Mirabel, Alma, Bruno y Agustín se quedaron exangües, sentados sobre dos sillones de cuero que había en la casa donde los habían metido. Se trataba de la vivienda que había pertenecido a una de las dos familias asesinadas: la de los Maldonado. A los otros tres prisioneros los habían metido en la vieja casa de los también ya muertos Portillo.
Todos tenían un nudo en la garganta, Mirabel sollozaba sobre el hombro de su padre que le hacía promesas vanas sobre que encontrarían la manera de evitar que terminara en las garras de esos hombres sin que eso significara la muerte de los demás.
_ No se va a poder, papá. Estamos completamente rodeados de hombres armados, no sabemos en qué estado se encuentre Camilo y dónde estén los demás. Y en la otra casa están mamá, Mariano y mi pobre prima que a estas horas no sé cómo se encuentre en un estado tan frágil y con su padre muerto. ¡Todo esto es horrible! ¡Por más que pienso, no encuentro forma de escapar sin que alguien salga herido! ¡Prácticamente tienen a todo el pueblo de rehén!
_ De todas maneras, mi vida, no creo que casándote con él se solucione todo. Ellos lo que quieren es el control de toda la magia y toda nuestra tierra. Cuando te tengan en su poder vas a ser prácticamente su esclava, y ellos saben que la única manera de conseguir eso será chantajeándote con tu familia, como hacen ahora. Lo que quiero decir es que no sientas como que está en ti salvarnos, aun si accedes a lo que quieren, todos o varios seremos sus rehenes.
_ ¡Bruno! _ llamó la atención la abuela _ Tu pesimismo no nos sirve ahora.
_ Ningún pesimismo, mamá, estoy describiendo las dos realidades que se nos presentan frente a nosotros. No necesito tener una visión para saberlo.
_ ¿Y si tuvieras una visión, hermano? _ le preguntó Agustín dubitativo. Su cuñado lo miró con ojos de espanto. Pasaba el tiempo y con lo único con lo que no podía reconciliarse era con su maldito don. _ Ya en otras ocasiones se ha demostrado que algunas de tus profecías se prestan a varias posibilidades. Quizá este pueda ser el caso... y si no, al menos sabremos a qué atenernos.
_ Caray, Agustín, no estoy seguro... ¿y si sale peor? _ repuso el otro, preocupado.
_ Yo estoy de acuerdo con Agustín _ dijo Alma. _ Por esta vez tal vez sea hora de hacer uso de tu don, de nuevo, hijo mío.
_ Creo que la que tiene que decidir eso es Mirabel. Es la piedra angular de ese futuro. A fin de cuentas. _ "¿Por qué siempre yo?", pensó la morena, pero sabía la respuesta. Esto no era más que un hilo suelto del conflicto pasado: en el momento en el que el destino había decidido que ella sería la nueva portadora del Milagro, se había vuelto la responsable de todo aquello que dependiera de la magia: la familia, el pueblo, el poder.
_ Sí, tío Bruno. Estoy de acuerdo con indagar en el futuro. Creo que las cosas no se pueden poner peor. En el caso de una disyuntiva, a fuerzas tiene que tratarse de casarme y vivir esclavizados o no casarme y que me maten a mi madre, a mi padre, a ti y a todos los que amo... Por lo menos quiero saber qué tan feo se presenta todo.
_ Tampoco hay que descartar que pueda ocurrir algo bueno. No sé, a lo mejor vemos que Luisa y los demás ya se enteraron y vienen a ayudar. O algo así... _ dijo Bruno sin muchas esperanzas.
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El problema ahora consistía en si podrían o no hacer el ritual en aquella casa. Por un lado, tuvieron que vigilar durante dos días los movimientos de los celadores: espiar las rondas de inspección de aquellos para establecer el mejor momento del día para llevar a cabo la ceremonia. Por el otro lado, y esto les preocupaba más, esperaban que el patio enclaustrado de la casa Maldonado fuera lo suficientemente grande y resistente para soportar el despliegue de energía cuando la visión fuera conjurada. Temían la amenaza de los Miranda sobre no hacer nada sospechoso. ¿Qué pasaría si tiraran la casa o simplemente los esbirros llegaran a sospechar algo al notar la ventarrona que siempre desencadenaban las visiones de Bruno? Éste comenzaba a sudar de sólo imaginar que ante la menor sospecha aquellos hombres decidieran acabar de un disparo con Julieta, o con la pequeña Dolores y su bebé.
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La magia juega con nosotros. (Propuesta indecorosa)
FanficUn terrible peligro amenaza Encanto, a la familia y a Mirabel. Cuando los Madrigal indaguen en el futuro en busca de una salvación, no podrán creer lo que la magia les tiene preparado. (MIRABRUNO)