Me despertaron unos besos en mi cuello y me removí entre un cuerpo cálido.
Sus piernas estaban entre las mías y un brazo suyo estaba sobre mi cintura, ahora apretando un poquito.
Murmuré algo que ni siquiera yo entendí.
- Cariño, no podemos perder el vuelo. -murmuró una voz ronca.
Me pegué más a él y sentí como una mano bajaba de mi cintura hacia mis muslos y se colaba entre mis piernas.
Escuché una risita cuando un dedo se coló por mis pantalones y ropa interior.
- Despertarme y encontrarte aquí ha sido lo mejor que me podía pasar. -murmuró de nuevo y yo sonreí.
La noche anterior me había colado en su cama cuando él estaba durmiendo, me acurruqué contra él y me quedé dormida en nada.
Él no se había dado ni cuenta.
Un dedo entró de forma muy lenta en mi interior y yo ahogué un gemido.
- Seguro que así estarás de buen humor. -su voz era una bendición recién despertado.
Empezó a mover el dedo contra mi.
Yo seguía con los ojos cerrados, disfrutando de su contacto.
Un segundo dedo se coló y él besó mi cuello.
Gemí agarrándome a su brazo.
- Quiero que me mires, cariño, me gusta que lo hagas cuando estoy en tu interior. -murmuró y yo sentí como mi cuerpo reaccionaba a él de manera automática.
Abrí los ojos y le vi.
El pelo despeinado, la cara aún de dormido, una sonrisita pícara y su mano entre mis pantalones.
Sonreí.
- Buenos días, cariño.
- Buenos días. -murmuré casi sin voz.
Sus dedos empezaron con un ritmo más rápido mientras su otra mano subía mi camiseta, dejando mis pechos desnudos al aire.
Una corriente me recorrió el cuerpo entero cuando su lengua se enroscó alrededor de mi pezón.
Gemí arqueando la espalda.
Pedri siguió jugando con mis pechos mientras bombeaba sus dedos en mi interior.
Hasta que exploté contra él y gemí su nombre.
- Ve a ducharte, cariño, en una hora tenemos que estar listos. -besó mis labios y se levantó, saliendo de la habitación.
Espera.
¿UNA HORA?
- ¡Te mato! -le grité saliendo de la cama corriendo hacia el baño.
Escuché su risa y como un Gavi medio dormida le preguntaba que me había hecho entre risas.
Los iba a matar.
Me metí en la ducha corriendo y me puse un chándal cómodo para estar en el avión.
Fui hasta la cocina y Ferran y Gavi me entregaron una taza de café.
- Ni siquiera sé que hora es, aún no ha amanecido. -murmuré con la taza entre las manos.
- Las cinco y media, en media hora pasan por nosotros. -habló Ferran.
- ¿Tienes hambre? -preguntó Gavi.
- La verdad es que sí. -contesté.
- Le he dicho a Eric que coja Starbucks para ti con algo de comer. -me sonrió y yo abrí mucho los ojos.
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¿Amor? - Pedri, Ferran y Gavi
FanfictionJude es la nueva encargada de llevar el instagram del Barça. Llega tarde a su primer día por haber discutido con su novio, con el cual lleva un tiempo queriendo cortar pero se le está haciendo dificil. Tres chicos medio desnudos saliendo del vestuar...