Venganza

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Capítulo para mayores de edad, si eres mejor sáltalo y piensa en que solo fueron a dormir después de cenar, No me hago responsable de hasta donde lleguen sus mentes.

Que lo disfruten.

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Sesshomaru se encontraba frente a aquella puerta sin saber si tocar el timbre o golpear la madera ¿A esa hora no se supone que debían estar dormidos? Eran más de la 1 de la madrugada, la brisa fría mecía su cabellera y acariciaba su rostro, se sentía ansioso, quería ver nuevamente a su quetida Rin aún cuando hace menos de 12 horas la había visto, miró sus un manos, casi podía ver sus ansias vibrar por ellas.

Sacó su celular para escribir.

—“¿Dormida?”—ella no respondió pero poco después oyó como le quitaban el seguro a la puerta y al abrirse daba paso a la mujer de su vida, su dueña.

—Buenas noches—le sonrió ella, él amaba verla sonreir pero no pudo evitar notar como vestía, una camisa de hombre que le quedaba claramente grande, iba descalza y se cubría con un abrigo de lana.

—¿Dormías cuando te escribí?—tensó la mandíbula preguntándose de quién era aquella camisa.

—No, revisaba unos documentos,  pero pasa—tomó su mano y lo adentró a la casa—es tarde así que no te preparé algo pesado.

—¿Estás sola?—notaba que Rin no se cohibía de hablar en un tono de voz normal aunque alto para la hora.

—Sí, Kagome ha salido con Inuyasha—Sesshomaru la detiene y mira bien su ropa lo que la hace sonrojar.

—¿De quién es?

—Mi…mía—él le quita el abrigo para verla solo con la camisa de hombre, no le extrañaba que ella se la hubiera comprado para estar cómoda en casa pero igual le molestaba verla usar ropa de hombre y que no fuera la suya. Se quitó su sacó para quitarse la camisa y ofrecérsela a ella.

Rin miraba sonrojada la acción de Sesshomaru al igual que su cuerpo solo cubierto por aquella fina tela que era la franelilla, estiró la mano para recibirla pero él tomó su muñeca y la acercó más a él.

—Quítate esa—ordenó con voz baja y profunda. Rin tragó saliva antes de que sus manos tomaran el borde de la camisa y la llevara hasta más arriba de la cabeza retirándola. La mirada de él se volvió más intensa, bajo aquella camisa solo traía la parte inferior de su ropa interior, sin sujetador ni algún shorts, ahora ella estaba frente a él casi totalmente desnuda, sonrojada, dispuesta a él.

Sesshomaru extendió su mano libre y retiró despacio el cabello que cubría uno de los hermosos pechos de Rin,luego deslizó su mano por su cuello y fue bajando despacio por su pecho hasta llegar a su sonrosado pezón, delineó la areola con su dedo indice y luego apretó ligeramente su pezón entre el dedo medio y el indice, podía verla respirando de forma rápida y agitada, sentir su corazón latiendo con fuerza, no deseaba comer, deseaba tomarla a ella por entero.

La tomó de la nuca con rapidez y la besó con intensidad, se adentró en su boca con su lengua encontrando la de ella que no opuso resistencia para ser dominada por la de él, estaba siendo una fiera pero no podía contenerse después de tanto tiempo, no teniéndola así frente a él, menos aún cuando ella lo recibía gustosa.

—Sessh…—gimió al luchar por aire antes de continuar con aquel frenético y deseoso beso. Él la tomó de los muslos y la subió a la mesa tras ella—aquí no…—se apartó un poco intentando controlar su respiración—vamos a mi habitación.

—No sería la primera vez que te tomo en la cocina—su voz sonó ronca sobre sus labios.

—Soy… huésped, no es nuestra cocina—ella tenía un punto a su favor, sería tonto creer que no dejarían evidencia de sus actos, aquella endeble mesa no soportaría la pasión de sus actos.

Destinos CruzadosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora