𝐒𝐭𝐞𝐩𝐛𝐫𝐨𝐭𝐡𝐞𝐫𝐬『ˢᵘⁿᵏⁱ』

☾ ˚˖ 35 ˙﹒°

- ¡Ni-ki! ¡Más, más duro!~

Le dió otro fuerte golpe en su mejilla derecha y gruñó excitado al ver la sonrisa de satisfacción que decoraba el lujurioso rostro del pelirosa.

Primero: todo había comenzado solo porque Sunoo siguió provocándole toda la bendita mañana, pensó que su propuesta de la noche anterior había quedado en el olvido pero en cambio, despertó porque cierta personita amaneció jugando con su pene, apretándolo como si fuera una clase de desestresante para él pero lo tuvo que detener a duras penas porque sus padres seguían en la casa. Segundo: comenzó a lanzarle indirectas muy directas y comenzó a hacer sonidos obscenos por cualquier cosa; se lo dejo pasar en ese entonces. Tercero: se desnudó delante de él antes de meterse a bañar y lo que terminó haciéndolo perder la cabeza fue cuando comenzó a mover su trasero de forma provocativa mientras él lo observaba con la baba cayéndole por la boca.

Se había acercado y le jalo el cabello, cuando se preocupó por haber sido un poco brusco, el chico solo le dijo con un tono de voz que le pareció más caliente que el sol del Caribe: "Tratame como si fuera una puta". Y allí estaba, follándoselo con una brutalidad salvaje mientras Sunoo se aferraba al borde del lavado, mirando su propio reflejo delante de él.

Pero anteriormente lo hicieron, esa ya era su tercera ronda en el baño.

- Nini, lo haces bien. No pares~ gemía, mordiéndose el labio inferior.

- Maldita sea. Mira como te tengo, Sunnie.- le dió una fuerte embestida que lo hizo tambalear, tiró de sus cabellos para obligarlo a ver su reflejo destrozado en el espejo, se acercó al lóbulo de su oreja y le dió una mordida antes de chuparlo- Te ves tan malditamente hermoso, ¿No lo crees?

Las mejillas del chico se pintaron del mismo color que el de su cabello en solo segundos, asintió como pudo mientras se seguía aferrando al borde del lavado, haciendo una que otra mueca por el dolor punzante en su miembro, el cual se restregaba en la cerámica con cada embestida.

Amaba el eco que resonaba en ese caluroso ambiente, sus pieles chocaban en crudo y ambos se aproximaban a su siguiente orgasmo.

Los movimientos de Ni-ki eran violentos y empujaban su cuerpo de adelante hacía atrás una y otra vez, le encantaba mirar sus expresiones cada vez que salía y entraba en él, se sentía orgulloso de ser el causante de su placer por más raro que le sonará estando más consciente y no pensando con sus alborotadas hormonas que solo ansiaban satisfacer sus necesidades carnales y cumplir con esos fetiches que fue descubriendo que le llamaban la atención.

Eso le preocupaba un poco, estando más cuerdo, se avergonzaría de inmediato si lo obligarán a vestirse como chica pero una hora atrás fue él quien se puso por su propia voluntad una minifalda de un tono rosa pastel que Ni-ki le había comprado (o bueno, su amigo).

El chico siguió susurrando palabras obscenas en su oído en todo momento, él le siguió la corriente, pidiéndole que lo jodiera con más fuerza solo para provocarlo hasta que se corrió de imprevisto en el lavado. Ni-ki lo obligó a que se pusiera de rodillas, se tragara su pene y todo su semen, lo cual hizo de forma sumisa, chupando hasta la última gota y tragándose el líquido blanquecino del chico.

- Mierda, Sunoo.- lo ayudó a ponerse de pie, pasó su dedo por el mentón del mayor para limpiar el rastro de saliva que caía por esa zona- Eres un completo desastre.

- Admite de una vez que eso te gusta.- susurró, peligrosamente cerca de sus labios.

Ni-ki apretó su cintura para atraerlo en un beso desordenado que se vio interrumpido por el sonido de la puerta principal siendo abierta.

Ambos se sobresaltaron, Sunoo se encargó de limpiar lo más rápido que pudo y el otro se dió una rápida ducha y besó su rostro antes de bajar a ver quién había llegado.