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Hueningkai caminaba en compañía de Jay y Sunghoon, los cuales de un momento a otro desaparecieron y lo dejaron completamente solo. No era de extrañar, estaban en el descanso y seguramente habían quedado de verse con sus novios. Él también podía hacer lo mismo, pero Soobin se encontraba en el club de ajedrez y no saldría sino hasta el final de la jornada de clases.

Decidió deambular por los pasillos mientras escuchaba música, sin embargo, sintió como alguien tiraba de su brazo y lo encerraba dentro del baño de chicos. Un mano se posicionó sobre sus labios y la cubrió para que éste no dijera nada. En frente de él había un chico que le hacía señas con su dedo para que se mantuviera en silencio. Hueningkai se vio extrañado.

―¿Por qué-

―Shh, cállate.

El chico se asomó por un lado de la puerta del baño y se aseguró de que no viniera nadie para poder ponerle el cerrojo. Tomó la mano de Hueningkai y lo guió hasta el último cubículo para poder encerrarse ahí con él.

Choi Soobin ¿Qué estabas planeando?

―¿Qué tramas?

―Tengo solo dos minutos antes de volver ―. Respondió ―. Dos minutos en los que bien puedo besarte ¿No crees?

Hueningkai levantó sus comisuras y negó como si su novio no tuviese remedio. Se sentía sorprendido ¿Desde cuándo Soobin actuaba así? Ahora que habían decidido salir oficialmente, se había dado cuenta de lo atrevido que Choi podía llegar a ser.

Siempre lo había sido, pero ahora era un poco más descarado.

―Huh ¿Vas a romper las reglas de cero tolerancia en la escuela? ―. Rodeó los hombros de su novio ―. Eres un chico malo, Choi Soobin.

―¿Te desagrada?

Hueningkai negó.

―Para nada ―. Besó fugazmente las comisuras del chico ―. A mí me encanta.

Soobin sonrió divertido y se acercó para poder besar los labios de su lindo novio. Movió su boca con descaro, dejándole muy en claro a Huening lo mucho que había extrañado sus besos. Su espalda chocó con la fría pared del cubículo y sus manos acariciaron con descaro y sin vergüenza todo el cuerpo del contrario.

Hueningkai levantó su rodilla e hizo presión en la entrepierna de Soobin, haciendo que éste soltara un gruñido encima de sus labios. Hueningkai sonrió en medio del beso y atrapó el labio inferior de su novio; metió su lengua y chocó con la contraria. Acarició los cabellos rojizos de Soobin y poco a poco empezó a desabrochar los botones de la camisa de su uniforme.

―¡Es-Espera...! ―. Pidió Soobin, apartando un poco la anatomía de su novio.

Hueningkai se veía igual de desarreglado que él. Con sus labios rojos y algo hinchados; con sus cabellos para nada arreglados y esa expresión de excitación en sus rostros. Se veían sonrojados y calientes. Y la erección en sus pantalones los dejaba muy expuestos. Cualquiera que entrara a ese baño tendría que salir corriendo si no querían ahogarse en calor.

―¿Qué pasa?

―Solo tenía dos minutos y ya no me queda mucho tiempo.

―¿Cuánto falta? ―. Preguntó, mirando el reloj de mano de Soobin ―. ¿Cuarenta segundos? Es suficiente tiempo.

Soobin intentó hablar, pero fue obstruido por los labios de Hueningkai. Su cuerpo se giró y en solo un instante acabó con sus manos apoyadas en la pared y su trasero expuesto para Hueningkai. Cuarenta segundos era muy poquito tiempo para que algo sucediera. Hueningkai no era de los más rápidos en acabar y Soobin siempre se tomaba su tiempo.

Good boys || TXT & ENHYPEN ✅Donde viven las historias. Descúbrelo ahora