𝐒𝐭𝐞𝐩𝐛𝐫𝐨𝐭𝐡𝐞𝐫𝐬『ˢᵘⁿᵏⁱ』

☾ ˚˖ 21 ˙﹒°

Al parecer los mayores no se enteraron por parte de nadie que se habían ido a una fiesta, por el momento y ambos esperaban que así fuera. La noche en la que llegaron Sunoo se había quedado encerrado y los saludo por su regreso fue el día siguiente, ya que el anterior tenía un mar de chupetones en todo el maldito cuerpo y Ni-ki dejó sus abrigos y pantalones holgados mojados en la lavadora "accidentalmente", por lo tanto, solo tenía sus benditos short de pijama y unas camisetas cortas que dejarían a la vista sus piernas marcadas al igual que sus brazos llenos de marcas de manos y mordiscos.

En ese preciso momento, estaban terminando de cenar después de que Ni-ki lo follara conta la encimera de la cocina a las dos de la tarde y una calmada semana para los más jóvenes –porque estaban de vacaciones– y una muy movida para los adultos por el trabajo de Yuta y el nuevo empleo de Sunmi como organizadora de eventos, así que estaban solos la mayor parte del tiempo a excepción de los fines de semana.

No habían hablado de nuevo sobre el plan, al parecer Ni-ki había decidido olvidarlo o eso pensaba el mayor, por que seguía siendo un doble cara por el momento pero no más de ahí. Se olvidaba de lo mucho que parecía odiarlo antes cuando estaban solos.

— Chicos, ¿Que les parece ir mañana conmigo a la casa de uno de mis clientes?

— Planeaba quedarme en casa durante todas las vacaciones si es posible.— dijo secamente, sin hacer contacto visual con nadie.

— Está bien, Ni-ki.— murmuró, apretando sus labios— ¿Y tu Sunnie?

El mencionado se puso rojo por la sonrisa que le dedicó el otro momentáneamente.

— Es que-... Estoy algo cansado, mamá.— rasca su nuca— ¿Será en la tarde?

— Si, como a eso de las cuatro más o menos.

— Entonces... Si.— dijo con algo de duda.

Amaba ver en lo que su madre trabajaba, podía darle una que otra sugerencia y se le era fácil conocer a los hijos e hijas de los clientes de ella y al final del día terminaban por intercambiar números. Pero la mirada pesada de Ni-ki del otro lado lo hacía sentirse ligeramente cohibido en si le dió una buena respuesta a su mamá.

Después de la cena subieron juntos al cuarto, Ni-ki esperó pacientemente a que pasará adentro para cerrar la puerta, se giró sobre sus talones y Sunoo lo vio dirigirse a su lado con una sonrisa macabra que entendió casi a la perfección. Palmeó su regazo para que se subiera, cosa que hizo para después pasar sus brazos por el cuello del chico y comenzando a mover sus caderas en un lento vaivén.

— Entonces mañana vas a salir en la tarde.— susurró sobre sus labios, dejando cortos besitos para tomar su cintura.

— Si, ¿Te molesta?

"¿Porque coño tendría que preocuparme lo que piense de mis decisiones?" Se preguntó el pelirosa por un momento.

— Un poco, sabes que tenemos asuntos que resolver antes de que ellos lleguen. ¿Verdad?— apretó su cintura con sus ojos clavados en él.

— A-ah, Ni-ki...— el mencionado le interrumpió, dándole una nalgada en su pomposo trasero para que se callara.

— De rodillas.— dijo con voz gruesa.

Le sonrió de manera lasciva, bajando de su regazo para dejar un pequeño mordisco en sus gruesos labios e ir dejando un camino de marcas que bajaban por su nuca, mandíbula, cuello, clavículas y finalmente se deslizó por su pecho para deshacerse de su playera e ir pasando ambas manos por sus duros pectorales mientras bajaba su lengua por todo su abdomen; Nishimura gruñó desesperado pero rápidamente un suspiro entrecortado escapó de sus labios cuando las suaves manos del pelirosa se adentraron dentro de su bóxer para sacar a su hinchado pene de su encierro.