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Ambos bailaban junto al otro pero manteniendo cierta distancia porque estaban rodeados de personas en la casa de uno de sus compañeros de curso, en donde había una humilde fiestita para celebrar porque sí. Motivos en especifico no habían.

Lo que si habían eran bastantes personas ya ebrias en la piscina, otros jugando tenis de mesa en una parte del jardín, algunos estaban bailando al igual que ellos y la mayoría ya andaban de calenturientos por ahí.

Lo que a Kim le molestó de todo a parte de tener que estar lejos de su novio, era que éste andaba con un grupo de amigos y entre ellos, Misuko –una chica que tenía una eternidad enamorada de él– estaba casi chupándole la sangre como un mosquito estando allí encima de él y podía jurar que la muy descarada le estaba insinuando algo por la sonrisita coqueta que le estaba dando.

Y no lo estaba tolerando porque el puto le sonreía de igual forma mientras hablaban.

Su sangre hirvió de una manera inimaginable. Apretó la pequeña copa de vidrio que tenía entre sus manos y se bebió el tequila de un solo trago, mirándolos con sus ojos rojos por la rabia desde su lugar.

— Wow, este cabron se quiere zafar de sus tornillos antes de las doce.— se burló Jake, arrastrando sus palabras.

Sus amigos no sabían que eran "algo" si así se le podía decir pero al parecer sospechaban porque eran más cariñosos que de costumbre y no solo se miraban como si quisieran comerse en público.

— Yo te sugiero que le des celos o que se yo.— dijo el australiano.

Sunghoon miró a su novio claramente en desacuerdo pero entonces le interrumpió Jungwon antes de que pudiera decir algo.

— No le hagas caso.

— Cierto~ ¿No han tenido sexo estando celosos?

El platinado apretó su muslo levemente para que cerrara la boca o puede ser que Sunoo obedeciera a sus palabras.

— Por parte de Sun, creo que sí.— opinó Jungwon, ganándose una mirada fulminante de su amigo.

— Lo mismo digo.— le siguió Jay.

— Tú solo lo dices porque éste te controla.— le acusó Jake, señalando al pelirrojo.

— Shhh...— susurró el menor, poniendo su dedo índice sobre los labios del mayor.

Sunoo se acabó su otro trago de tequila, se puso de pie y caminó hasta la cocina, siendo seguido por alguien pero los otros no se percataron.

Se quedó sin aliento al ver como bailaban tan cerca del otro, ella estaba de espaldas a él, tenía uno de de sus delgados brazos rodeando su cuello, su cabeza ladeada y el maldito sujetaba su cintura como si nada.

Sentía como si el collar le quemara, un nudo se formó en su garganta y quería vomitar ante la ola de emociones que lo abarcaron.

Se dió vuelta sobre sus talones en cuanto sintió unos pasos tras él y se encontró con Seon observándolo de manera vacilante.

— ¿Porque tan enojado, Kim?

— No es como si te importará, Choi.— soltó con un tono amargo, buscando un licor más fuerte que lo pudiera dejar de una puta vez tendido en el piso.

El chico rió mientras negaba ante sus acciones, se acercó hasta él y lo acorraló contra el borde de la encimera, luego inhaló el aroma dulce que desprendía el pelirosa para mordisquear su cuello con burla, haciendo que Sunoo golpeara su estómago con su codo, girándose con indignación.

— ¿Enserio? Te dije que todo eso quedó en el pasado.

— Vamos, podemos divertirnos un rato. Veo que estás solo y aburrido mientras tus amigos están con sus...— Sunoo le puso su dedo índice en la boca para que se callara.

𝐒𝐭𝐞𝐩𝐛𝐫𝐨𝐭𝐡𝐞𝐫𝐬『ˢᵘⁿᵏⁱ』Donde viven las historias. Descúbrelo ahora