𝐒𝐭𝐞𝐩𝐛𝐫𝐨𝐭𝐡𝐞𝐫𝐬『ˢᵘⁿᵏⁱ』

☾ ˚˖ Epílogo ˙﹒°

Su corazón latía rápidamente a la par que daba uno y otro paso, sus mejillas debían estar rosadas de seguro pero eso poco le importó y siguió moviéndose con un ritmo marcado. Eran alrededor de las cinco y media de la madrugada, la hora en la que frecuentaba salir a trotar por las mañanas. En unas horas más tarde iría al trabajo porque tenía turno y tenía planeado visitar a su madre la próxima semana para ver cómo estaba y así poder reunirse una vez más con quiénes fueron sus mejores amigos en su estadía allá.

Desde hace unos seis años más o menos se mudó a Ansan a vivir con su padre.

Después de ese día del accidente, no supo más de quién fue el chico que lo hizo cometer locuras pero lo hizo suspirar de amor tanta veces que le sería difícil contarlas. Su madre regresó a Seoul el día siguiente de eso, quiso volver con ella para saber que había pasado pero tenía que ir a la universidad y no pudo por más que lo deseara.

Siempre llevó consigo el collar que Ni-ki le había regalado hace años, cada vez que lo veía no podía evitar llorar al recordar todo lo que vivieron juntos y lo que se habían prometido.

"Sunoo, por más que nosotros queramos, el destino no quiso que fuéramos felices juntos."

Se detuvo abruptamente una vez llegó al río, el frío aire fresco golpeó su rostro y pudo detenerse para cerrar los ojos y así poder disfrutar de la abundante paz que lo abarcaba.

Lo último que supo de los dos japoneses fue que al parecer sus familiares pidieron que los trasladaran a Japón para que los doctores de dicho país los atendieran, perdieron todo contacto con ellos y no sabe que demonios paso después. Sus amigos se mostraron dolidos y apenados por lo que pasó, Jungwon era quien seguía visitando a su madre y hacían videollamada con él cuando estaba en casa.

Al parecer todos lograron ser felices, tuvieron eso que tanto desearon y él también, solo que lo único que más deseó nunca se pudo hacer realidad.

Tenía amigos en Ansan porque como Ni-ki siempre le decía, el que se llevará mal con él tenía que tener alguna contusión craneal. Rió al recordar sus palabras mientras estiraba sus brazos.

Si, aún tenía un espacio en su corazón para él por ser su primer amor más real a pesar de las diferencias de ambos al principio.

Horas más tarde, se dirigió a la cafetería en la que trabajaba y sonrió divertido al ver a dos de sus compañeros de trabajo intentando coquetearle a una bonita chica que parecía querer escapar de allí por lo raros que estaban siendo los otros.

Obviamente los chicos se ganaron un regaño de la dueña del local por su inmadurez y la muchacha le dió las gracias telepáticamente.

— Hola, SunSun.— le saludó Eunwoo con una amplia sonrisa en su expresión.

— Hyung~ ¿Cómo va el día?

— Muy tranquilo y eso es más que suficiente. Tengo planeado reunirme con Rocky luego y vamos a beber un rato con los demás. ¿Tienes planes? Ya es fin de semana y estamos muy cerca de diciembre.

Su cumpleaños es el nueve de diciembre..

Negó con sus labios abultados ante la pregunta del mayor porque si era honesto, no tenía ni la más mínima intención de ir a beber por ahora y mucho menos cuando viajaría con su padre en unos cuantos días.

Soobin quería ver qué tanto había cambiado Seoul y pasar unas mini-vacaciones por allá mientras él se quedaría con su mamá y pasaría ratos con sus amigos.