Mrs. (Kinda) Soulmate

XLVI

—Pasa— Le digo a Karlie en cuanto abro la puerta de mi casa, dejándola pasar

—Es raro ¿no crees?— Dice aun en el recibidor. Las luces están apagadas y no se oye ni un ruido, pero yo cierro la puerta

—¿El que?— Pregunto

—Que tu has estado en mi casa más veces que yo. Ed decir, esta es mi primera vez aquí— ¿Está nerviosa?

—Falta de tiempo, creo— Resto importancia, pero me siento en ventaja por estar en mi zona. Prendo la luz y escucho un maullido cerca —Miren quien anda aquí— Me agacho a recoger a Meredith —Karlie, es un gusto para mí presentarte a Meredith; niña saluda— Digo acariciando a Mer

—Hola, pequeña— Dice Karlie con ternura y con su mano derecha acaricia la cabeza gris de Meredith, quien ronronea de gusto y enseguida se frota contra la palma de Karlie

—Le has caído bien— Digo risueña, por lo regular a Meredith le cuesta un poco más de tiempo sentirse cómoda con algún extraño, hasta Dianna se la tuvo que ganar a base de premios

—Soy encantadora— Dice inocente y me mira con una sonrisa que me hace flaquear

—Me queda claro— Susurro —No ha chica en esta casa que no crea eso— Le digo, con valor. Solo esperando haber sido sutil, pero la veo sonrojar y me siento muy bien con el resultado. Meredith de pronto maulla, ya quiere que la baje, pero Karlie me la quita de brazos y se agacha con ella para soltarla, se frota en su pierna y luego se va —Gracias— Susurro ¿Solo yo he sentido que ha sido tan íntima su acción?

—No es nada— Dice en un tono bajo y nos miramos por unos segundos largos y tras carraspear y recuperarme vuelvo

—¿Quieres algo de tomar?¿Tienes hambre?— Pregunto intentando volver a mi centro 

—Un vaso de agua me gustaría, gracias— Dice calmada

—Sígueme— 

Vagamos por mi casa, y aunque pretendo que se quede en la sala para poder relajarme y deshacerme de la tensión un segundo, ella me sigue y la veo recargarse en la barra

—Que casa mas bonita— Me dice

—Gracias— Trato de darle la espalda y buscar en la estantería un vaso y con fe se me irá olvidando toda la ansiedad, pero mis vasos están algo lejos, creo que tendré que secar los recién lavados o eso creía, pero entonces siento recargarse en la mitad de mi espalda con su propio tronco; bajo la mirada y una de sus manos está firmemente recargada en la encimera, no me roca pero  yo tengo suficiente y al alzar la vista la veo tomar uno de los vasos y entonces su vista deja el vaso y me mira a mi, desde arriba, se que esta de puntitas

—¿Quieres uno para ti?— Me pregunta, pero estoy embobada, así que solo niego

Cierra la encimera, deja el vaso frente a mi y retrocede, todo tan rápido como empezó. Me siento acalorada y ansiosa de maneras que nunca había sentido y de pronto me siento muy consciente de todo a mi alrededor. Carraspeo nuevamente mi garganta y tomó el vaso entre mis manos y prosigo a llenarlo de agua de la nevera

—¿Quieres algo mas?— Me giro y la veo, ella me esta viendo y tiene una sonrisa socarrona entre los labios; a comparación de mi que muero en color rojo de sonrojo y me tiemblan las manos y aun con todo eso, tomó una respiración profunda y le tiendo el vaso, con el que nuestros dedos se toca el tiempo suficiente para mirarnos a los ojos y es ahí donde he ganado, la veo tragar pesadamente y retira con rapidez su contacto de mi, solo para esconderse detrás del vaso y acabarlo sin detenerse y al acabar suspirar ensordecedoramente

—Estoy bien, Tay— Asegura —Creo que tengo sueño— Dice sin mirarme por mucho tiempo y yo sonrío

— Ven, vamos arriba para que puedas ponerte más cómoda— Le sonrío de lado y al pasar  frente a ella muevo mi cabello, pretendo que huela hasta el más mínimo rastro de mi esencia y (en medio del silencio de la casa) la oigo respirar fuerte por la nariz y sonrío victoriosa

***

—Bueno, me encantaría tener una cama para ti sola, pero me temo que tendremos que compartir cama solo por esta noche— Digo inocente a una Karlie que viene subiendo las escaleras detrás de Meredith y que al escucharme se ha atragantado

—No... no pasa nada— Dice tratando de sonar calmada, le sale tan mal

—Te daré un pijama y si quieres refrescarte en el baño tengo toallitas de bebé— Le digo caminando a mi habitación con ella detrás de mi

—¿Que tienes en tus otros cuartos?— Me pregunta, pues es claro que tengo otro más y el baño

—Uno es el baño de visitas y el otro cuarto es mi cuarto de cine— Digo simple —Recuerdo que te conté que me encanta el cine y por lo regular como no solía ir tanto (hasta que llegaste) suelo ver mis peliculas con buen ambiente y sonido— Le resto importancia, pero camino a la habitación para abrir la puerta y mostrarle un par de sillones y una pantalla tan grande como el cuarto lo permite; unas buenas bocinas de teatro en casa y un pequeño frigorífico 

—Impresionante— Dice 

—Si quieres luego vienes a ver películas— Le digo mirándola, ella está en un lado de la puerta y yo en el otro

—Solo si yo traigo la botana— Me sonríe

—Es un trato, Elizabeth— Le sonrío y volvemos a mi habitación —¿Camisón o shorts?— Le preguntó al abrir mi closet 

—Creo que prefiero shorts— Dice mientras busca con sus ojos el baño y notar por fin que esta enseguida del walk in closet 

—Ten estos— Le tiendo un par rosa de satín que me suele quedar un poco más grande de lo largo y se, le quedará perfecto a ella.

Ella entra al baño y yo aprovecho para ponerme uno conjunto negro de algodón con detalles en blanco y cuando sale justo estoy retirando los vestigios de mi brasier y aunque no pudo ver nada, pues me lo he quitado por debajo de la ropa, se que ha sido un buen comienzo, pues está petrificada frente a mi y no sé hasta qué punto es culpa del contacto de mi piel con la tela fría o la mirada intensa de Karlie pero yerguen mis pezones bajo su vista.

—¿Todo bien?— Pero no me contesta, sigue concentrada viendome e independientemente de lo que pase esta noche, yo tengo ya un punto de ventaja.

***

Buena lectura :D