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A la mañana siguiente, despertó con una bonita vista de un pelirosa durmiendo plácidamente sobre su pecho, pasó sus dedos por su fino rostro con delicadeza, mirando los pequeños detalles que conformaban la cara de Sunoo.

Quiso quedarse así un rato más pero el delgado cuerpo que tenía entre sus brazos se comenzó a remover, soltando un largo bostezo para luego arquear levemente su espalda, haciendo crujir sus huesos antes de que sus miradas se conectarán.

— Buenos días.— dijo en un susurro agudo porque recién despertaba.

— Buenos días.— le devolvió, dejando un cálido beso en la coronilla de su cabeza.

Sunoo se apartó con un sonrojo, levemente sobresaltado al percatarse de que el otro solo dormía con su ropa interior y el pantalón de pijama. Él en cambio, tenía su ropa interior y una de sus camisetas, la cual le quedaba un poco grande por la diferencia de estatura entre los dos, pero dejaba a la vista las marcas en su cuello y clavículas.

— Te la devuelvo en un momento.— se apresuró en decir, poniéndose de pie para caminar al baño.

Ni-ki tiró de su muñeca, haciendo que cayera sobre su pecho nuevamente y rió por lo repentinamente cohibido que se veía.

— Quédate con ella si quieres, te queda mejor a tí.— le asegura, recibiendo un asentamiento por parte de Sunoo.

Se quedaron un rato más en la cama, en un cómodo silencio que los relajaba. Debían ser más de las diez de la mañana seguramente, aunque ahora eso estaba lejos de importarle, solo quería quedarse todo el día con Sunoo entre sus brazos, tenía tiempo sin saber lo mucho que extrañaba su calidez y serenidad.

Pero despertar con el olor a frutas tropicales del cabello de Sunoo, sería su nueva adicción.

— No es que me moleste quedarme aquí contigo, pero tengo hambre.— le dijo casi en un susurro.

El mayor asintió con un puchero antes de levantarse y caminar con pereza al baño, siendo seguido obviamente.

Ni-ki se deleitó con la imagen del chico con su camiseta, los chupetones morados que le había dejado en sus piernas y se perdían dentro de la tela de su bóxer.

Pasaron un poco más de media hora intentando hacer el desayuno por que eran terribles, Ni-ki no se tomaba nada enserio y a Sunoo se le quemaron las primeras tostadas. Se pasaron lo que quedaba de la mañana tirándose las palomitas que habían hecho para comer mientras veían una saga de películas de terror –por petición de Ni-ki– y ahora el pelirosa estaba corriendo de él con el control de la TV en su mano.

— Sunoo, vuelve aquí pequeño...— cuando iba a atraparlo finalmente, se recordó que había dejado algo debajo de la cama después de la noche anterior y no quería otra discusión con su padre con temas de la sexualidad a estas alturas. Ya le había bastado demasiado con la paliza que recibió ese día en el "hablarían con calma"— Mierda, ya regreso.

Regresó después de unos minutos y se encontró con un Sunoo serio mirando la película, como si hace un minuto atrás no hubiera estado riéndose como un niño mientras huía de él con el control en la mano.

Revisó su teléfono y leyó el viaje de mensajes que tenía de parte de Yunjin.

Yunjinnie.
En línea.

Niniiiii~

Vas a venir el viernes a mi cumpleaños?

Di que sí:c

Por fiis~

Ya que cancelaste nuestra salida de hoy.

𝐒𝐭𝐞𝐩𝐛𝐫𝐨𝐭𝐡𝐞𝐫𝐬『ˢᵘⁿᵏⁱ』Donde viven las historias. Descúbrelo ahora