BTS Imaginas

Telepathy. "Jimin"

Aunque estemos lejos ahora nuestros corazones siguen siendo los mismos, ¿no es así?

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La premisa de esta historia reza y rezara bajo la atracción y no esa atracción física que todos los humanos llegamos a experimentar. No, es mucho más. Es dejarse guiar por eso inexplicable que puede pasar dentro de nosotros. Es como el big bang de nuestro pequeño microcosmos. Una explosión que lleva al universo a un continuo movimiento, haciendo que se formen galaxias, sistemas solares, estrellas, planetas, enanas blancas, súper rojas, agujeros negros, etc. Todo siendo atraído por algo.

Todo se encuentra en continuo movimiento, en algún momento llegara aquello que parece destinado para ti, sin embargo, todo se vuelve una mezcla entre destino y casualidad.

Ya hablando desde nuestro interior, pues déjate atraer por el amor y veras; eso es lo que inicia mucho de nuestros procesos internos, algunos nuevos y otros que estaban dormidos despiertan como la erupción de un volcán.

Es difícil creer en eso, más cuando no sabes que te guía, y menos aún si te gusta el orden y la meticulosidad. Y aun peor cuando odias la incertidumbre. Así me sentía, con toda una idea que no podía definir bien. Mi corazón se encontraba en una extraña felicidad, saltaba y se calmaba por algo. Tenía su propia fiesta en mi pecho, y sin permiso de mi mente. Cosa que no estaba para nada bien. Mientras que todo a mi alrededor (conmigo misma) estaba en un perfecto orden.

Me quite mis audífonos de un golpe sin ánimos, dejando que la música de Spotify se siguiera reproduciendo. Ahí me di cuenta que me encontraba de nuevo sumergida en música romántica. Eso me colmo, bueno, la verdad no me colmaba la música romántica, sino el sentimiento que acogía mi mente y mi pecho, toda la mezcla de hormonas y reacciones me tenía mal. Bufe echándole una breve mirada a mi cama. En alguna parte de aquel montón de sabanas desordenadas estaba oculto mi teléfono. Y ahí se quedaría, no esperaba tomarlo.

Estaba molesta por mis sentimientos, y exasperada porque no me había dicho absolutamente nada, ni un mensaje, nada. Y ya era precisamente la hora para que apareciera. Mordí mis labios ¿Por qué me sentía tan ansiosa? Tenía que mantener mis sentimientos en orden. Pero estaba demasiado molesta para que eso pasara.

Bueno siendo sincera me molestaba que no me haya escrito todavía, que la misma sensación de molestia. Y todo tenía una misma causa raíz. Yo lo sabía perfectamente, había analizado las distintas razones y aristas, junto con las soluciones muchas veces, no obstante, todos mis caminos me llevaban a Roma.

Me estaba enamorando.

Me coloque de pie de un salto, lo sabía, no era ajena a ese sentimiento. ¿Pero tan rápido? No, no tenía que ser posible, mi corazón se estaba sanando y me gustaban los pocos meses de soledad que tenía. No podía estarme enamorando, y más de una persona con la cual había estado saliendo tan poco tiempo, que solo llevaba conociendo bien un mes y que ni siquiera era mi pareja.

Sí, no era nada, solo salíamos, y hablábamos de lo que nos gustaba, compartíamos un mismo sentido del humor, nos apasionaban las mismas cosas, y tenía los ojos y la sonrisa más hermosos que había visto.

—Le dijiste que se parecía a la luna— murmure, deteniéndome en seco y de golpe agite mi cabello con mis manos mientras me llenaba de frustración.

¿Qué carajos me estaba pasando? Esta no era yo jamás y nunca, me sentía como una adolescente en el cuerpo de una adulta. ¿Cómo me pudo enamorar tan rápido? No era posible. No podía ser. Además, no estaba muy segura que él sintiera lo mismo, o bueno con la misma intensidad de mil soles, como UY Scuti, que yo. Y tampoco pensaba arriesgarme a preguntarle eso, jamás. Sería un suicidio a mi orgullo.