Mrs. (Kinda) Soulmate

XXII

Me encuentro fuera del set, tomando una respiración profunda y la mano de Karlie cargada sobre mi hombro en modo de apoyo

—Vamos— Me anima

—Al mal paso...— Digo y atravesamos la puerta juntas

Ahí están todos, nuevamente poniéndose manos a la obra, nadie me ve raro (como si no hubiera hecho una escena recientemente)

—Bien ¿Ya le dieron a los representantes legales de los menos y a los actores los contratos a firmar?— Pregunto al departamento legal 

—Si, estamos listos para ponernos a trabajar— Dice el fotógrafo

El director de cámaras se ha puesto en marcha, yo tomo asiento junto a Karlie cerca de el. Los minutos pasan y pronto siento una mano en mi hombro, es Dianna

—¿Me permites invitarte un café?— Me susurra y yo abro los ojos sorprendida

—¿Perdón?— Digo alterada

—Ahí tienen una estación de café— Me señala con una voz suave y el alma me vuelve al cuerpo

—Disculpe pero, es horario laboral— Señala Karlie suavemente 

—Kloss no se si es un gusto verte de nuevo— Dianna tiene una sonrisa socarrona en el rostro —Pero hablaba con tu jefa— Dice nuevamente y yo tomo el brazo de Karlie para que me vea 

—Esta bien, Karlie. Volveré enseguida— Ella asiente —Estás a cargo— Le sonrío suavemente y sigo a Dianna

—¿Cómo has estado?— Me pregunta Dianna mientras me sirve café y comienza a echarle azúcar de a montones, me acerca el vaso y lo rechazo

—Ya no tomo el café así— Le digo mientras me sirvo por mi cuenta y comienzo a prepararlo

—Supongo que es normal... cambiar— Dice cautelosamente 

—¿Qué quieres Dianna?— Sueno mas molesta de lo que realmente estoy

—Tranquila, Alisson, solo quiero saber como has estado— Dice tranquilamente mientras levanta sus manos inocente 

—Muy bien, gracias— Digo aun a la defensiva

—Te he extrañado— Dice suave, mientras bebe un poco de su café

—Dianna, por favor— Digo masajeando el puente de mi nariz 

—Alisson, por favor— Dice suave —Sabes que tu me has extrañado— Dice pícaramente, sonriendo con plenitud. Como si estuviera muy segura de lo que dice

—He aprendido a superar lo que tuvimos, Dianna— Le digo determinante

—Mami ¿Quién es ella?— Dice de pronto la niña

—Te presento a la señorita Swift, ella y yo solíamos ser... amigas— Dice con cariño mientras me guiña un ojo y yo bufo fastidiada

—Un gusto, pequeña— Le digo a la niña, no es su culpa que su madre sea un dolor de muelas. Espera ¿su madre? —Veo que no perdiste el tiempo— Digo mientras bebo otro sorbo de mi café, esta terrible. Es como agua de calcetín

—Ve a tu lugar, cielo— Le anima a la niña y esta corre de vuelta al set —Sabes que siempre he sido muy niñera— Me recuerda

—Como sea, tengo que volver a mi lugar— Digo mientras camino de vuelta a mi lugar, pero ella me detiene del brazo —¿Qué?— Pregunto más fastidiada

—¿Te gustaría salir conmigo?— Me mira, nuevamente con esa cara, la misma que me dedico esa mañana de lunes en la escuela

—Dianna, estas casada, tienes una hija y yo...— Pero me interrumpe