Separación

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El juicio siguió sin ella, los abogados tenían los papeles para continuar en su representación, la compañía Yanai siguió con su labor, cada día Sesshomaru iba a aquella oficina esperando verla sin éxito, un día corrió a la chica que halló ocupando su lugar, el lado aterrador de Sesshomaru Taisho estaba a flor de piel, nadie podía acercarse a él sin ser víctima de su mal humor.

Su departamento había sido vendido, sus cosas habían sido retiradas del lugar por la gente de Irasue quien no daba ni una palabra de ella, simplemente fingía que nadie tocaba ese tema.

Toga había querido ayudarlo pero Irasue se lo había prohibido, Sesshomaru supo de un avión que había salido a Seúl, pero luego tomó otro avión del cual no obtuvo información, ella se había ido, la había perdido y por mas que la buscaba no la encontraba, ella no quería que la encontrara.

Lejos, en Milán, Rin estaba en la computadora cuando las puertas de su oficina se abrieron,esto solo significaba algo, ella alzó la vista y le sonrió a su jefa y ¿Xq negarlo? amiga.

—Sea bienvenida señora Irasue ¿Xq no me avisó para ir por usted al aeropuerto? La esperaba para mañana.

—¿Ya aprendiste a conducir querida?—se sienta frente a ella.

—Eso intento, pero no me cambie de tema.

—Tuve que adelantar mi vuelo, mi querido hijo quería acompañarme está vez—ante esto Rin solo rió.

—Cualquiera creería que está huyendo de un asesino o su secuestrador.

—Y seguirá siendo así mientras no quieras volver a darle la cara.

—Muchas gracias sra Irasue, solo es cosa de tiempo, él es un hombre atractivo y con mucho dinero, mujeres es lo que menos le faltará, cuando ponga su vista en otra no habrá ningún problema en que sepa dónde estoy.

—Es un perro terco querida, creí que lo sabías, terco y fiel a su dueña, a tí, no se como no ha muerto de tristeza contigo lejos, un día lo encontraré muerto con la pata tiesa en un rincón.

—No diga eso—rió nuevamente—no le deseo ningún mal a su hijo, por el contrario le deseo todo lo bueno que se le puede desear a alguien.

—Él lo que desea es verte—entonces Rin borró su sonrisa.

—Eso no se puede por el momento, tal vez nos volvamos a cruzar en la vida pero no será de la misma forma, él debe hacer su vida y yo la mía.

—¿Eso es posible?

—Algun día lo será.

—¿De tu parte algún día será?

—Lo intentaré—suspiró.

Los días que Rin estuvo en casa de Irasue recibió su apoyo incondicional, el apoyo de una madre, tan sincero que le contó su plan de irse para no volver, al principio la intentó convencer de lo contrario pero al ver la actitud fría y evasiva de Sesshomaru le molestó mucho, tanto como para ser ella misma la que cuadrara su escape, su hijo no se merecía una chica así y ella no merecía sufrir la indiferencia de su hijo.

Irasue preparó un vuelo, estaba a disposición en cuanto ella se decidiera y aquel día del juicio había sido suficiente para decidir.

Sesshomaru estaba con Kikyo, estaban tomados de la mano y poco después él la besó ¿Cómo podía haber cambiado a su pareja en una semana? En una semana tan dura para ella, xq al parecer a él aquello no le había dolido.

Rin sabía que Sesshomaru había hecho de todo para localizarla, sabía que había puesto a sus hombres a buscarla, un par de ellos habían llegado a su puerta, tuvo que hablar con ellos y convencerlo de no volver con la información, simplemente no quería verlo, no quería tener nada con él, seguía trabajando con la sra Irasue xq la tenía mucho cariño, más cuando ella le decía hija.

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