¿Amor? - Pedri, Ferran y Gavi

¿Los tres? +18

No me dejaron llegar al piso.

Nos metimos en el coche de Ferran.

Él conducía.

Yo iba detrás, entre Gavi y Pedri.

Ferran arrancó y me miró a través del espejo retrovisor.

- Te quiero escuchar, Jude. -habló Ferran centrado en la carretera.

- ¿Qué? -fue lo único que tuve tiempo de murmurar.

La boca de Pedri se cerró sobre la mía un segundo después.

Sentí las manos de Gavi en mis piernas, subiendo mi falda negra lentamente.

Oh dios.

Gemí en la boca de Pedri cuando sentí la mano de Gavi rozando mi ropa interior.

La lengua de Pedri estaba en mi boca, jugando con la mía.

Yo estaba con las piernas abiertas para Gavi, mientras Pedri enredaba sus manos en mi pelo y me besaba.

No sé cuánto tiempo pasó hasta que llegamos a casa, Ferran aparcó y los chicos bajaron.

Me bajé detrás de ellos, algo aturdida.

- Vamos, Jude. -Ferran tiró de mi mano.

Gavi y Pedri ya estaban en la puerta, esperándonos.

Entré y muchas manos se enredaron en mi ropa.

Pedri estaba arrodillado delante de mi, mi cuerpo apoyado contra la puerta ahora cerrada.

Ferran a mi izquiera y Gavi a mi derecha.

Pedri bajó mi falda, junto a mi ropa interior.

Y Gavi, junto con Ferran se encargaron de quitarme la camiseta y los sujetadores.

Quedé completamente desnuda ante los tres en un solo instante.

- ¿Alguna preferencia, cariño? -preguntó Pedri y mis ojos volaron hasta donde estaba.

Arrodillado delante de mis piernas, ahora ligeramente abiertas, me miraba con los ojos oscuros y brillantes.

Joder.

- No. -murmuré.

Me daba igual.

Les necesitaba.

A los tres.

Ahora.

Pedri soltó una risita al mismo tiempo que sus manos envolvían mis caderas y su boca se cerraba sobre mi punto débil.

Gemí tirando la cabeza hacia atrás.

- Eso es princesa, disfruta de esto. -Gavi susurró en mi cuello, dejando besos hasta bajar a mis pechos, que se entretuvo con mis pezones, lamiéndolos, pellizcándolos y chupándolos a su maldito antojo.

Yo gemía sin parar cuando la boca de Ferran se cerró sobre la mía y su mano se cerró en mi nuca, atrayéndome más a él.

Había perdido totalmente el control y era completamente suya, de los tres.

Me estremecí cuando el primer orgasmo llegó y Pedri se levantó con una sonrisita.

Me movieron al sofá y me quedé sentada, los tres de pie delante de mi.

Se desvistieron sin dejar de mirarme y yo me quedé casi paralizada ante sus cuerpos desnudos.

Ferran fue a la habitación y volvió con tres condones que dejó en la mesita.

- Si en algún momento esto no te gusta, cualquier cosa te molesta, dilo cariño, todo esto es para tu placer. -la sonrisa de Pedri me hizo asentir sin poder dejar de mirarle.

- Está bien. -murmuré.

- Entonces ven aquí, cariño. -Pedri se movió, se colocó el condón y se sentó a mi lado, sentándome a mi encima de él.

Sentí su punta dura contra mi entrada y gemí.

Fui yo la que se movió y empujó hacia abajo, entrándola por completo en mi interior, Pedri gimió mi nombre y yo grité sintiéndolo entero.

- Elige a quien quieres detrás y a quien delante, cariño. -murmuró con la voz temblorosa.

Giré mi cabeza, Gavi y Ferran sonreían detrás de mi.

- Gavi detrás, Ferri aquí. -murmuré casi sin ser consciente.

- Joder, princesa, te adoro tanto. -la voz de Gavi casi hizo que soltase un gemido.

Escuché su envoltorio del condón.

Y entonces Pedri se tumbó, conmigo aún encima de él y él dentro de mi.

Gemí por el movimiento, pero mi trasero quedó hacia arriba, puesto para Gavi, mientras que Ferran quedaba a la altura de mi cara.

Oh santo cielo.

Sentí los dedos de Gavi, mojados pasar por mi entrada, Pedri seguía quieto debajo de mi.

Y entonces Gavi empujó con su miembro, no mucho, solo un poco y yo solté un grito.

- Tu marcas el ritmo, cariño. -murmuró Pedri.

Empecé a moverme al mismo tiempo que envolvía mi mano sobre la erección de Ferran y me la llevaba a la boca.

Los tres estaban en mi interior.

Me llenaban por completo y yo estaba en el maldito cielo.

Me moví cada vez más rápido, consiguiendo llevar un ritmo que les gustase a los tres.

Los gemidos inundaban el salón, y el golpeteó de nuestros cuerpos también.

Ferran fue el primero que me llenó, se corrió en mi boca y lo tragué mientras le miraba.

Él gimió con fuerza.

Y yo aceleré el ritmo para Gavi y Pedri.

- Mierda. -gruñó Pedri y sentí como se apretaba en mi interior.

Gavi tiró de mi hacia él, mi espalda chocó contra su pecho, aún con Pedri y él en el interior.

Pedri me miraba desde abajo sonriendo y Ferran desde delante.

- Mi turno, princesa. -susurró Gavi en mi oído.

Yo había perdido la cuenta de las veces que me había dejado llevar.

Gavi me penetró con fuerza, como siempre hacía él, más rápido, más duro.

Yo gritaba sin control.

Hasta que sentí que se apretaba y se dejaba llevar.

Salió de mi interior y caí hacia el pecho de Pedri, con él aún en mi interior.

Gavi cayó al sofá, sentándose.

Y Ferran hizo lo mismo.

Todos jadeábamos.

- ¿Cariño? -murmuró Pedri acariciando mi espalda desnuda.

Hice un ruidito con la garganta, sin poder hablar.

Sentí su pecho vibrar con su risa.

Se movió, salió de mi y me levantó en brazos.

Caminó conmigo y mi cuerpo tocó algo blandito.

La cama.

Me tapó entera y sentí como mi cuerpo se fundía en el colchón y me quedaba completamente dormida.

Agotada.

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