El almuerzo fluye con naturalidad; los chicos bromean y Karlie luce encantadora mientras sonríe y confirma que es estupenda.
—¿Cómo va ese asunto de Coca-Cola por cierto?— Pregunta Cher
—Estupendo— Dice Karlie mientras me mira, estoy sentada justo a su izquierda en esta hermosa mesa redonda llena de comida y bebida —La verdad es que Taylor es brillante— Dice mientras siento su mano sobre mi pierna en una suave caricia que termina tan pronto como empieza
—No te demerites, somos un buen equipo más bien— Le guiño un ojo y toco su brazo sobre la mesa
—Bueno, las dos son excelentes— Admite Ed y seguimos comiendo y bebiendo mientras hablamos de todo
***
—Adiós, chicos— Dice Karlie desde la puerta, despidiendo a todos y yo a su lado agitando la mano sonriéndole a Cher, que me hace un gesto simpático con sus cejas
—Que gran día, Elizabeth— Le digo una vez que cerramos la puerta
—Gracias a tu ayuda, Tay— Dice mientras me guiña un ojo y vamos directo a su sala, donde nos sentamos y disfrutamos los últimos segundo del disco de B.B King
—¿Puedo preguntarte algo?— Digo al aire, un poco culpable por invadir nuestro tranquilo silencio
—¿Quieres otra margarita?— Gira su cabeza y me ve con una sonrisa
—Me encantaría, aunque eso no era lo que iba a preguntar— Le sonrío y ella se levanta y tras un par de minutos donde solo se escuchaba la licuadora y yo colocaba el último disco disponible: Kenny G. Supongo que está bien porque será pura musica de fondo, sin voces adicionales
—Aquí tienes— Dice mientras me extiende mi copa y la siento sentarse más cerca esta vez —¿Qué era eso que querías preguntar?—
—¿Por que nadie mas te dice Elizabeth?— Pregunto mientras la veo y bebo de mi copa
—En realidad toda mi familia me llama Elizabeth— Comienza diciendo con mucha alegría —Por alguna razón todo el mundo fuera de ese particular y muy exclusivo círculo prefirieron llamarme Karlie y al final me he acostumbrado; sin embargo, el que alguien me diga Elizabeth de algún modo lo considero un nivel de privilegio— Me sonríe
—O sea que decirte Elizabeth es un privilegio para mí— Aseguro
—Digamos que te lo haz ganado— Dice mientras deja su copa sobre la mesita de centro y me sonríe
—El más alto nivel de honor— Digo mientras tomo su mano y la aprieto mientras la entrelazamos
Ella no me suelta y yo tampoco tengo intenciones de hacerlo y siento la sangre circular por mi cuerpo y aterrizar en mis mejillas, no se si se debe al toque o a su fija y profunda mirada. Tampoco decimos nada, creo que ninguna de las dos quiere romper esta extraña burbuja que hemos creado. Sus ojos me miran y aunque por mucho tiempo trato de sostener su mirada la realidad es que termino desviando mi vista a sus labios que tiene un poco de sal del escarchado de su margarita y en un arranque de coraje y de algo más que me niego a aceptar en voz alta en mi cabeza me atrevo a usar mi mano libre (la que no está tomando la de Karlie) y le quitó con el pulgar los restos del labio y entonces el aura se vuelve tenso y siento su respirar pesado y entonces Karlie exhala fuerte
—Tenías algo de sal— Digo suavemente y la veo ver mis labios pues he llevado mi pulgar a mi boca para limpiar la sal
—Alisson, no creo que sea buena idea que hagas eso— Dice pesadamente mientras su mano que sostiene la mía se ajusta aún más
—Lo... lo siento es— Y tras una pausa la veo —¿Por que no es buena idea?— Alzo mi ceja suspicaz, esa margarita me ha dado valor
—No puedes cargar con las consecuencias— Dice mientras veo su lengua pasear vagamente sobre sus labios
—¿Tan segura estás?— Digo acercándome a ella
—Lo digo por tu bien— Dice con un tono que apenas y percibo
—Puedo y se cuidarme sola, Elizabeth— Le digo retadoramente
—No de las consecuencias de esto— Dice muy cerca de mi, puedo sentir incluso el calor emanando de su cuerpo, tan cerca de mi
—¿Me retas?— Le dedicó la sonrisa que se es mi mejor arma y la veo sonrojarse
—¿Quien perdería?— Dice con su aliento acariciando mi piel
—La que no se atreva— Digo a un segundo de besarla
*ding ding* Suena el timbre de su puerta y nosotras apenas y nos hemos alejado
—¿Esperas a alguien?— Digo en susurro
—No, puede que sean los chicos— Dice aun mirandome
—Bien, ve a abrir— Digo tomando un suspiro largo y alejándome sintiendo toda la tensión disiparse
—y ¿quien gano?— Dice mientras se levanta del sofá y camina a la entrada
—Por ahora es un empate— Digo muy bajo, se que ella no me ha escuchado y entonces escucho la puerta abrirse y la voz de ¿Tom? saludar
—Hola, Elizabeth— Saluda y una parte de mi quiere correr a la puerta —Pasaba por aquí y...— Dice
—Tom, te he pedido muchas veces que no me digas Elizabeth— Dice una Karlie muy cansada
—Lo sé, lo siento Karlie— Dice con falsa inocencia —Como sea, pasaba por tu casa y pensé que tal vez si no tienes planes...— Pero yo he tenido suficiente de eso, así que con gran velocidad aparezco tras de Karlie y la abrazo por la cintura
—Elizabeth ¿quien es?— Digo con falsa dulzura —Oh...— Expongo inocente —Hola Tom— Y no, aun no la suelto
—Taylor ¿Qué haces aquí?— Dice mientras escanea toda la vista de mi y Karlie abrazadas
—Elizabeth y yo pasamos una tarde de sábado, como de costumbre ¿cierto?— Digo mientras le quiero dar un beso en la mejilla; mejilla que tengo muy cerca pero me contengo; sin embargo, siento las manos de Karlie afianzarse a las mías que rodean su cintura
—Si, algo muy común entre nosotras— Dice con una sonrisa
—Ya veo...— Dice Tom con fastidio —No es por trabajo ¿o si?—
—En realidad nada de esto tiene que ver con el trabajo— Dice Karlie
—Creí que nadie te decía Elizabeth— Recalca Tom aun molesto
—Digamos que soy...— Tomo un suspiro —Especial— Le guiño un ojo
—Supongo que tendré que seguir mi camino— Dice irritado y tras dar media vuelta nosotras cerramos la puerta
***
Se que no he estado muy presente; los últimos tres meses del año siempre son algo ocupados.
Como sea, se esta por poner interesanteBuena lectura :D
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Mrs. (Kinda) Soulmate
Fanfiction¿Cómo es posible que una persona tan diferente a ti pueda ser tu media naranja? Eso es lo que pensaron Taylor y Karlie en cuanto una de ellas cruzó la puerta de aquel elegante restaurante. Bueno, en realidad pensar que Karlie Kloss era su media nara...