¿Amor? - Pedri, Ferran y Gavi

Lo prometemos

Tocaba clásico.

Y hasta yo estaba de los nervios.

El Camp Nou entero estaba de los nervios.

Tenía un presentimiento extraño.

Estaba en los pasillos, con Xavi, esperando a que los chicos saliésen de los vestuarios.

- ¿Estarás bien mañana? -preguntó mientras caminábamos hacia el campo.

- Estaré bien. -aseguré.

- Ya sabes que todos estarán ahí, ninguno ha querido dejarte sola y van a testificar todos a tu favor, yo también. -me apretó el hombro y le sonreí, de verdad.

- Muchas gracias por todo esto, Xavi, os habéis convertido en mi casa. -le sonreí.

- Esto siempre será tu casa, Jude. -habló y sentí como se me llenaba el corazoncito.

Sí.

Siempre serían mi casita.

Salimos al campo y los gritos se intensificaron al ver a Xavi, que saludó y nos pusimos en nuestros sitios.

Unos minutos después los chicos salieron corriendo para calentar.

Me saludaron todos al verme y me reí al ver sus caritas de felicidad.

Cuando terminaron vinieron corriendo hacia nosotros y Pedri fue el primero en llegar a mi lado, que se estampó contra mi cuerpo en un abrazo al que se unieron todos los demás.

Me reí con ellos cuando se separaron de mi.

- Eres nuestro amuleto de la suerte. -se rio Ferran.

- Tiene razon, nos das suerte. -sonrió Frenkie.

- No puedes irte nunca, Jude. -añadió Balde.

Les sonreí a todos y sentí como se me encogía el pecho.

Mi casita.

Todos empezaron a hablar con Xavi cuando Gavi se acercó a mi.

- Si hoy meto gol, voy a dedicártelo. -me sonrió.

- ¿Ah si? -le piqué con una sonrisa.

Él sonrió y me levantó en el aire, haciéndome girar con él.

Y entonces mi mundo se vino abajo por completo.

Les vi.

Mi familia.

Mi hermana.

Su marido.

Estaban ahí.

En mas gradas.

Ahogué un grito y mi cuerpo se tensó.

- ¿Princesa? ¿qué pasa? ¡jude! -Gavi cogió mi cara entre sus manos.

Yo respiraba demasiado deprisa.

Me estaba dando un ataque de ansiedad.

No podía ser verdad.

Ellos no podían estar aquí.

Me estaban mirando.

Caí de rodillas al suelo y Gavi se arrilló a mi lado.

Le escuché gritar algo.

Y al instante una manada de cuerpos me rodeó.

- Voy a sacarla de aquí. -la voz de Pedri.

- ¡No puedes irte! ¡empieza el partido! -Xavi histérico.

- ¡Mete a cualquier otra persona! ¡no voy a dejarla sola! -gritó y sentí que sus brazo me envolvían, levantándome.