Somos Dos

351 46 85
                                    

Sesshomaru besaba a Rin que seguía bajo él, hacerle el amor se había convertido en su cosa favorita del mundo ¿Antes había tenido un algo favorito? No, nunca, pero ahora sin duda eso lo era, oír su dulce voz excitada decir su nombre y pedirle más estaban en sus palabras favoritas, ella diciendo que lo amaba se llevaba el premio. Miró sus ojos brillantes, sus mejillas sonrojadas, sus labios enrojecidos de tanto usarlos, su hermoso cuello marcado, su delicado cuerpo bajo él, volvió a sus ojos y le sonrió dulcemente.

— Cásate conmigo.

—¿No vas muy rápido?—dijo más sonrojada ella.

—Debí pedirte matrimonio cuando nos presentaron.

—Pudiste pedírmelo cuando te golpeé, estaba tan enamorada de tí—se ríe—me hubieras pedido matrimonio ese día y te hubiera ido peor.

—Hubiera valido la pena.

—No podemos casarnos—esta respuesta no le agradó a él y ella notó como sus ojos se oscurecieron—hay mucho en medio de nosotros.

—Nada nos impide estar juntos.

—¿Kikyo y Kirinmaru? El trabajo, las clases sociales…

—No tengo nada con Kikyo hace mucho, lo que pasó la última vez fue un error—decirle que fué por unas pastillas no era necesario, no quería que nadie supiera los detalles—y tú no tienes nada con Kirinmaru.

—¿Acaso yo he dicho eso?—él se hizo a un lado sentándose en la cama y dándole la espalda—Sesshomaru…

—¿Me amas?—preguntó sin mirarla.

—Sí—dijo dándole la espalda—pero…

—No lo digas—cerró los ojos, aquel “pero” le había dolido—quiero imaginar que no estás arrepentida de… acostarte conmigo.

—No tienes ni idea por lo que paso o de lo que siento.

—¿Xq no me lo dices? Eres buena contando historias de tu pasado—la miró y notó que ella estaba de espaldas, que ella lloraba, se sintió como basura así que se acercó a ella y la abrazó por la espalda—discúlpame, no quise decir eso—besó su hombro—no quise hacerte sentir así ni ponerte en esta posición.

—No, discúlpame por hacerte esto a tí—él la hizo voltear para ponerse sobre ella nuevamente.

—¿Te disculpas por hacerme amarte?—limpia su rostro—Nunca te disculpes por eso.

—Estoy dañando una hermosa amistad, han estado juntos desde niños.

—No pienses en eso, estoy seguro que Kirinmaru tampoco se arrepiente de amarte y que él también luchará por tí.

—Eso no me consuela, no los quiero ver peleando, menos por mí, me gusta verlos felices, como lo que son; mejores amigos, no discutiendo por mí causa.

—Ya te he dicho que no es tu culpa, nosotros fuimos quienes nos enamoramos de la misma mujer, tú no nos obligaste a nada.

—Yo…—el celular de ella sonó entre las cosas que Kikyo le había arrojado, sintió que el corazón se le detuvo para luego latir a una gran velocidad, pronto saldría huyendo de su pecho, cerró los ojos con fuerza, tenía miedo. Aún con los ojos cerrados sintió los finos labios del peliplata sobre los suyos, su corazón dejaba de doler y se calmaba, entraba en armonía, abrió los ojos y lo miró, él mantenía los ojos cerrados.

—Contesta su mensaje, llámalo si quieres, debo ir a la oficina—se apartó despacio.

—Debo dar la cara Sesshomaru—dijo sujetándolo por el brazo—Si él lo sabe debe estar…

Destinos CruzadosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora