¿Amigos?

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-Es él, el número 4-dijo aquel joven, estoico, sereno y arrogante millonario.

Por lo general no prestaba atención a discusiones o problemas de otros, la vida fuera de él y sus negocios era algo a lo que no le prestaba ni la mínima importancia, podía arder la ciudad y si eso no afectaba su vida él seguiría adelante, siempre fué así, desde niño sus padres le inculcaron que debía tener prioridades en la vida, lo demás solo era distracción y la distracción era una perdida de tiempo para las cosas realmente valiosas como el trabajo y el dinero. Apenas salía a fiestas las que eran por lo general por compromiso laboral, no iba a reuniones familiares, su única relación seria había sido Kikyo y su único amigo Kirinmaru, con Kikyo llegó a pensar en casarse, tener un sucesor, un heredero para sus negocios, era simplemente un contrato más que firmaría para obtener un beneficio a larga plazo, no era cuestión de sentimientos. Kirinmaru era un error en la programación de su vida, un error que no podía eliminar y que con el tiempo se había vuelto su conexión con la humanidad.

Pero allí estaba, nuevamente viendo por aquella chica que ni era su novia, dando la cara para que el sujeto que la lastimó fuera refundado en la cárcel y si era de pagar para que fuera en la celda más oscura lo haría. Solo por ella usaría todo su poder, a ella la defendería de quién fuera, no permitiría que nadie le hiciera daño ni siquiera entristecer.

-¿Está seguro señor Taisho?-le preguntó el fiscal, Sesshomaru lo miró con seriedad.

-Estoy completamente seguro de eso.

-Bien-carraspeó un poco intentando disimular el escalofrío que le generó aquella intimidante mirada-Gracias por su tiempo.

-¿Cómo quedamos con la denuncia a la compañía y su junta directiva?-pregunto Kirinmaru y Sesshomaru lo miró, aún no le habían dado detalles más que de la captura de este sujeto.

-La señorita no ha formalizado la denuncia y la compañía se está lavando las manos.

-Yo me encargaré de que los denuncie.

-Señor, estos casos no suelen llegar a nada, termina con un pacto privado,seguro le darán dinero por su silencio, no me extrañaría, y todos felices.

-¿Rin ha sido amenazada?-pregunta Sesshomaru, la sola idea de algo así le cambiaba el humor, si antes quería preso al bastardo del número 4 ahora su ira estaba en aumento, la cárcel no era suficiente.

-Sus jefes intentaron cubrir al tipito, incluso la han despedido, Kikyo ha renunciado en apoyo-la ira del peliplata cambió de dirección, si ya "el número 4" era malo estos hombres eran peores.

-Hablaré con Rin-dijo Sesshomaru sin ningún tipo de expresión, esto preocupó a Kirinmaru, no podía descifrar lo que tenía planeado su amigo ¿Y desde cuándo tanto interés por alguien? ¿Sería por Kikyo? Él sabía que esa relación estaba en su fin así que menos sentido le veía, su única respuesta es que al estar en primera fila de espectador a tal maldad le había removido la poca humanidad escondida en algún rincón de su ser, después de todo Sesshomaru no podía ser tan frío e insensible como pretendía demostrar.

-¿Estás seguro?-Sesshomaru no respondió solo se dirigió a la salida cuando se cruzaron con Koga siendo trasladado a la celda.

-Ya veo-miró con desprecio al peliplata-despues de todo vienes a defender a tu noviecita ¿Acaso no te gustó hacerla tuya en ese estado?¿O no te gustó que otro la manoseara? Rin es dulce, pero cuando se calienta es toda una...

-¡Cierra la boca!-lo calló Kirinmaru.

-Yo tú la cuidaría más, al parecer su abogado también le tiene ganas, se nota a leguas-mira a Kirinmaru con burla-O podrían hacer un trío, seguro ella los aguanta a los dos-Sesshomaru detiene a Kirinmaru extendiendo un brazo antes de que este intentara actuar cegado por la ira, el ojos dorados seguro estaba tan molesto como el ojos verdes, solo que sabía disimularlo mejor.

Destinos CruzadosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora