Si hace un tiempo atrás le hubiesen dicho que un día tendría a Lee Heeseung de rodillas frente a él, con las mejillas sonroajadas y con gotas de saliva en sus labios , probablemente se habría reído con una carcajada de por medio. Para Choi Yeonjun era algo completamente absurdo, pero quien diría que eso realmente pasaría. Justo ahora se encontraba mordiendo su labio inferior, mientras una de sus manos se enredaba en los húmedos cabellos de su novios; empujaba consecuentemente la cabeza del chico en dirección a su miembro. Un gruñido satisfactorio se escuchó de su boca mientras Heeseung acariciaba su longitud y se lo llevaba a la boca nuevamente
Yeonjun apretó las piernas, casi cerrandolas por completo, sin embargo Heeseung hacía fuerzas para mantenerse en medio de estas; Yeonjun volvió a gruñir, tratando de apartar a su novio, pero no pudo. Heeseung siguió haciendo fricción en la longitud de Yeonjun, hasta que su cuerpo acabó por desplomarse por completo y un espeso líquido blanquecino cayó sobre su boca.
―¿Satifecho? ―. Preguntó Heeseung, dejando relucir una sonrisa desdeñosa ―. ¿Lo has sacado todo?
Yeonjun trató de negar, quería decirle que aun le quedaba mucho, pero sus palabras simplemente no salían. Heeseung se acercó al tocador que se encontraba en la habitación de su novio y tomó un paquete de pañitos húmedos que ahí se encontraban; tomó uno y impió sus manos, sus labios y por supuesto, el abdomen marcado de Choi. Las fuerzas de éste último aun no volvían y su cuerpo se encontraba en recuperación, aún así, no pudo negarse a los besos húmedos que Lee Heeseung estaba dejando sobre su descubierto cuerpo. Sus grandes manos apretaron la pequeña cintura de Yeonjun y su lengua trazó una línea en la mitad de su abdomen hasta llegar a uno de sus pezones.
Heeseung sonrió con picardía, llevando su boca hacia uno de los pezones de Yeonjun; lo mordió con suavidad, consiguiendo estremecer el cuerpo del chico que se encontraba debajo de él. Chupó con amabilidad, sacando uno tras otro gemido del pelinegro.
―He-Heeseung~
El mencionado llevó una de sus manos hasta los la boca de su novio y la cubrió por completo. Él estaba muy concentrado en ese momento y no quería interrupciones. Su otra mano libre bajó hacia la entrepierna de Yeonjun; pretendía volver a ponerlo duro, pero no hubo necesidad, pues este ya se encontraba así. Los cabellos húmedos y largos de Heeseung le nublaban la visión, pero lo que desconocía, era que a Yeonjun le encantaba verlo de ese modo.
―Heeseung~ ―. Volvió a murmurar.
―Ya voy ―. Soltó una pequeña risilla ―. Eres un poco... Muy desesperado ¿No?
―¡Jodete! ―. Renegó con sus mejillas coloradas.
Todo su cuerpo ardía y sentía que moría si no tenía a Heeseung encima de él; por otra parte, Heeseung buscaba uno de los sobrecitos platinados que Yeonjun guardaba en una gaveta de su tocador. Tomó consigo el lubricante y se acercó a la cama de vuelta, pero se detuvo al ver que Yeonjun se estaba tocando a sí mismo. Levantó una de sus comisuras y se acercó un poco más hasta dejar las cosas sobre la cama. Yeonjun supo que en ese momento habían entrado en su clasico juego de roles. Heeseung se sacó su polera y rápidamente desabrochó su pantalón para retirarse el cinturón. Lo puso doble, de modo que ahora parecían un par de esposas de cuero.
―¿Acaso te dije que podías tocarte sin mi permiso? ―. Su mirada dura hacía que Yeonjun se mordiera el labio inferior ―. ¿Quieres que te castigue?
―¿Castigarme? ―. Yeonjun trató de reír, ocultando sus ganas de devorar los labios de su novio ―. No podrías. Jamás podrías.
Heeseung levantó sus comisuras y rápidamente besó los labios de Yeonjun; deslizó una de sus manos hasta su miembro y lo apretó sin hacerle daño alguno. La boca de Yeonjun se abrió por completo y sus ojos viraron al instantes. Heeseung pasó su lengua por el cuello descubierto de Yeonjun y mordió con algo de fuerza. Quería marcarlo; quería que todos supieran que ese bonito chico le pertenecía.
―Heeseung~ apresurate, idiota.
El mencionado se separó un poco y apresionó las manos de su novio con su cinturón, seguidamente, llevó sus manos detrás de su cabeza. Lo obligó a abrir las piernas y con sus dedos empezó a preparar la entrada de Yeonjun. Jugó con un solo dedo, sacando más de un solo gruñido de la boca de su novio. Luego fueron dos, consiguiendo que su espalda se arquera. Cuando estuvo lo suficientemente húmedo, tomó el preservativo y se retiró lo que aun le quedaba de ropa. Su anatomía expuesta frente a los ojos de Yeonjun lo ponía muy inquieto y su miembro lo dejaba muy en claro. Llevó el preservativo hasta su longitud y lo acomodó correctamente.
―¿Listo?
Aunque no era la primera vez para ambos, siempre quedaba ese nerviosismo que los acompañaba; el miedo a hacerlo de manera incorrecta e incluso el miedo a lastimar al otro. Yeonjun asintió con su cabeza, dandole libre acceso a Lee Heeseung. Éste se ubicó en medio de sus piernas y llevó su miembro hasta la entrada de Yeonjun; lo empujó con fuerza, sacando gruñidos tanto de Yeonjun como de él mismo.
―¡Mierda!
Heeseung esperó que Yeonjun se acostumbrara al tamaño, para seguidamente empezar a moverse. Varios minutos pasaron y sus caderas se meneaban de atrás hacia adelante, dando estocadas suaves y fuertes en la entrada de Yeonjun. La oscura habitación estaba jodidamente caliente y el olor a sexo se podía percibir a kilometros. Sus cuerpos sudaban y sus labios chocaban cada vez que se besaban. Yeonjun se veía desesperado y Heeseung sentía que en cualquier momento acabaría.
―N-No puedo ma-más... ―, Murmuró ―. Heeseung~
Heeseung tomó el miembro de Yeonjun y empezó a tocarlo, al tiempo que movía sus caderas y entraba y salía de éste mismo. Sus respiraciones se sincronizaron y sus ojos se cerraron por completo. Heeseung soltó un fuerte gruñido cuando consiguió acabar dentro de Yeonjun, y Yeonjun hizo lo mismo cuando acabó en las manos de su novio.
Un último beso fue dado en sus comisuras antes de caer al lado de su novio.
Perdón si no era lo que esperaban, pero es la primera vez que escribo esto. Disculpenme si hay errores tambien unu, soy nueva.
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Good boys || TXT & ENHYPEN ✅
FanfictionLa etapa de la adolescencia puede ser la más bonita, pero al mismo tiempo es la más complicada. Los intereses cambian, la pubertad está en su esplendor y las malas decisiones están a la vuelta de la esquina. Pero seguimos siendo buenos chicos. ➳His...