–Estoy aburrida –espetó la pantera por décima vez en la tarde. –Juguemos algo Kao…
–Estás loca –era lo único que la chica siempre recibía como respuesta.
Los rayos naranjas de la tarde ya cubrían la mayoría de Pandora y por tal razón Gulf se encontraba preparando algo para comer mientras que sus dos invitados en casa se encontraban en la sala. La chica estaba acostada en el suelo y de vez en vez le daba vuelta a todo su cuerpo cambiando de lugar y posición. El lobo miraba por la ventana hacia el bosque, el sí que estaba pensativo y distante.
–Hora de comer –anunció el menor acomodando algunas cosas en la mesa.
–¡Yupi! Muero de hambre –la chica corrió a un asiento en la mesa y abrió los ojos cual platos al ver lo ahí puesto.
Un frutero hasta el tope de diversas y suculentas frutas que eran custodiadas por un pequeño dragón de hielo, de esos que caben en la palma de la mano y que se mantienen en casa como mascotas para mantener las frutillas lindas y frescas con el frío que producen. Un plato alargado llamaba la atención por el pescado silvestre muy bien adornado sobre él, era grande, jugoso y el vapor que salía de él te hacia agua la boca. Finalmente, justo en medio de la pequeña mesa se encontraban unas copas alargadas con un líquido verde y brillante, sin duda era esencia de sauce, algo así como vino tinto en la tierra. Todo era más que apetitoso y sorprendente.
–Sírvete lo que quieras, Rin.
–Creí que ustedes no comían animales salvajes.
–La gran mayoría de aquí se rehúsa hacerlo, pero yo vengo de Rash.
–¿La aldea al oeste de aquí?
–Así es Rin, ahí somos enseñados a respetar toda vida en Pandora guardando respeto hasta por tu comida –el pelinegro miró por encima de su hombro al lobo acercarse y le contempló al momento en que este miraba toda la comida con detenimiento. –Adelante, pueden comer hasta hartarse, yo haré lo mismo.
–¡Gracias Gulf!
–Rinya –interrumpió el lobo antes de sentarse a la mesa.
–No nos quedaremos mucho tiempo aquí, así que es mejor que te encuentres preparada.–¿Tan pronto? –comenzó hacer pucheros la chica.
–¿Y a dónde van? –ante la pregunta del menor ambos guardaron silencio. Esto puso a Gulf nervioso y exiliado de la conversación.
–Te lo digo más tarde –susurró el mayor borrando toda felicidad de su rostro. –Tenemos mucho que aclarar Gulf.
–Bien –contestó el pelinegro cortando de tajo el tema.
La comida ocurría con normalidad, todos estaban en silencio hasta que Rinya sintió cierta energía extraña en el lugar. Contemplando a los chicos junto a ella –uno a cada lado– observó como peculiarmente se evitaban la mirada e incluso la palabra. Su amigo Kao parecía enojado y triste a la vez, mientras que el azabache se veía triste e incómodo.
Algo andaba mal.
–¿Pasa algo chicos? –Aguardó respuesta, pero ninguno de los dos chicos le dio nada. –¿Quieren que me calle?
–Lo siento, estaba pensando… –se excusó el pelinegro regañándose mentalmente para prestarle atención a la chica. –¿Decías algo?
–¿En qué pensabas Gulf?
–Algo que me dijo mi mamá, no es importante –metiendo una fresa a la boca trató de desechar el tema.
–Entonces… –la chica comenzaba a sentirse incomoda y por tal razón no quería dejar el tema, ella era demasiado escandalosa como para estar en un lugar tan silencioso. –¿Jugamos?
ESTÁS LEYENDO
Después De Caperucita Roja Adaptación
FantasyHistoria Original de: @Snnyzll Tengo el permiso de la autora para adaptar esta historia. Lean la nota de la autora original yo solo cambie el nombre del personaje. NOTA DE LA AUTORA Hola a todos, un saludo afectuoso para cualquiera que quiera leer e...