Caída Libre

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El día entre amigos estaba llegando a su fin, Sesshomaru estaba al teléfono con las llaves de su auto, ya habían visto dos películas y comido un montón de papas con refrescos, cenado unos emparedados que había hecho Rin en unos minutos, habían seguido hablando de sus vidas, conociéndose más, pero casi era media noche y el peliplata tenía trabajo pendiente.

—¿Siempre trabaja tanto?—le pregunta Rin a Kirinmaru.

—He llegado a pensar que es xq no tiene un motivo real para llegar a casa.

—¿Que hay de Kikyo?

—Tal vez sea un motivo más para no volver—dijo con pesar, su amigo merecía una chica que lo amara, le fuera fiel y lo hiciera felíz, agradecía grandemente haber conocido a Rin, hasta entonces él había Sido así.

—Debo irme—se acercó—la comida estuvo deliciosa, deberé ir a mi departamento a cambiarme, no iré a la oficina vestido así y menos con un traje de Kirinmaru.

—Mi ropa es de las mejores marcas—dice ofendido.

—Te ves bien así Sesshomaru—le sonrió Rin.

—Igual me cambiaré—se despidió con un gesto de la cabeza y se fué.

Apenas se cerró la puerta Kirinmaru la besó.

—¿Quieres hacer algo?

—¿Dormir?—él sonrió divertido y tomó su mano para guiarla a las habitaciones.

—La mía es la principal, puedes quedarte aquí o en la de invitados, yo me puedo quedar en la otra.

—Duerme en tu cama, yo dormiré en la de invitados, lo que menos quiero es incomodar.

—No es ninguna molestia—la guía a la habitación de invitados—Sessh se queda aquí en ocasiones, así como yo me quedaba en su departamento antes.

—Gracias por tus atenciones—dijo sonrojada mirando a otra parte.

—No tenemos que hacerlo—dijo acariciando su rostro con ternura.

—Pero… quiero hacerlo—esto lo sorprendió y bajó a sus labios.

—¿Estás segura?—la sintió estremecer.

—Sí, pero… debo decirte algo, yo nunca… pues…

—Nunca has estado con un hombre—ella niega.

—Incluso Kikyo cree que sí pero… nunca pude, dejé que otros dijeran que lo hicimos para evitar la presión.

—Esa es una tontería, debiste defender tu honor.

—Cuando dejé de defenderlo me dejaron en paz, incluso Kikyo.

—¿Kikyo? No comprendo.

—Luego que ella tuvo relaciones me comenzó a presionar para que dejara de ser una niña.

—¿Que clase de amiga es esa? Pensé dijiste eran como hermanas—aquello lo había molestado mucho ¿Acaso Rin siempre estaba en riesgo estando con Kikyo? Bueno, le preparó una cita a ciegas con él, incluso los dejó solos, Definitivamente Kikyo no era tan buena amiga como creía.

—Ella quiere lo mejor para ella y lo mismo para mí, por eso puede que me orille a hacer ciertas cosas.

—Rin, sinceramente no quiero ser el patán que tome tu pureza.

—Nadie me está presionando—toma su rostro con ambas manos—yo…—se sonroja y él la besa.

—Si estás segura de esto—ella asiente y se vuelven a besar, Kirinmaru la tomó en brazos y la llevó a la cama, no quería presionarla así que por un tiempo solo se besaron, suaves besos que poco a poco fueron subiendo de intensidad, al principio él mantenía sus manos fijas pero con lo intenso de los besos las caricias no se hicieron esperar, suaves, recorriendo su cuerpo como si fuera a deshacerse bajo sus dedos, acariciando su cintura, su espalda, sus piernas, al subir a sus pechos el beso su cuello haciéndola suspirar—tu aroma es tan seductor, tan… embriagante—pasó su lengua por su clavícula, subiendo por su cuello hasta su barbilla—Rin, quiero besarte y saborearte por completo—ella lo besó y él fué subiendo su blusa para quitársela, sentir su piel pegada a la de él solo lo excitaba más, volvió a su cuello y siguió bajando a sus pechos, despacio retiró el sostén para saborear aquellas colinas que deseaba escalar diario, ella suspiraba ante cada caricia, ante el recorrido de aquella hábil lengua que la hacía estremecer. Kirinmaru introdujo uno de los pechos en su boca mordiendo, succionando, saboreando, arrancando de su garganta los más dulces gemidos en la chica, ella enredaba sus dedos en el ondulado cabello de él, nunca había sentido tanto placer, ninguna caricia se comparaba con aquello, ningún beso la había hecho sentir así. Él se apartó de sus pechos despacio con una sonrisa seductora.

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