Capítulo 8

797 103 9
                                    

-Ve despacito Mahoro.

-Shhh, no hagas ningún ruido.

-No estoy haciendo ningún ruido.

-¿Entonces por qué ha crujido la madera?

Al girarse ambos a la vez apunto han estado de gritar evitándolo tapando sus propias bocas.

-¿Se puede saber qué tramáis, mocosos?

Bakugou no parece enfadado y bien no podría estarlo pero la vena de su cuello empieza a hinchársele. Empieza a sospechar que esos dos pequeños traman algo.

-So-solo queríamos dejarle estas flores a papi.

-S-sí, solo eso.

Mira a uno y a otro con semblante serio, después se asoma al interior de la habitación. Midoriya duerme plácidamente sentado en el balcón cubierto con una gruesa manta y un libro apoyado en su estómago mientras los rayos del sol le acunan.

-Cuando despierte se encontrará con un bonito regalo de tu parte.

-¿Ah?

-Papá siempre le regala flores a papi.

-Yo no hago tal cosa tan ridículoa.

-¡Sí que lo haces! – grita en susurros Mahoro – Flores, cenas románticas, abrazos inesperados, echamos de menos veros tan enamorados.

Katsuma asiente apoyando la moción.

La cara de Bakugou se contrae al imaginarse a sí mismo llegando a casa con un ramo de flores. ¡En la vida haría eso!

-Iros a jugar y dejaros de tonterías. Hey, Deku despiert-

-¡¡No lo despiertes!!

Tiran de su padre hacia el cuarto de baño. Katsuma se asoma y suspira aliviado. Midoriya sigue plácidamente dormido.

-Papi por fin puede dormir.- le informa Katsuma.

-¿Qué quieres decir con eso?

Los pequeños se miran temerosos.

-No deberíamos contarte nada.- balbucea el niño.

-Tito Keigo y tito Shoto nos han pedido que no os contemos nada.

-Ti-to Kei-go...Tito Sho-to... qué cojones... - el impacto de saber cómo los niños llaman a esos dos ha provocado un gran impacto en el gran Dynamight – Creo que voy a vomitar...

Camina hacia el lavabo con paso tembloroso y un sudor helador recorrerle la espalda.

-Papi lleva tiempo que no consigue dormir, al menos no desde antes de que os olvidarais de ciertas cosas. Quizás sea esa la razón por la que puede dormir, porque no lo recuerda.

Habla Mahoro tras unos minutos de debate con su hermano mientras a Bakugou aún le da vueltas la cabeza.

-Hablad de una vez.- gotas de agua resbalan por su pálido semblante.

De nuevo esa mirada entre ambos que tanto le recuerdan a Midoriya.

-Una noche, mientras cenábamos, papi vino de una misión.- comienza a contar Mahoro.

-Llegó con su traje de héroe roto, lleno de heridas, restos de sangre en las manos y en el rostro mezclándose con su palidez... - la niña abraza a su hermano quien empieza a llorar.

-Al verle llegar, te asustaste y nos pediste que nos fuésemos a nuestra habitación. Desde allí escuchamos lo que ocurrió. Papi... él...

La niña también empieza a llorar en silencio. Se limpia las lágrimas con rabia. Quiere ser fuerte frente a su hermano, frente a su padre a quien admira con locura. Pero Midoriya siempre la deja llorar mientras la abraza hasta que todas las lágrimas, tristeza y rabia salen para dar paso a la cama.

-No pudo salvarles.- logra decir con voz entrecortada.

Bakugou empieza a atar cabos y la hace callar abrazando a ambos. Ellos siguen llorando enterrando el rostro en su pecho.

-Mahoro, Katsuma.- dice con voz suave – No podemos salvar a todo el mundo por muy héroes que seamos. No somos dioses, seguimos siendo personas.

Ellos asienten. Fueron las mismas palabras que le escucharon decirle a su padre esa misma noche mientras sollozaba abrazados. Era la primera vez que escuchaban a Midoriya romper en un llanto desgarrador.

-En nuestras manos está el salvar al mayor número de civiles, pero no siempre llegamos a tiempo o no lo logramos al no ser lo suficientemente fuertes – los separa de él. Limpia sus lágrimas – Y eso Deku lo sabe mejor que nadie – el rostro de Bakugou se contrae mostrando una triste sonrisa – Él es fuerte, muy fuerte, de una forma u otra sabe salir hacia adelante. Da igual los obstáculos que se le pongan por delante, siempre consigue salir, sobrevivir, sobrepasar a todo aquel que se proponga – incluso su voz suena triste y rota – Deku es... - traga saliva - Siempre admiré a All Might, y siempre quise ser mejor que él, alcanzar el número uno, sobrepasarlo, y sé que si he llegado hasta ahí ha sido gracias a Deku. No hace falta recordar cómo lo he hecho, simplemente lo sé pues vuestro padre – el corazón de los niños se derrite cuando Bakugou se refiere a Midoriya como su padre. Es como ver que ha regresado a ellos durante un segundo – él es...

Pero Bakugou no puede terminar de hablar.

"Siempre lo he sabido pero no podía aceptar que alguien a quien odiaba, repudiaba, me ponía de los nervios, me sobrepasara. No podía aceptar ni entender por qué alguien como él, un sin quirk inútil, me seguía a todas partes a pesar de todas las burlas y humillaciones. Pero lo entendí y no lo quise aceptar al mismo tiempo. Deku siempre ha sido la imagen de héroe que yo quería ser. Superar a All Might, ser mejor que él, ser mejor que nadie era lo que siempre soñé desde pequeño pero entendí que por uno mismo cegado por la rabia no podía llegar a buen puerto. Y Deku me lo enseñó... Me lo enseñó el día que corrió a ayudarme contra el villano de lodo a pesar de no tener quirk. Me lo enseñó el día que aún con los brazos rotos, apenas consciente, quiso salvarme el día que la liga de villanos me secuestró para que me uniera a sus filas. Me lo enseñó cuando fue la mano de Kirishima la que agarraría sin dudar en mi rescate más que la suya propia. Me lo enseñó cuando hizo frente a mis sentimientos de culpa ante la caída de All Might y la rabia contenida por haber sido él el elegido de tener el OFA. Me lo enseñó día a día. Me lo enseñó el día que luchamos contra Shigaraki donde mis anhelos por querer alcanzarle se los llevaba la oscuridad... Deku siempre... siempre... Tú siempre has sido la imagen de victoria a la que tanto he querido llegar. Pero no puedo decírtelo. No es el momento. Y si no recordamos nada al regresar quiero darme cuenta por mí mismo. Aceptarlo. Comprenderlo. Caminar a tu lado. Seguir enseñándome el camino del héroe. Seguir protegiendo al que se acabará convirtiendo en mi héroe."

Lágrimas están a punto de aparecer cuando dos pequeñas manitas acarician sus mejillas transmitiéndole todo su amor, su apoyo y consuelo a ese hombre cuyo sufrimiento y sinceridad ha dejado salir a flote por unos segundos.


Tangled Time (Finalizada) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora