Haces Amor De La Nada

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Making Love Out of Nothing at All" — Air Supply.

Sesshomaru despertó temprano como cada día para contemplar a su esposa, sabía cómo hablarle suave y hacer que su piel se erizara, también habían llorado juntos, sabía cómo hacerla hablar con una mirada, ella no podía mentirle y él tampoco aún cuando le era tan fácil engañar al mundo entero.

Él solía definirse como un ser estoico, ajeno a los placeres de la vida como lo eran la alegría, el amor, incluso al dolor, el pesar. Toda su vida había sido programada por él mismo para que solo los números de sus empresas llenarán su vida, todo estaba medido para que fuera así, incluso el tener una pareja trofeo con el cual procrear un heredero cuando él así lo deseara... Lo que no midió fue que aquella mujer lo llevara a conocer a la persona que cambiaría su vida para siempre.

Su inocencia, su luz, la forma como sonreía o como se sonrojaba, eran cosas que llamaban su atención, pronto supo cómo activar esas sensaciones en ella, esa y muchas más, cosa de las que se aprovechó. Cuando quiso detener aquello ya era imposible, él no solo no quería realmente, no podía. La deseaba cerca, la deseaba a su lado y procuraba que así fuera.

No podía engañarse con que era algo pasajero, todo podía terminar, podía llegar el fin del mismo mundo pero ella se había convertido en su mundo, lo que sentia por ella no pasaría nunca, no debía dejarse dominar por sus sentimientos, más aún sabiendo quien era ella para su novia y su único amigo, pero igual lo hizo, descubrió su corazón para ella.

Él siempre fue emitido por muchos por su forma de dominar el mundo financiero, sabía cómo jugar ese juego, sabía perfectamente como destruir a otros para posicionarse él, pero en cuanto a ella… ella era su debilidad, nada tenía valor junto a ella, podía dejar todo de lado pero ella… Rin lo había enamorado por completo.

Amor.

Curiosa palabra que no conocía hasta que entró ella a su vida.

Ella era capaz de convertir todo en amor.

Amaba los días cuando la veía.

Amaba ir a trabajar cuando ella estaba a su lado.

Amaba las flores que ella recogía y colocaba en su cabello.

Amaba su sonrisa.

Amaba su caminar.

Amaba hasta como sonaba su nombre de sus labios.

Amaba cualquier cosa que viniera de ella, todo lo que ella hacía era amor.

Cada vez que la veía el mundo parecía detenerse, su cabello brillaba con cada rayo de sol, cada estrella había perdido su brillo para entregarlo a sus ojos, su corazón solo latía por y para ella. Rin se había convertido en un faro ardiente que lo guiaba a la felicidad, felicidad que no conocía pero que ahora anhelaba xq era ella, no era nadie si no la tenía, si no tenía su amor.

Era el mejor en los negocios, un demonio,  sin ningún sentimiento, podía tenerlo todo pero no la tenía,no él. Así que luchó, luchó por ella contra todos, hasta vencer, hasta tenerla a su lado y prometerle amor y felicidad, cosa que solo podía lograr con ella a su lado…sin ella no era nadie, un cascarón vacío, frío, oscuro.

Ella era amor.

Ella era su amor, su felicidad.

Ella todo lo volvía amor.

Todo lo hacía amor de la nada.

La abrazó más a él y ella se acurrucó en sus brazos, aún en sueños sonrió al sentirse protegida en los brazos del hombre que amaba y la amaba.

Destinos CruzadosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora