hicieron cosquillas y la luz del sol empezó a entrar en la habitación con más fuerza.

- Princesa, vamos a llegar tarde. -murmuró la voz que iba dejando besos más y más abajo.

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