El Cielo Está Cantando II

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Listos todas las historias fueron actualizadas nos vemos el próximo domingo.








Para y rebobina. No dejaras de sangrar, pero... Stop. Rewind. Play.

—Bienvenidos a la aldea Feu –una voz tras otra nos saludaba mientras pasábamos.

En definitiva, nuestra llegada se tomó tal y como la esperaba. Los lobos sonreían y gruñían como saludo a Korn, su nuevo líder, y a sus acompañantes humanos. De inmediato Mew fue guiada a la casa que compartiría con su pareja y yo me alejé lo más que pude. Nadie pareció entender por qué prefería estar cerca del bosque en lugar de estar en el centro de la aldea, pero no le tomé importancia alguna.

¿Qué hacía yo en un lugar como ese?

—¡¿Non?! ¡¿Dónde estás tonto?!

Su voz me hizo sonreír. Después de todo, no importaba el lugar ni las personas a mí alrededor si ella estaba conmigo.

—¡Por acá Mew!

—¿Qué haces allá arriba? –Mirándola desde lo alto del árbol donde me encontraba inspeccionando la aldea, se veía aún más pequeña de lo que era. —Baja antes de que te rompas una pierna o te pase algo peor.

—¿Para qué bajar, si me siento en las nubes?

—¡NON! –Me recrimino de inmediato y sin dejar de sonreír me lancé al vacío, deje mi cuerpo caer con libertad para caer con estilo a un par de metros de ella.

Estando a su lado me percaté de un hecho que me hizo sonreír como tonto. Se le notaba radiante. Su sonrisa blanquecina la hacía brillar y el pequeño bulto en su vientre la hacía parecer tan tierna que te obligaba a sonreír sin parar de hacerlo.

—¿Qué les pasa a ustedes dos? –Enfaticé mis palabras moviendo mis manos para apuntarla tanto a ella como al fruto de su vientre. —No deberían estar de mal humor ya que todos estamos a salvo.

—¿De verdad lo estamos?

"No", eso fue lo que quise responder en realidad pero obligándome a mentirle sonreí para asentir lentamente.

¿De verdad estaba mintiendo? Tanto Korn como yo daríamos nuestra vida por ellos, no dejaríamos que les pasara nada. No tenía que preocuparse por nada.

—No debimos venir aquí...

—¿No te gusta el lugar? –Caí sobre mis rodillas para estar a la altura de su vientre abultado y hablar como si la ignorara. —Sé que a ti te gusta, pero a mamá parece pasarle algo raro. Debió ser el pescado de esta mañana.

—Muy gracioso –colocando sus manos sobre mi cabeza la sentí revolver mi cabello. —Hablo en serio... Si ellos vienen por nosotros, pues, ¿eso no es poner en riesgo esta manada?

Suspiré. Sí, esa es Mew. Preocupándose por todos a su alrededor antes que de sí misma. Viendo por todos y nunca por ella. ¿Debería extrañarme? Creí un error absoluto que Korn le comentara la razón para mudarnos y ahora con sus comentarios lo comprobaba, esto solo la preocuparía más. Pero era inevitable.

—Descuida, no te preocupes, el señor "Orejas negras" resolverá cualquier cosa. Él nos protegerá de todo.

Su mirada se ensombreció con miedo, lo cual, me asusto:

—¿Y quién lo cuidara a él?

—Yo –respondí al instante, sin titubeos ni pensamientos extra.

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⏰ Última actualización: Oct 08, 2023 ⏰

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