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— ¿Entonces tú amigo no ha ido estos días a visitarte?— le preguntó a la chica mientras caminaban uno al lado del otro por el camino algo desolado del parque en esa fría tarde.

— Nop, pero puede ser por las clases. Está en su último año y creo que los profesores son más exigentes, ¿Verdad, oppa?— le pregunta, ladeando su cabeza de forma tierna.

Maki sonrió por su gesto y le dejó un sonoro beso en su mejilla que la hizo sonrojar a más no poder. Tenía alrededor de dos meses saliendo con Yunjin desde que se le confesó. Al principio no supo que decirle pero después de pasar una semana con ella, se dió cuenta de lo animada y brillante que era la menor.

Por otra parte, Yunjin entrelazó sus manos con las del chico una vez él estaba pidiendo dos helados. Lo miró con una pequeña sonrisa.

Si era honesta, si se había enamorado de quién considera su mejor amigo y le fue inevitable. Sentía que congeniaban bien juntos y llegó a pensar que también le gustaba a Ni-ki hasta que un día le dejó en claro que le gustaba alguien más.

Pero entonces lo encontró mirando mal a Maki un día en el que iba con su hermanastro a salir, honestamente ellos salieron a comprar unas cosas ese mismo día y el mayor le pareció alguien irreal y se enamoró como la ilusa que es. Eso se consideraba.

Si un chico la trataba bien o era lindo, tenía un Crush inmediato con él.

A Maki lo conoció por ser amigo de sus hermanos y por eso no fue tan difícil llamar su atención ese día en el que salieron con él y Sunoo.

Lo admitía, no pudo evitar llorar el día en el que Ni-ki la rechazó, fue tan amable con ella y tuvo celos de esa persona que lo tenía tan perdido y ensoñador. Pero gracias a su –ahora– novio pudo superar su amor pasajero por su amigo y era feliz, y deseaba que Ni-ki también lo fuera con esa persona que amaba.

— Aquí tienes.— le extendió su helado de fresas, pero antes le dió una probada y la chica chilló por lo bajo— Lo siento, Jinnie. Se estaba derritiendo y se caería.

— ¿Como se iba a caer si esta en un vasito?— hizo un puchero indignada.

— Ya~ Puedes probar el mío si quieres.— dijo con tranquilidad cuando en el fondo de su corazón quería llorar por su helado de galletas porque era rara vez que lo compartía.

— ¡Esta bien! Aunque...— bailó sus cejas con  diversión— Creo que sería mejor cambiar.

Dios, esa niña literalmente lo tenía por el suelo. Aún así, le gustaba ver su tierna sonrisa cuando tenía lo que quería y eso era más que suficiente.

Más tarde se compraría un pote de su helado favorito. Oh sí, oh sí.

[⛓️]

En la tarde comenzaría a llover según el pronóstico del clima y sabiéndolo a Ni-ki se le ocurrió la magnífica idea de ir al parque al que iba con Won de vez en cuando y como el pelirosa era débil ante las súplicas de su novio allí estaban meciéndose en los columpios como si fueran a dar la vuelta en ellos.

Su felicidad se convirtió en desesperación cuando comenzaron a caer gotas de agua de un soslayo. Ni-ki se lanzó desde el su columpio y él le siguió pero fue atrapado por el castaño y corrieron bajo la lluvia hasta la casa, la cual estaba a unas cuadras.

Menos mal habían dejado sus teléfonos o estarían pasando rabia en ese momento porque sus ropas se mojaron. Sunoo se cruzó de brazos, rendido. Por que a solo unas cuatro casas de la suya estaban completamente empapados. Ni-ki notó su ceño fruncido y comenzó a dar vueltas bajo la lluvia, fue hasta él para correr entre risas a la puerta de la casa y rió por lo alegre que se veía.

𝐒𝐭𝐞𝐩𝐛𝐫𝐨𝐭𝐡𝐞𝐫𝐬『ˢᵘⁿᵏⁱ』Donde viven las historias. Descúbrelo ahora