Juicio

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Rin despertó, estaba muy adolorida, cada centímetro de su cuerpo dolía y se sentía sumamente pesado, incluyendo sus párpados los cuales abrió con dificultad topando su camino con un par de ojos dorados que la miraban con dolor y preocupación, quiso decir su nombre pero su voz sonó rasposa, como si no la hubiera usado en mucho tiempo, él no se hizo esperar y fue por sus labios, poder besarla le daba un poco de aliento a su vida.

—¿Te sientes mejor?—ella asintió—debo llamar a los doctores.

—¿Lo capturaron?—preguntó temerosa.

—Aún no, pero lo harán, así tenga que ir yo en persona a atraparlo y matarlo.

—¿Matarlo? No vale la pena que te ensucies las manos, yo estoy bien—la mirada de Sesshomaru se oscureció, nuevamente vió como el dolor se apoderó de él—¿Que sucede?—él no respondió ¿Cómo podía decirle que habían perdido a su hijo nonato? ¿Cómo decirle que habían perdido una parte de ambos? ¿Cómo decirle algo que a él le quemaba por dentro? Algo que no podía ni repetir—Sesshomaru ¿Que es lo que sucede?

—Rin, tú… nosotros—respira profundo y toma su mano—ese maldixo bastardo acabó con la vida de nuestro hijo cuando te atacó—decir aquello volvió a abrir la herida repitiéndose en su cabeza las palabras del doctor “Ella ha perdido al bebé que esperaba”, parecía que las oiría hasta el final de sus días.

—¿De qué hablas? No tenemos…—preguntaba sin comprender cuando la realidad la golpeó de frente. Le costaba respirar, el corazón se le aceleró y los aparatos a los que estaba conectada empezaron a sonar.

—Rin—Sesshomaru la abraza confortándola, ella lloraba de una forma lastimera, desgarraba el alma verla—te prometo pagará por esto—en eso entran las enfermeras y él doctor quien mira molesto a Sesshomaru.

Tuvieron que sedar a la chica para que se calmara, aún cuando no lo esperaban el hecho de perder un hijo era doloroso para ambos,en 5 semanas habían tocado el tema sobre tenerlos más de una vez y era algo que querían ambos, por eso los métodos anticonceptivos habían sido dejados de lado de forma arbitraria.

—Sinceramente no imaginé que usted le fuera a dar una noticia así al no más despertar ¿Que hará ahora, decirle que estuvo inconsistente dos días cuando se le pase el efecto del sedante?

—¿Acaso debía esperar y que su dolor sea mayor xq se lo oculté? Nosotros no somos del tipo de pareja que oculta cosas.

—No es que le oculte cosas,es sentido común, ella no puede recibir ese tipo de noticias de golpe, incluso contamos con servicio psicológico para eso—Sesshomaru alzó el mentón.

—Le pediré al médico de cabecera de la familia Taisho que la atienda—el doctor lo mira ofendido.

—¿Y él la va a sanar milagrosamente? Le puedo recomendar alguno de nuestros psicólogos, puedo ver que usted también está muy afectado por lo que está pasando—la mirada de Sesshomaru se volvió más fría si eso era posible.

—De ser así nosotros nos encargaremos de buscar un mejor especialista—la llegada de Toga Taisho hizo que aquél doctor se sintiera acorralado, ya se jugaba el cuello al enfrentarse a un Taisho, era estupido enfrentar a dos.

—Si así lo gustan.

—Cuando llegue el doctor de nuestra familia se lo haremos saber—el doctor los miró con seriedad y salió. Toga mira a su hijo que veía a su prometida con seriedad, una seriedad que denotaba tristeza y preocupación—Sesshomaru—él no respondió—hijo, debes descansar, apenas te has apartado de su lado. Le pediré a Kirinmaru que te releve mientras vas a dormir.

—Ya dormí, no necesito descansar más—solo dejaba que Kirinmaru se quedara a su lado cuando él estaba obligado a apartarse.

—¿Has sabido algo del sujeto que entró a su departamento?—Sesshomaru frunció el ceño, Toga no preguntaría si no supiera algo—Oí que lo dejarán como sujeto “desconocido”.

Destinos CruzadosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora