Paso por Karlie por la mañana y durante el trayecto al trabajo apenas y hemos hablado. Creo que ambas estamos algo desveladas después de todo así que pasamos primero por nuestro latte de la mañana.
Al entrar a la oficina nos ponemos en marcha con nuestros pendientes.— Estuve pensando...— Dice Karlie desde su escritorio. Para este punto ambas ya hemos bajado la mitad de nuestro latte. Yo la miro
—¿Si?— La miro por encima de mis gafas. Sus ojos me ven y de pronto se queda muda —Karlie...— Le llamo nuevamente y ella espabila y sonríe avergonzada ¿Por que?
—Se que falta una semana para ver los primeros resultados del comercial de Coca Cola pero podríamos ir pidiendo avances a los otros clientes y así estar libres para cuando nos lleguen los informes. ¿Qué dices?—Yo no le aparto la mirada de encima y la veo nerviosa pero le sonrío para que se relaje
—Me parece fabuloso— Le digo mientras me vuelvo a colocar los lentes correctamente. —¿Podrías empezar a hacer las llamadas o enviar los faxes?— Le pregunto —O estas ocupada...—
—¡No, para nada!— Me dice con prisa —Enseguida comienzo con las llamadas— Me sonríe y ambas nos disponemos a seguir con lo nuestro
***
—Perfecto, muchas gracias Susy, esperaremos tu fax con los datos— Dice Karlie mientras cuelga
—¿Susy?— Preguntó alzando mi ceja derecha suspicaz
—Susy es la secretaria de Bob. Ya sabes... ¿Colgate?— Dice roja
—Pues "Susy" nunca me ha dejado llamarla así— Digo graciosa y Karlie se sonroja
—Mejor no hablemos de Susy. Mejor cuéntame que hiciste ayer que encima de llegar por la noche a a casa no te llevaste tu celular— Me mira firme, haciéndome saber que no va a cambiar de idea pronto. Yo me exalto, pensé que para variar ya lo había superado.
—Yo...— Balbuceo
—¿Tuviste una cita acaso?— Me dice con una sonrisa coqueta
—Algo así— Digo mientras me levanto de mi lugar. Intentando ignorarla, pensando en si decirle
—¿A donde fuiste... o mas bien; fueron?— Pregunta sutilmente
—Fuimos a una exposición de fotografía....— Digo suavemente —Luego a un café...—Sigo, no quiero ver a Karlie, me da vergüenza —Luego a un restaurante francés— Digo suavemente
—Caray, si que quería impresionarte aquella... ¿aquel?— Deja al aire
—Ella... era una ella— Le confirmo
—Pues si que tenía intenciones de conquistarte, Taylor—Dice con genuino tono de sorpresa
—Supongo— Digo restándole importancia, volteando por fin a verla
—¿Y como se llama ella?— Pregunta Can genuino interés y yo me sobresalto ¿Le digo?
—Ella...—Karlie insiste, parece desesperada —¿Donde la conociste?— Me pregunta
—Por los años de la universidad— Digo suavemente; pero por la cara que ha hecho Karlie creo que ya ha unido todos los puntos
—¿De verdad saliste con Dianna?— Pregunta incrédula
—Estaba tan de buenas porque un día anterior habíamos estado reviviendo la vida en New York que... no se acepte salir con ella por la nostalgia, tal vez— Aseguró mientras me enrojezco de vergüenza. Cuando la volteo a ver a los ojos las veo diferente ¿decepcionada? Tal vez, aun no logro descifrarlo.
—Ya veo— Dice ahora ella apartando la mirada —Solo... pensé qué ella no era de tus personas favoritas— Dice sencilla y yo me sonrojo
—Eso tiene tintes de verdad— Le concedo —Solo, no se... no tenía nada que hacer, era domingo y ella estaba fuera de mi puerta invitándome a una exposición temporal de mi foto periodista favorita. Supongo que todo se acomodo para salir con ella— Encojo los hombros y hay un silencio de varios segundos
—Entonces... ¿Te divertiste?— Me pregunta con una sonrisa; sonrisa que vi construir desde el desconcierto que se alojaba en su mirada
—La verdad es que si. Ella siempre supo que me iba a gustar cuando salíamos o cuando me compraba cosas... bueno no, ella sigue si saber que flores me gustan— Le sonrío cómplice y ella me guiña un ojo en respuesta
—¿Volverás con ella?— Pregunta roja. Tal vez cree que esta indagando demasiado en mi vida personal. Yo rio
—Cielos no— Digo fuerte. Incapaz de pensar siquiera en la posibilidad cercana —Solo salimos a pasear; ella no intentó nada y se porto a la altura. Creo que es un buen comienzo hacia el camino del perdón ¿No creer?— Le digo con cautela
—Bueno, supongo que es de sabios y sanos perdonar— Concede —Conozco muchas personas que son actualmente muy amigos de sus ex; podrías encontrar una buena amiga en Dianna— Me dice risueña
—Pero contigo ya tengo una buena amiga ¿Para que quiero otra?— Pregunto graciosa
—Vamos, Swift. Ambas sabemos que no soy tu única amiga en el planeta. A menos que...— Dice poniéndose seria —Tal vez no quieras que Dianna sea tu amiga, sino...— Deja al aire
—Creo que estamos yendo muy lejos con esta conversación— Interrumpo. Ni yo quiero ondear en temas tan escabrosos como esos.
—¿Tienes hambre?— Me pregunta enseguida, creo que ella también ha pasado del tema (por fin).
—Muero de hambre ¿De que traes antojo?— Le sonrió
—Unas pizzas— Dice rápidamente
—Uy a mi también me provocan eh— Le concedo
—Pizzas entonces— Dice mientras toma su bolso y yo le imito.
Vamos saliendo de la oficina y justo recargada sobre mi auto esta Dianna con una sonrisa y un cactus en maceta
—Me canse de adivinar tus flores favoritas, así que te traje una viva para que te enamores de ella— Dice tendiéndola a mi y yo la recibo con una sonrisa
—Gracias— Le sonrío y ella a mi
—Bueno, nos vemos— Dice enseguida y a mi me sorprende
—Acabas de llegar— Le digo y veo a Karlie sorprendida (al igual que yo)
—Si, pero tengo pendientes, solo no quería dejarte sin tu regalo de hoy— Me da un beso rápido en la mejilla y mueve su mano en dirección a Karlie —Ten buen día, Karlie— Le sonríe y desaparece de nuestra vista
—¿Estas segura de que saliste con Diana? Porque creo que la cambiaron y estas saliendo con un extraterrestre— Dice simpática
—Ja-Ja— Me río irónica —Pero si, yo también ando sorprendida— Karlie entra al sur y yo me quedo viendo el cactus con una sonrisa. Para variar le ha atinado a mi planta favorita.***
Buena lectura
¿Que les pareció?
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Mrs. (Kinda) Soulmate
Fanfic¿Cómo es posible que una persona tan diferente a ti pueda ser tu media naranja? Eso es lo que pensaron Taylor y Karlie en cuanto una de ellas cruzó la puerta de aquel elegante restaurante. Bueno, en realidad pensar que Karlie Kloss era su media nara...