Verdades I

42 8 2
                                    

-¡Dime que ustedes no tienen nada que ver...! -El azabache no sabía que más decir, exigía una respuesta que al parecer se reusaba a llegar y eso le frustraba. Su mente y corazón estaban completamente en blanco como nunca en su vida. -Por favor...

-Gulf...

- ¡Cállate! -Sentenció el menor, presa del pánico. -No quiero escucharlo.

-Es que tienes que escucharme -los pasos del lobo acercándose hacia el menor lo hicieron reaccionar negativamente.

Su cuerpo se tensó, sus oídos no le permitían oír nada más que su sobresaltado corazón y en lo único que pensó es en huir de ahí como fuera, incluso acosta de lastimarse el mismo.

"Mew ayúdame..."

Por milésima vez Gulf, el único bendecido con la belleza plena en todo Pandora, me suplicaba desde sus adentros por mi intervención. ¿Pero qué podía hacer yo? Tal vez un empujoncito, sí, pero este no era el momento para cambiar las cosas.

-Gulf, ¿estas escuchándome?

-No... -realmente no lo hacía, lo único que captaban sus oídos era el fuerte resonar de su agitado corazón.

-Gulf -intentó nuevamente el lobo.

-¡No!

Sin más aviso que el sonido de vidrio estrellándose, la ventana cerca del pelinegro se destruyó haciendo caer una parte considerable de la pared de madera donde el chico se encontraba recargado, esto provocó, por obvias razones, también la caída del humano fuera de la cabaña. La fuerza impartida por su cuerpo contra dicho objeto lo hizo caer de espaldas dando un extraño y nada ortodoxo giro que provocó varias heridas pequeñas por los vidrios en su piel.

-¿Qué es esto? -se quejó de inmediato Gulf notando la sangre salir calmadamente por sus brazos.

-¿Estas bien? -Se escuchó la voz del lobo detrás de él, solo para provocar que el menor saliera corriendo hacia el bosque. -¡Espera Gulf!

-Kao... Deja que se vaya -la chica habló finalmente mostrando su desprecio por el chico.

-Sabes que no puedo hacerlo Rin, no ahora que él podría...

-No quiero que te pase nada malo -interrumpió la chica bajando la mirada. -¿Acaso no es suficiente ya?

-Si el sale lastimado, también lo estaré yo -fue lo único que susurró el lobo antes de salir corriendo tras el menor.

-Eso es lo que me preocupa, Kao... -soltó la chica bajando las orejas tímidamente. -Nada de esto acabará bien, y no debería involucrarme en esto, pero... Después de todo es él. Mal momento para ser sentimental, Rinya.

La chica comenzó a correr en la dirección que ambos chicos se habían perdido por los arboles deseando poder alcanzarles antes de que alguno de los dos hiciera algo lamentable.

Por otro lado Gulf corría con todo lo que su cuerpo daba de sí, incluso más que eso. Sabía que su sangre era un claro olor para esos dos seres a quienes de pronto temía, pero algo dentro de él le decía que las cosas no se mejorarían si decidía simplemente huir. Cuando sus piernas ya no pudieron más cayó de rodillas esperando a que alguno de los dos chicos que le seguían lo alcanzase.

Cuando finalmente escuchó ramas romperse detrás de él se sorprendió al ver a la primera en llegar.

-¿Dónde está Kao?

-Tú dímelo...

-No intimidas a nadie con ese aspecto que tienes, niño.

-Es bueno saberlo.

Después De Caperucita Roja Adaptación Donde viven las historias. Descúbrelo ahora