My Time. "Jungkook"

911 36 0
                                    

Soy un niño pequeño que creció sin saberlo, como un niño que se perdió

***

—Estas bromeando conmigo ¿verdad?

Había parado de forma repentina, sin apartar mis ojos del camino que estaba frente a mí. Los vasos con té caliente seguían entre mis manos, quemándome, pero eso dejo de importarme cuando el balde con agua fría imaginaria cayó sobre mi cabeza, sin miramientos y cubriendo todo mi cuerpo. "Mierda" era lo único que podía decir mientras entreabría mis labios sintiendo como una pequeña llovizna empezaba.

El inicio del amanecer todavía no se alzaba, solo algunos rayos se vislumbraban, lo que hacía que el frió usual de las mañanas se intensificara. Aunque mi problema no era ese, sino la disconformidad que estaba sintiendo. Quise fruncir mis labios y poner una mueca en mi rostro, pero me encontraba muy absorta pensando en que rayos hacíamos en un lugar como este a estas horas de la mañana.

Un carraspeo me saco de mi mutismo, provocando que posara mis ojos en unos que tenían un aire divertido, mientras una sonrisa burlona se coronaba en aquel rostro. Solo un segundo más, solo uno, para que una risa y unos dientes de conejo llegaran a su máximo esplendor. Esa risa, para mí fue más que macabra, porque sus cejas se alzaban sutilmente, dedicándose a reírse en un silencio para no hacer todo escandaloso.

—Toma tu maldito té Kook— azoté en el pecho de Jungkook el vaso caliente cargado de té. Me estaba arrepintiendo de haberle comprado esas bebidas; de eso y algo más.

—¡Aigo! Esto no es malo, relájate.

Jungkook tomo entre los dedos marcados de su mano derecha el vaso con té, y me dio una mirada socarrona, para después darle un trago al té caliente. En ese instante, el macabro pensamiento de empujar la base del vaso mientras él tomaba té se alojó en mi disgustada mente. Podía llegar a ser cruel con Jungkook, al igual que él lo era conmigo, pero al final de cuentas me decante por soltar un largo suspiro, para luego frotar mis manos dándome un poco de calor.

—No me voy porque te lo prometí y porque esta es la primera vez, después de un año, que nos volvemos a ver— murmuré apartando mi orgullo por unos segundos, una cuestión que hizo que el semblante de Jungkook cambiara.

Su sonrisa seguía ahí, no obstante, esos ojos cargados de diversión y burla cambiaron a unos ilegibles. Suponía que él también pensaba lo mismo. Un año sin vernos, una eternidad para muchos y un suspiro para otros. En nuestro caso era como el de cualquier verdadera amistad, mucho tiempo sin vernos, pero igual aguardábamos por un momento en el que las cosas se dieran, y volviéramos a encontrarnos. La esencia de ese lazo estaba contraria a cambiar.

—¿Un año? Si que ha pasado el tiempo ¿verdad?— con su mano sobre su pecho y formando un puchero, Jungkook intento dejar caer su cuerpo en un árbol que estaba cerca suyo, pero no paso— ¡Mierda!

Los ojos de Jungkook se abrieron como platos al darse cuenta como su espalda se resbalaba del tronco mientras este crujía por el peso, él poso sus ojos sobre mi pidiéndome ayuda cayendo en cámara lenta, pero todo ocurría en cuestión de un suspirar. Lo único que oí luego fue el sonido del trasero de Jungkook caer de forma estrepitosa sobre la entrada del camino. Ahora, no era un conejo burlón, sino una hoja de papel extremadamente blanca.

—No importa cuánto tiempo pase, tú siempre seguirás siendo el rey de la torpeza.

—¡Aish! Ya te he dicho que no soy el rey de la torpeza, ese título no va conmigo— Jungkook bufo apartando algunos largos mechones de pelo negro que caían por sus ojos, para entonces fijar sus ojos oscuros sobre mí a la vez que sonreía muy falsamente.

BTS ImaginasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora