Un Amor Verdadero 🤍

Capítulo 4. El Accidente

Ya varias semanas habían pasado desde que Sara y Franco habrían tenido aquella cena que ambos disfrutaron a placeres.

Seguían viéndose a escondidas y todo iba mejor que nunca, sus encuentros eran cada vez más frecuentes y ellos más felices.

.
.
.

Se acercaba la noche y en la hacienda Reyes Libia la más pequeña se encontraba en su cuarto arreglandose para salir, era una niña que le encantaba compartir con sus amigos y salir de fiestas, cosa que a sus hermanos les mantenía siempre preocupados sobre todo a su hermano Juan.

.
.
.

-  ¿Vas a salir? cuestiona Juan
-  No empecemos de nuevo hermanito, sabes que me gusta salir y hoy más que nunca que es sábado. Dice ella
-  Pero hermanita si ayer ya saliste. Hagamos algo acá en la hacienda los 4. Dice Juan, ya que sabía que a ella ese plan también le encantaba.
- Me fascina tu idea y lo sabes, pero ya será mañana porque hoy me comprometí con mis amigos. Lo siento hermanito.
- Libia me preocupa todo esto
- Tranquilo todo estará bien, hagamos algo prometo no llegar tan tarde y mañana desde muy temprano pasaremos el día los cuatro como cuando lo hacíamos cuando éramos muy pequeños con mis padres.
- Hay Libia Reyes que haremos contigo. Esta bien hermanita, solo te pido que por favor te cuides y llegues temprano como lo prometiste. Te amo
- Te amo hermanito. Dice ella y se dispone a salir.

.
.
.

Mientras tanto en el pueblo, en San Marcos Don Bernardo aun se encontraba en las oficinas sin percatarse lo tarde que ya era.

Él estaba muy concentrado terminando de firmar unos documentos mientras escucha que le tocan la puerta.

.
.
.

- Entra Aurora, dice él, ella ha sido su secretaria durante muchos años alguien de mucha confianza para él.
- Sr. Bernardo ya me voy son casi las 9pm ud debería hacer lo mismo.
- Por Dios Aurora ¿Esa es la hora?
- Si señor
- Siscúlpame por mantenerte aquí hasta tan tarde. Ya vete dentro de un rato cuando termine de firmar estos papeles me iré.
- OK. Señor
- Solo te pediré una última cosa 
- Si claro dígame.
- Avisa a mi casa que voy retrasado. Gabriela debe estar hecha una furia y más porque hoy es sábado y no estoy en casa.
- De acuerdo señor, ya aviso. Dice Aurora quien cierra la puerta de la oficina, hace lo que le pide su jefe y se retira.

.
.
.

Ya Bernardo se encontraba rumbo a su casa, por otro lado ya Libia iba rumbo a su encuentro con sus amigos al pueblo, ambos carros iban a alta velocidad pues a sus distintos destinos ambos iban retrasados.

.
.
.

Casi ambos autos iban a pasar por los mismos sitios cuando de repiten una luz muy alta alumbró el auto de Don Bernardo provocando que este a su vez perdiera por completo el control, en ese momento se encuentra de frente con el auto que conducía Livia Reyes, ambos autos colisionaron fuertemente en ese momento fallecen los dos en el lugar.

.
.
.

En casa de la Familia Elizondo las tres niñas empezaron a sentir un mal presentimiento, se sentían con mucha preocupación y unas palpitaciones en su corazón muy aceleradas que les decía que algo no está bien. Mientras tanto Doña Gabriela estaba en su habitación furiosa porque Don Bernardo no había llegado.

.
.
.

- Buenas noches, ¿hablamos a casa de la familia Elizondo? Pregunta una voz detrás del teléfono
- Si, esta es la casa. Responde Dominga.
- Necesitamos hablar con la señora
- ¿Quien es Dominga? Pregunta Sara
- Necesitan hablar con la Sra gabriela.
- Ven yo atiendo mi mamá esta que no se aguanta ni ella misma.
- Si buenas noches. Habla con Sara Elizondo, soy la hija de Doña Gabriela.
- Señorita Sara Elizondo llamamos para informarle que el sr Bernanrdo Elizondo acaba de tener un accidente cerca de la entrada a las haciendas.

.
.
.

En ese momento Sara soltó el teléfono y sintió que todo su mundo se derrumbaba, lágrimas rodaban por sus mejillas, mientras Dominga preguntaba que sucedía sin obtener respuesta alguna.

.
.
.

Por otro lado, en la Hacienda Reyes Oscar, Juan y Franco se encontraban cenando, los tres hablaban y comentaban de su niñez, bromeaban al respecto y reían sin parar, cuando de repente suena el teléfono.

.
.
.

- Buenas noches, familia Reyes, ¿dígame? Cuestiona Quintina
- Buenas noches. Necesitamos hablar con alguno de los hermanos Reyes.
- Si claro, quien digo que los busca
- Dígales que es de parte de la policía de San Marcos, que es de suma urgencia.

.
.
.

Al escuchar estas palabras, Quintina sale corriendo al comedor y les informa a los muchachos, en ese momento Juan sintió como su corazón se aceleraba sin explicación alguna y decide ser el quien atiende la llamada.

.
.
.

- habla con Juan Reyes. ¿Dígame? ¿Sucede algo?
- Buenas noches Sr Reyes, llamamos para informarle que su hermana Libia Reyes acaba de sufrir un accidente cerca de las entradas a las haciendas.

.
.
.

En ese momento Juan no pudo contener las lágrimas, era su hermanita menor la persona de la cual le estaban hablando, sentía que su mundo se le venía encima, sus hermanos empezaban a preguntar que sucede Juancho, ¿Todo esta bien? Pero estos no obtenían respuestas. Él estaba en shock.

.
.
.

Ambas familias ya estaban informadas de lo sucedido, y cuando Sara y Juan ya pudieron reaccionar y contarle lo sucedido a todos, salieron sin dudarlo de ambas haciendas con mucha prisa hasta el lugar de los acontecimientos.