Tangled Time (Finalizada)

Capítulo 20

-¿A dónde vamos Kacchan?

Bakugou no suelta prenda.

Aún sin decir nada, disfrutan entrando de tienda en tienda, probarse ropa, incluso alguna combinada para parejas, sombreros, gorras, gafas de sol... Es como si estuviésemos en una cita... Piensa Midoriya.

¿¿Cita??

Al darse cuenta, sus piernas le flaquean teniéndose que encogerse hecho un ovillo ocultando su rostro rojísimo.

-¿Qué cojones haces, maldito nerd?

-Na-nada, me estaba atando los cordones.

Miente esquivando su mirada. Le escucha resoplar y tenderle la bebida fría que ha ido a comprar. Éste va a darle las gracias cuando choca contra alguien derramándosela por encima.

-L-Lo siento muchísimo.

Se disculpa el chico.

Midoriya también se disculpa.

-No le toques.

Bakugou empuja al pobre chaval que quería ayudar a limpiar a la víctima. ¿Estás bien? Vamos, entremos allí para que puedas cambiarte, le propone.

Toma su mano dispuesto a cruzar la calle cuando su cuerpo se queda completamente rígido, paralizado, petrificado, ante la voz que le llaman desde atrás.

-Cuánto tiempo, Katsuki~

Su corazón palpita atemorizado. Sus manos le sudan más de lo normal. Midoriya se gira hacia la chica que saluda al alfa cuya expresión pálida pone en alerta al peliverde.

-Lo siento pero tenemos algo de prisa.

"No vais a ir a ningún sitio"

Sus dedos fuertemente entrelazados se separan de forma violenta por parte de Bakugou que retrocede tomando distancia de Midoriya.

-¿Kacchan?

-Buen chico, buen chico.

"¿Qué cojones estoy haciendo?"

"¿Por qué me arde todo el cuerpo?"

"¿De quién es esa condenada voz?"

Bakugou comienza a transpirar. Se lleva la mano al pecho. Le duele. Le duele muchísimo. Su visión empieza a ser borrosa. La saliva se le escapa entre la boca abierta buscando aire.

-¿Kacchan?

De un manotazo golpea la mano que tanto adora y cuyo calor necesita para aplacar el volcán de su cuerpo.

-Katsuki~ Te avisé que iba a regresar ¿Recuerdas? – le susurra al oído – Y como te prometí vendría a por ti para hacerte feliz, para que te quedaras a mi lado – no me jodas, no me jodas, muévete, reacciona maldita sea, ¡¡Reacciona!! Pero Bakugou no logra escaparse del hechizo – Lo siento mucho, Midoriya – su tono es triste, burlón – Pero he venido a por lo que es mío.

Ríe como una desequilibrada.

Vete.

Por favor, vete.

Aléjate.

Vete.

Vete.

¡¡LÁRGATE!!

-Hazlo Katsuki~

No.

No, por favor...