BTS Imaginas

Love Maze. "J-Hope"

Un viaje hacia la salida, nuestras manos entrelazadas serán el mapa

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¿No han sentido en muchas ocasiones que están en el lugar incorrecto en el momento adecuado? Pues estar entre un grupo de personas usando un gorro de navidad, y sintiendo unas intensas ganas de escapar hacia la comodidad de la soledad, no es algo que se lo recomendaría a nadie. Di un paso hacia atrás saliendo de forma disimulada del grupo que me tenía acorralada, pero inesperadamente sentí como unas manos me empujaban hacia adelante.

—¿De dónde ha salido tanto espíritu navideño?— susurré, mirando a mi alrededor el grupo de personas que no dejaban de sonreír y cantar villancicos traducidos al coreano.

Cuando una persona se colocó a mi lado sonriéndome, hice la mejor sonrisa que me saliera en ese momento, aunque supiera muy bien que fuera un intento de sonrisa que se había transformado en una ridícula mueca algo aterradora. Me balanceé al ritmo de la música, y volví a emprender mi intento de huida. Sacudí con suavidad mis brazos pegados a mi pecho dando suaves pasos hacia un hueco entre la multitud que estaba justo atrás de mí, y exitosamente, logré salir del círculo de personas congregadas celebrando la navidad.

Sin esperar a que alguien me volviera introducir en el círculo, tapé mi boca con mi bufanda y apresuré mi paso hasta tomar el metro que me llevaría a mi casa, todo era por evitar el frío que habia en la calle por esos días. Al estar dentro del vagón, me senté en un asiento y cubrí mi pecho con un bolso viendo sin expresión alguna todo a mi alrededor, quería llegar a mi casa para poder dormir las horas necesarias y después llevar a cabo el proyecto que me faltaba por culminar.

En el momento que el vagón arranco, una canción navideña empezó a sonar por los parlantes. Colmada de todo eso, sumergí mi cara en la parte de arriba de mi mochila arrepintiéndome de todavía no comprar nuevos audífonos. En una época muy conveniente, se tenían que dañar mis audífonos de todo la vida, pensé. Lo más colmante era que sabía que estaría escuchando muchas canciones mientras llegaba a la estación que me dejaba cerca de mi casa.

—Que aburrimiento— dije por lo bajo para luego cerrar mis ojos de un todo, e imaginarme algo para evitar tener que lidiar con un ambiente que no me causaba ninguna emoción.

Después de unos interminables minutos, por fin me encontraba en la estación que me llevaría a mi casa. Caminaba totalmente concentrada en lo mío, sin darle importancia a las tiendas hermosamente decoradas, los adornos en las calles y las personas disfrazadas de Santa Claus o duendes. No me sentía en la realidad mientras caminaba, y eso era muy bueno, porque así lograba pasar desapercibida esa fecha en donde todo espíritu de unión y felicidad estaba por el aire.

Me adentre en una calle en la cual podía evitar todas las tiendas decoradas, aunque eso significara alargar mi trayecto hacia mi casa; de igual forma, mejor eso que seguir experimentando el espíritu navideño. Froté mis manos con rapidez, y al sentir que estas estaban levemente calientes las metí dentro de mi gran abrigo, había mucho frió hoy. Un pequeño vapor salió de mi boca cuando suspiré al ver a lo lejos mi casa, estaba aliviada.

Con rapidez, y por fin completamente feliz, subí las escaleras que me llevarían a la puerta de mi dulce hogar. De forma consciente, saque de mi bolso mis llaves, eso me ahorraría estar menos tiempo en la calle, algo que ya buscaba con urgencia. Moví mi cuerpo con felicidad, abriendo la reja que me separaba de la puerta de mi casa, y luego de hacer eso caminé con rapidez dando pequeños saltitos para entrar a esta de una buena vez.

—¡Feliz Navidad!— una persona grito detrás de mi haciéndome tirar la llave al piso y quedarme viendo sin parpadear la puerta de mi casa ¿Por qué me hacían eso?