¿Que pasa cuando amamos a alguien que no está destinada a nostros?¿Luchamos por ella o la dejamos ir ? Eran las preguntas que Azriel se hacía día a día mientras miraba con añoranza a Elain caminar por los pasillos , mientras veía a sus hermanos ser...
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CHAPTER FOURTEEN
—Wow —Gwyn miró todo a su alrededor fascinada por el hermoso paisaje frente a ella , su respiración incluso se cortó al percibir tanta belleza.—Esto es un paraíso.
Los labios de Azriel se curvaron en una media sonrisa mientras seguía la mirada de la pelirroja. Ante ellos un inmenso valle protegido entre las montañas aún con algo de hielo por el fin del invierno, pero la poca nive que quedaba no dañaba lo hermoso. La hierva comenzaba a salir verde brillante como siempre lo era. Los árboles estaban casi libres de nieve y los conejos salían de sus agujeros.
A la distancia se podía ver una hermosa y acogedora cabaña de madera , dónde se podía ver una chimenea con algo de humo . La palabra HOGAR fue lo primero que llegó a la cabeza de Gwyn.
Mientras que el corazón de Azriel comenzaba a acelerarse , solamente Rhysand y Cassian habían venido a este lugar y en poquísimas ocasiones, debido a que prácticamente su madre lo había obligado a traerlos , pero esto era totalmente diferente, era una chica.
Instintivamente se llevó una de sus manos a la frente, ya podía imaginar la reacción de su madre al ver a la alegre pelirroja.
—En esa cabaña vive mi madre —Su profunda voz rompió el silencio llamando la atención de Gwyn que miraba curiosa un par de aves en la copa de un árbol
—¿Sola ?
El corazón del cantor de sombras se encogió un poco, odiaba la soledad y odiaba la idea de que su madre se sintiera así , por lo que trataba de pasar tanto tiempo como le fuera posible debido a sus misiones con ella.
No es que su madre se quejara sobre el hecho de vivir aquí, y siempre la veía feliz , pero aún así la idea de que se sintiera sola, aunque fuese un día no era para nada de su agrado.
—¿Una carrera?—Azriel volvió su mirada a la pelirroja que lo observaba con grandes y brillantes ojos azules —No , mejor , seguro tus quinientos años te pesan en la espalda.
Una tenue sonrisa apareció en los labios del cantor de sombras y señaló la casa.
—En tres, dos...—No había terminado de hablar cuando la pelirroja salió a toda lo que sus pies daban , corría con agilidad entre los pocos arbustos.
Azriel se detuvo un momento simplemente a mirarla , tal vez miraba su cabello bailar con el viento , sus ágiles y largas piernas o su trasero moviéndose de una forma muy tentadora . No sabía que llamaba más su atención aunque probar fuera la risa escandalosa que resonaba por todo el lugar.
