Creo que ella ha llegado, estoy delante de quien sacude mi corazón. Me siento atraído por ti como un imán, ahora mismo
***
Una de las cosas que me molestaba era que no me devolvieran lo que era mío, pero lo que más me sacaba de mis casillas era que me prometieran que me lo iban a devolver dentro de una semana y esa semana se hiciera un mes.
A pesar de andar vestida como si fuera para una reunión, que era lo que ya había hecho, y además de estar usando unos zapatos con tacón que me mataban, no me evitó seguir con mi paso apresurado. Caminaba rápido entre la cantidad de personas que había en la calle. En muchas ocasiones me pararon algunos turistas pidiendo direcciones, claro, mejor opción es preguntarle a la extranjera con cara de saber dónde estaba, eso impedía que llegara a mi destino de forma rápida, de igual forma llegaría a tiempo.
No lo llame, ni envié un mensaje. Estaba tan desesperada y frustrada que eso evitó que le anunciará mi sorpresiva llegada a su departamento. ¿Tenía garantía de que Jungkook estuviera en su casa? Si, la tenía, mire la hora y las probabilidades que estuviera leyendo la nueva publicación del manwha que tanto le estaba gustando, eran algo notorias.
Luego de esperar un rato en que me permitieran subir al piso donde residía mi amigo, ya me encontraba en la puerta de su casa colocando de forma rápida la clave para entrar. Fui impulsiva, no importaba mucho, Jungkook era igual, incluso peor, hasta el punto de entrar a mi casa de sorpresa con unas orejas de conejo gritando hora de beber mientras alzaba unas botellas de cerveza, y todo ocurría en el momento que tenía una vídeo-conferencia en mi sala. Entre de golpe, la puerta rebotó con fuerza de la pared, pero antes de que hablara mi mente se puso en blanco y mi mirada de disgusto apareció como si fuera algo automático.
—Park— dije rodando mis ojos con fastidio
Park Jimin, el Idol más cotizado de todo Corea, la ternurita de las Armys, el mochi de sus amigos, y la personificación de la arrogancia para mí, estaba parado justo en frente de mí. Desde el momento en que lo conocí mi repulsión fue obvia y su odio hacia mí también. Eso era lo que más nos unía a nosotros una relación de repulsión que sentíamos el uno del otro.
—_______—dijo levantando sus cejas. Oh sí, estoy en frente de ti imbécil.
Su mirada era igual que la mía. Lo observé con detalle, su cabello estaba negro, pero se notaba que lo había tinturado, estaba usando una camisa blanca con un suéter beige junto con unos pantalones negros y zapatos deportivos, además había una gorra en el mueble. Genial, el imbécil solo vino de paso, pensé.
Él me miraba de la misma forma, no podía asegurar lo que pensaba, pero por sus facciones algo no le gustaba de mi conjunto. Si las miradas matarán, tanto él como yo ya estaríamos en nuestras respectivas urnas. Íbamos a seguir en una guerra de miradas, pero un bufido nos sacó de nuestro momento.
—¡Aish! Mejor bésense y háganme la vida más fácil— dijo Jungkook saliendo de la cocina poniendo su cara era de fastidio.
Él estaba usando unos pantalones de chándal y una camisa holgada mientras que su cabello estaba totalmente despeinado. Sonreí pensando que pronto Jimin se iría, Jungkook estaba usando ropa de pijama. Sin importarme que Jimin me viera, me acerqué a mi amigo y como buena defensora de lo que es justo, le pegué un golpe en la cabeza. Su sorpresa fue tal que me miró como si estuviera loca y agitó las manos al aire por la sorpresa.
—¿Y eso por qué?— Jungkook grito moviendo más sus manos, parecía un niño molesto.
—Por no devolverme el libro de trucos en videojuegos famosos, y por decir que él y yo nos deberiamos besar, creo que tanto manwha te ha quemado las neuronas— señalé a Jimin mientas miraba a Jungkook con una sonrisa ladeada.
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BTS Imaginas
FanfictionBienvenidos a la Magic Shop de Wattpad ¿Quieres historias de tu Bias? pues aquí encontraras algunas. Te invito a que leas, tal vez te divertirás, lloraras, reirás, no se, lo que si se es que tendrás algo que leer acerca de los miembros de BTS. Todo...