Destinos Cruzados

Hermosa Relación

Los besos no pararon por más de una hora, al igual que las palabras dulces y de disculpas que el otro respondía con más besos, a él no le interesaba que había causado el cambio en Rin, no le interesaba que o quién la había convencido de ello, solo le importaba que ella estaba entre sus brazos, habían vuelto y él no la dejaría, daría su vida para que así fuera.

Tocaron a la puerta, la insistencia en el toqueteo hizo que Sesshomaru gruñera como gesto de desagrado y Rin riera recordando viejos tiempos.

—¿Cuantas posibilidades hay de que sea Kirinmaru?—pregunto ella en un susurro cerca de sus labios.

—Muchas.

—¿Él venía a verte?

—No, pero no hay hombre más inoportuno que él—Rin volvió a reír.

—Debo abrir o tirará la puerta.

—No tiene seguro, no entra xq seguramente cree que te estoy haciendo el amor y no es algo que quiera ver—Rin se sonrojó y él dejó ver su sonrisa más coqueta—y ganas no me faltan pero ya será luego—la soltó con delicadeza liberándola para que pudiera ir a abrir.

En efecto era Kirinmaru que miró primero a la chica y luego a su amigo con una sonrisa pícara, era evidente lo que pensaba causando el sonrojo en Rin.

—No pierden el tiempo ¿Eh?

—No hacíamos nada—dijo sonrojándose más.

—¿No?—la tomó de la barbilla y la hizo alzar la cara—y tus labios enrojecidos y sin labial es de tanto trabajar y discutir sobre cómo administrar una compañía—ella dió un paso atrás para soltarse y ocultar la cara entre sus manos. Kirinmaru rió a carcajadas y Sesshomaru solo lo miró con fastidio.

—Déjala en paz—le reclamó Sesshomaru—tienes un pésimo sentido del humor.

—Tu tienes un pésimo sentido del humor—le ataja el pelirrojo—las noticias vuelan y solo quería comprobarlo yo mismo—ahora borró su sonrisa y miró con seriedad a Sesshomaru—xq esto es serio ¿Verdad? Han vuelto.

—Por supuesto—Sesshomaru va hasta Rin y toma su cintura—Estamos retomando nuestra relación por completo.

—¿Se casarán?—entrecierra los ojos.

—¿Acaso lo dudas?—Rin miró a Sesshomaru y este le devolvió una mirada serena—es lo que más deseo, hacerte mi esposa, solo vivir para hacerte feliz—él acaricia su mejilla—no quiero verte llorar de tristeza más nunca, solo que tus ojos brillen de felicidad.

—Tambien deseo hacerte feliz cada día de nuestras vidas, que solo haya luz y no más oscuridad, Sesshomaru, te amo—él bajó a sus labios para besarlos pero apenas los logró saborear cuando la melosa y burlesca voz del peliplata llegó a ellos.

—Que lindo es el amor—Rin bajó la mirada apenada—vamos Rin,no sé qué te da vergüenza, si es por mí hace tiempo acepté que ustedes eran perfectos juntos, tu eres la mujer ideal para Sesshomaru, no tengo idea cuantas veces se lo dije a él mientras eras mi novia pero no me equivocaba, eres la única persona en este mundo que podría complementarlo—Rin lo mira sorprendida—cuida de mi hermano.

—Siempre lo haré, como él ha cuidado de mi y lo amaré como él me ama a mi. Kirinmaru, gracias por estar a su lado y cuidarlo.

—¿Cómo no hacerlo? Los amo a ambos—da dos pasos atrás apartándose del posible alcance de Sesshomaru—aunque de formas totalmente diferentes—Rin miró a Sesshomaru lista para detenerlo pero él solo soltó un ligero gruñido y kirinmaru rió—por lo menos yo soy sincero.

—¿Quien te contó?—preguntó Rin.

—A ver—lo pensó—Kagome le dijo a Inuyasha, él a su madre, Isayoi a Toga y él a mí.