III.- Rehenes

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_ ¡PAPÁÁÁÁ! ¡TÍOOOOS! ¡TÍA JULIETA! ¡TÍO AGUSTÍN! ¡PAPÁ, DESPIERTA! ¡ABUELA! ¡TÍO BRUNO!! ¡MIRABEL, SAL! ¡POR FAVOR PÁRENSE!!!! _ Dolores aporreaba enloquecida las puertas de sus familiares corriendo de un lado a otro soltando lágrimas de pánico. Mariano corría tras ella tratando de calmarla.

_ ¡Mi amor! ¡Mi amorcito! ¡El bebé! ¡Te vas a hacer daño! _ decía el joven Guzmán persiguiendo por la casa a su esposa encinta. _ ¡Yo los levanto, pero por favor, siéntate! _ No hizo falta que Mariano levantara a los demás; desde los primeros golpes de puerta todos habían despertado y salieron de los cuartos.

_ ¡Hijita, ¿qué tienes?! _ le preguntó Félix mientras la abrazaba para tranquilizarla. Habían logrado acorralarla en un pasillo entre él y su joven marido. Dolores estaba tan alterada que no pudo explicarse de inmediato. Todos bajaron a la cocina con los ojos inflamados por haberse despertado de malos modos a las 3 de la mañana.

Julieta le sirvió una taza de tila a su sobrina para que se tranquilizara un poco y pudiera hablar. Luego de unos momentos, por fin comenzó a relatar lo que sucedía.

_ Por suerte estoy embarazada y tengo que orinar cada diez segundos. _ Exageró. _ Hace rato tuve que salir de mi cuarto al baño, Mariano iba conmigo... ¡Dios, si no estuviera embarazada no habría ido al baño y estaría en mi cuarto silencioso sin enterarme de nada!... _ se enredaba en sus pensamientos.

_ Hija, por favor, al grano _ dijo Alma un poco brusca

_ Sí, perdón... _ dijo la joven mujer. Mariano no pudo evitar echar una mirada de reproche a abuela de su mujer. Sí, daba muchas vueltas para explicar algo muy grave, pero estaba nerviosa y vulnerable porque iba a ser mamá....

_ En fin, salí y pude escuchar... Vinieron desde el principio con planes... con planes de hacernos daño, abuela.... ¡Los Miranda son unos embusteros!

_ Dolores, ¿¡cómo crees!? ¡Son primos de tu abuelo!

_ ¡Ay, por Dios, madre! ¿y eso qué? ¿qué estás diciendo? _ se le escapó a Bruno el reclamo, cada vez más asustado. Alma mejor se quedó callada. Ya se había dado cuenta de su tendencia a perder el piso con cualquier cosa que estuviera relacionada con Pedro.

_ Mi vida, continúa, por favor _ le pidió el tío Bruno amablemente a Dolores.

_ Pues... nos odian y odian al abuelo, abuela. Creen que es injusto que en la huida del pueblo originario a ellos les haya tocado un mal destino, más duro, según ellos, que el nuestro y a nosotros algo tan bienaventurado como el Milagro. Quieren a Encanto, creen que es su momento de gobernar y de hacerse de los dones de la familia y para eso _ Bruno se dio cuenta de inmediato a dónde llevaba ese hilo de razonamientos _ ... y para eso necesitan a Mirabel. _ Todos se miraron entre sí.

_ Saben que la magia la eligió como la nueva guardiana del Milagro, ¡Por eso Ángel la cortejaba! _ tuvo que interrumpirse para respirar _ Ya tenían planeado qué hacer en caso de que no saliera "por las buenas", o sea, de que no aceptaras casarte con él _ le dijo a su prima pequeña. _ ¡Mi tío Bruno tenía razón en sospechar de ellos! ¡Abuela, te manipularon para alejar a los Madrigales que consideraban más peligrosos!

Esos coches que nos regalaron.... Metieron armas de afuera, esas de las que nos has hablado, pero más nuevas... tienen hombres en la casa de las afueras que alquilaron, hombres, muchos hombres rodeando el pueblo... han llegado a mi radio de alcance... ustedes saben que no escucho más allá de las montañas, pero ya los oigo porque entraron hace dos horas... ya mataron a dos familias; a los Portillo y a los Maldonado. Apresaron a muchas mujeres y niños del pueblo, pretenden obligarnos a ceder.... Además, hay hombres escondidos rodeando Casita.... ¡Puedo oír todo el hervidero de voces aterradas y amenazas de esos hombres armados! _ dijo llorando mientras se cubría los oídos con desesperación. _ ¡Ay Dios, y tienen a mi hermano!

La magia juega con nosotros. (Propuesta indecorosa)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora