XXVI

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Estaciono el auto frente a mi casa y tomo un suspiro largo, realmente no se que va a pasar pero se que no quiero entrar. Lo que menos me apetece justo ahora es ver a Dianna porque se que me espera una posible discusión pero tampoco puedo volver a la oficina a sentirme incómoda con Karlie.

Las llaves son el único ruido que hay en mi casa y cuando asomó la cabeza todo está apagado a excepción del camino de velas que conduce al comedor donde Dianna está sentada totalmente erguida y con una sonrisa brillante. Trae puesto un vestido morado que grita primavera desde cualquier ángulo; ella no dice nada pero en sus ojos veo que tampoco pretende que hablemos... pero no de la misma manera en que yo lo deseo

—Preciosa, llegaste— Me sonríe 

—Dianna, aprecio este gesto pero necesitamos hablar— Digo mientras me quito el saco y lo colocó descuidadamente sobre una silla

—¿Ahora que pasa?— En sus ojos veo preocupación y enseguida se levanta para encontrarse cerca de mi, pero yo doy un paso atrás

—Quiero que me expliques porque quisiste embarrar a Karlie en tu mentira de lo que te obligó a huir del país en cuanto nos descubrieron juntas; y no lo niegues, que se toda la verdad— Le advierto cuando la veo tomar una bocanada de aire para replicar

—Es verdad que Karlie no sabía como tal del asunto, pero su tío me aseguro que la usaría en mi contra (su testimonio). Yo he atado cabos pero es verdad que el rector Kloss estaba buscando ayuda legal— Dice mientras la veo enojada. No se si de recordarlo o porque la he encarado

—Sea como sea te pedire un favor— Le digo determinante —No vuelvas a meterte con Kloos. Lo que haya pasado con ella en el pasado está en el pasado y ahora trabajamos juntas y no me interesa tener problemas en el trabajo— Le digo señalándole con un dedo

—Pues mientras no se meta conmigo...— La oigo susurrar —Bien, hecho— Dice rendida —Ahora por favor cenemos, lo he preparado para ti— Me sonríe y yo suspiro. Solo quiero dormir 

—Bien— Digo mientras me dirijo al baño a lavarme 

***

—Gracias por la cena, estuvo deliciosa— Digo mientras levanto la mesa 

—Para mi fue un placer— Dice y de pronto la escucho y veo detrás de mí, pretendiendo abrazarme 

—Dianna, necesito que hablemos de lo que sea que estas confundiendo aquí. Tu y yo no estamos retomando nuestra relación ni nada por el estilo, te perdono por lo que ha pasado y lamento que se confundiera porque tuvimos relaciones hace menos de 24 horas. Debo disculparme pero eso, fue un error causado por la ira y espero que podamos tener una relación cordial de ahora en adelante— Digo mientras me alejo de Dianna

—Taylor— Dice con un suspiro —¿Que tienes que perder? ¿O es que hay alguien más?—

—Jamás— Declaro — Nunca traicionaría siendole infiel a mi pareja. No creo estar lista para una relación y menos una que implique volver contigo. No me mal entiendas pero me costó mucho tiempo, esfuerzo y horas de terapia poder dejar atrás nuestro amor. Te recuerdo como un buen momento (con todo y lo que eso haya implicado) pero nada más— La miro, pero ella no está viéndome —Además tienes asuntos familiares y yo...— Pero me interrumpe

—¿Es porque tengo una hija?— Pregunta enseguida, se que si no la interrumpo con mi mirada de sorpresa ella habría dicho algo como "Puedo deshacerme de ella, si quieres"

—No tiene nada que ver con tu hija, de hecho ese nunca sería un problema— Le digo calmandola 

—Te dije que me estoy divorciando— Ella me recuerda

—Y es por eso que no podemos siquiera pensar en intentarlo, Dianna. Necesitas arreglar tu vida y después atreverte a pensar en incluirme en ella— Le digo mientras la conduzco a la puerta sutilmente.

—Taylor déjame cortejarte, sabes tan bien como yo que estamos destinadas a estar juntas— Me suplica 

—Por ahora te ofrezco no expulsarte de mi vida ¿bien?— Le digo mientras abro su puerta

—Bien— Dice con un tinte de molestia, pero no le queda de otra

—Ahora ve con tu hija que seguro ya tiene un buen rato sin verte— Le digo con cautela

—¿Podríamos vernos pronto?— Pregunta

—Claro, en un par de días andaré mas desocupada, te llamaré— Le aseguro —Buenas noches— Le sonrío con cansancio y cierro la puerta tras un "descansa" de Dianna

***

Por la noche me costó un poco poder dormir pero lo logré pasadas las 2 de la mañana. Estoy muertisima, pero al menos me siento más tranquila.

Le doy de comer a Meredith, quien no había aparecido mientras Dianna estuvo de "visita". Me baño y visto y salgo directo al trabajo. Paso frente a la casa de Karlie y siento una necesidad absurda de detenerme y tocar a su puerta, pero ella me ha dicho que no quiere y yo no quiero agobiarla.

—Buenos días, Ross— Digo en cuanto a veo a la mujer 

—Buenos días, Taylor. Hoy si viene mi jefe-- Me dice con picardía mientras me guiña un ojo

—Hoy podrá encontrarme aquí todo el día, no pienso salir— Me río y camino directo a mi oficina mientras veo a Ross sonreír.

Al entrar Karlie me sonríe y me tiende un latte

—Hola— Dice sencilla —Pensé que tal vez necesitas tu dosis de cafeína diaria— Ella le bebe a su vaso

—No sabes cuanto— Digo relajándome por completo mientras le doy un trago —Gracias, Karlie— Digo con vergüenza 

—Estamos bien, Taylor. Relájate— Me dice risueña 

—Es que ayer tu y yo estábamos trensas y luego tu dijiste que no querías que pasara por ti y...—

—Claro, porque quería comprarte el café de la paz y reconciliación— Me sonríe y yo me relajo por completo —Ahora que estamos bien, porque... ¿lo estamos verdad?— Me mira

—Totalmente— Le digo soltando una carcajada 

—Ayer me quede con un pendiente que no supe como manejar y mejor espere a que volvieras— Dice mientras se dirige a su escritorio por los papeles y entonces nos ponemos en marcha




***





Buena lectura :D

Mrs. (Kinda) SoulmateDonde viven las historias. Descúbrelo ahora